El primer ministro de Japón, el conservador Shinzo Abe, remodeló este miércoles su gobierno para dar un nuevo impulso a su política de reformas, haciendo entrar a cinco mujeres y manteniendo a seis veteranos.

Taro Aso en Finanzas, Akira Amari en Revitalización Económica y Fumio Kishida en Asuntos Exteriores forman parte de los seis veteranos que permanecen en el gobierno. También el secretario general y portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, y el ministro de Transporte, Akihiro Ota.

El nuevo gobierno está integrado por cinco mujeres, tres más que en el Ejecutivo anterior. Entre ellas destaca Yuko Obuchi, de 40 años, como ministra de Economía, Comercio e Industria (Meti).

Es la primera vez desde su regreso al poder hace 20 meses que Abe remodela su gabinete, con la intención de invertir una curva de popularidad que tiende a decrecer y concentrarse en materializar sus promesas.

El nombramiento de cinco mujeres en un gabinete de 19 miembros, incluido Abe, pretende dar ejemplo a las empresas, después de haberles reclamado dar mayor responsabilidad a las mujeres. Pese a ello, sólo dos de ellas ocuparán carteras de peso. Los grandes asuntos diplomáticos y las cuestiones geoestratégicas siguen en manos de hombres.

El nuevo ministro de Defensa, Akinori Eto, deberá preparar las nuevas leyes en materia de seguridad nacional, siguiendo el objetivo del nacionalista Abe de reforzar la protección del archipiélago frente a amenazas exteriores.

Shinzo Abe no deja de promover el "pacifismo activo", en un contexto de tensiones territoriales con China y crisis múltiples en Oriente Medio.

- Un empuje a la doctrina 'Abenomics' -

Sobre todo, en esta nueva fase, Abe quiere impulsar las medidas económicas de estímulo conocidas por el término 'Abenomics'. "El deber del gobierno es que la recuperación se sienta en todo el país", insistió. Por eso, mantuvo en sus cargos a los artífices de su ambiciosa política de reactivación de la tercera economía mundial.

Más allá de medidas como una gran flexibilidad monetaria y un estímulo fiscal, los expertos estiman imperativo acometer reformas estructurales en la tercera economía mundial, que en el segundo trimestre tuvo una contracción del Producto Interior Bruto del 1, 7%.

El consumo se está resintiendo además del aumento del IVA, que en abril pasó del 5% al 8%, y se espera sea de nuevo aumentado en octubre de 2015, para ayudar a reducir la elevadísima deuda pública del país (250% del PIB). El nuevo gobierno deberá decidir al respecto.

Abe quiere basar su política económica en tres pilares: el comercio exterior, el dinamismo regional y la actividad femenina, "otro desafío del gobierno".

El comercio exterior será competencia del ministro de Revitalización Económica, Akira Amari, muy implicado en las negociaciones del acuerdo de libre comercio transpacífico (TPP).

Por su lado, el nuevo ministro de Revitalización de las Regiones, Shigeru Ishiba, se encargará de "hacerlas atractivas y prósperas".

Y la participación económica de las mujeres, considerada escasa teniendo en cuenta la necesidad de mano de obra y los criterios internacionales, será tarea de la nueva ministra Haruko Arimura.

El jefe de Gobierno ha decidido además reemplazar los nombres clave de su formación, el Partido Liberal-Demócrata, que domina sin apenas oposición estructurada la vida política nipona.