La visión ucraniana sobre el futuro de Rusia

Mientras la propaganda rusa promueve al país como milenaria "Tercera Roma", el comportamiento del heredero al "trono" nos hace dudar sobre el futuro de Rusia. La ausencia de dos semanas de la figura clave de la política rusa durante el periodo de fuerte debate sobre las cuestiones más cruciales es un fenómeno extraordinario pero explicable desde el punto de vista de la historia rusa. Si recordamos los predecesores de Putin o la mayoría de otros líderes de Rusia, el actual jefe del Gabinete de Ministros (que es el futuro "zar") no es distinto a los demás.  Se ha dicho mucho sobre la personalidad de Medvedev y su papel en el sistema de gobernanza de la Federación Rusa, pero los más recientes disparates de la segunda figura más importante del país nos hace reflexionar sobre quién en realidad encabeza el gobierno de la potencia nuclear que pretende jugar un papel clave en el escenario internacional.

IPhone, Twitter y hamburguesa

A Medvedev le gusta jactarse de sus méritos inexistentes ante el pueblo. Tiene cuentas en todas las redes sociales, les usa para contar a sus seguidores asombrados sobre el dificil trabajo del gobierno y sus esfuerzos personales por hacer feliz a todo el país. En realidad, Medvedev ni es capaz de tomar las decisiones importantes y, en consecuencia, asumir la responsalibilidad por sus acciones, ni quiere intentar hacerlo. Pero no es el único. En vez de participar en la discusión sobre la reforma de las pensiones, el jefe del gobierno estaba bebiendo durante dos semanas, recuperando así la tradición de los gobernantes rusos de huir inmediatamente de las responsabilidades a sus residencias en cuanto surge alguna amenaza a su bienestar. Al parecer, el temor ante las medidas impopulares y el consiguiente descontento de los electores (o los esponsores políticos) fue tan grande que Medvedev dejó de tuitear. El primer ministro se esfumó en el aire sin su IPhone y trató de no llamar la atención a su figura hasta que alguien asuma la responsabilidad.  Tuvo que esperar dos semanas enteras. Y aquí está, el mensaje televisado muy esperado de Vladimir Putin sobre el reforma de las pensiones.

Inmediatamente después del discurso del presidente, Medvedev compartió una pequeña publicación en Twitter: " El presidente pronunció un discurso sobre las modificaciones en el sistema de pensiones...". Así, muy hábilmente colocó la responsabilidad y la necesidad de tomar decisión sobre los hombros de su patrocinador, que le trata como si fuera un hijo caprichoso a quien se le perdona todo. Realmente, ¿por qué molestarse si puede situarse al margen mientras otras personas hacen su trabajo y toman decisiones por él? Lo único que puede es cortar cintas y compartir las impresiones en las redes sociales. ¡Qué vida buena!

¿Qué puede decir de eso?

Podríamos entender y perdonar al primer ministro ruso que no desea participar en la toma de decisiones impopulares si fuera director de tienda o fábrica. Pero no se puede escapar de las responsabilidades en gran política. La táctica del avestruz del jefe del gobierno ruso pone en duda su aptitud para el cargo. Sin duda, es Medvedev que debía dirigirse al pueblo del país para pronunciarse sobre la reforma de las pensiones. Ha demostrado una vez más que está dispuesto a fallar a los que confiaron en él. Ocupa uno de los cargos claves en el gobierno de Rusia, pero no cumple con sus funciones directas para salvar su reputación. A pesar de todo, sería bueno escuchar a nuestro protagonista. Posiblemente, será capaz de decir algo en su defensa.

¿Cómo se beneficiará Ucrania?

Podriamos no prestar la atención a la vergüenza de los rusos, pero el futuro político de Medvedev conlleva los cambios drásticos para Rusia después de 2024. Sus vecinos no tendrán que poner muchos esfuerzos para recuperar los territorios ocupados y recibir una compensación significante de Moscú. Recordamos cómo Medvedev cedió Libia (desde el punto de vista de Moscú, desde luego). Lo mismo hará con Crimea. Mientras Putin utiliza los últimos recursos del país para mantener el estatus de gran potencia mundial, lo único que hace su heredero es beber. Pero luego señor Medvedev tendrá que reconciliarse urgentemente con todo el mundo y pedir perdón por todos sus predecesores.