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Hay grasas y grasas. Y ya ha dicho la ciencia que los ácidos grasos del pescado azul son ciertamente virtuosos. Un nuevo estudio publicado por el British Medical Journal lo pone de manifiesto. Los ácidos grasos presentes en el pescado están vinculados a un menor riesgo de cáncer de mama.
Dice esta investigación que para lograr esta reducción del riesgo el consumo de pescado azul como el salmón, el atún o las sardinas debe ser de entre una y dos porciones por persona a la semana.
Los resultados de un estudio realizado en China muestran que cada 0, 1 g por día o 0, 1% de la energía diaria incrementada por la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados n-3 (PUFA n-3) derivados del pescado se asocia con una reducción del 5% en el riesgo de padecer cáncer de mama.
Los estudios sugieren que una dieta y un estilo de vida saludable son cruciales para la prevención del cáncer de mama, y que la grasa de la dieta es uno de los factores dietéticos más estrechamente relacionados con el riesgo.
Los ácidos grasos poliinsaturados n-3 (PUFA n-3) incluyen ALA, EPA, DPA y DHA y están involucrados en los mensajes químicos en el cerebro, ayudando a regular la actividad de los vasos sanguíneos y áreas del sistema inmune. Las principales fuentes dietéticas de EPA, DPA y DHA provienen del pescado azul, mientras que ALA se encuentra principalmente en nueces, semillas y vegetales de hoja verde.
Un equipo de investigadores con sede en China ha revisado y analizado los resultados de 26 estudios de Estados Unidos, Europa y Asia en los que participaron más de 800.000 individuos y más de 20.000 casos de cáncer de mama.
PUFA n-3 marino se asoció con una reducción del 14% de cáncer de mama entre la categoría más alta y la más baja de PUFA n-3 marino, un riesgo más bajo en las poblaciones asiáticas, probablemente debido a que la ingesta de pescado es mucho mayor en Asia que en los países occidentales, según los autores.
Un análisis más detallado indicó una respuesta a la dosis: cada 0, 1 g por día o 0, 1% de la energía diaria por aumento de la ingesta se asoció con una reducción del 5% en el riesgo, pero no se encontró asociación protectora significativa de ALA, la base de PUFA n-3.
Los autores dicen que su análisis ‘proporciona evidencia sólida y robusta de que PUFA n-3 marinos se asocian inversamente con el riesgo de cáncer de mama’.
Fuente: 20Minutos.es/ EP