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Tenemos un espejo retrovisor que, nos muestra la cara molesta de una generación que exige la demostración de una mayor capacidad
La Tecla Fértil
Tengo, razones suficientes para expresar que el equipo legislativo y ejecutivo de nuestro presidente, Nicolás Maduro Moros ha fracasado y recuperar las instituciones públicas, tiene que tener un nuevo orden que nos lleve a términos de grandeza para empezar a construir la arquitectura de la paz, debemos recordar las líneas rojas para lograr una transitoriedad tranquila y, es el cumplimiento de la palabra trazada y empeñada por Hugo Chávez Frías, que es la única razón de garantía en la recuperación funcional de los territorios.
Hasta hoy, los mensajes no han sido claros por parte del gobierno, quienes están al frente de las instituciones judiciales imposibilitan la construcción de confianza porque la impunidad se encuentra allí presente y, la ruta no se ve clara. como tampoco se ve para los empresarios y profesionales castigados por las decisiones económicas de Hacienda, pero hay una riqueza generándose por la utilización de un escenario geoeconómico que solo llama a debates electorales, donde muchos dirigentes no han honrado con sus promesas.
Tenemos un espejo retrovisor que, nos muestra la cara molesta de una generación que exige la demostración de una mayor capacidad en la administración pública, no de la improvisación. Ya el partido Psuv, dejo de ser parte de una gesta histórica, necesitamos más que un discurso y canciones.
El país todo, desde todos los lugares del espectro ideológico está dispuesto a volverse un solo país, pero solo si puede saber hacia dónde caminar. Nicolás Maduro Moros miró hacia afuera, prefirió escuchar a los países del ala izquierdista y no hacia adentro, al pueblo con sus necesidades y carencia afectiva dejada por Hugo Chávez Fría, ya venía quebrantado por lo sucedido a Carlos Andrés Pérez, luego al comandante Chávez Frías.
La nostalgia recorre Occidente. Donald Trump, Matteo Salvini, Viktor Orbán, Marine Le Pen, Santiago Abascal, se ofrecen a salvar a los ciudadanos del nihilismo moral. Los partidos de extrema derecha se han apropiado de las políticas familiares y prometen bienestar para quienes sigan el canon. Más matrimonios entre hombre y mujer como solución al problema de natalidad. Como decía el filósofo Edmund Burke, individuos arropados por su historia, su tradición y su cultura, que no conciben libertad sin decencia ni decencia sin jerarquía.
Los relatos que idealizaron un tipo concreto de familia, sirvieron en los años cincuenta para inocular ciertos valores y avivar el consumo después de la guerra en Europa, pero hoy sabemos que no se sostiene. La natalidad no empezó a caer porque hubiera menos matrimonios tradicionales. Otros factores han pesado más: la deuda de los hogares, la incertidumbre, la subida del precio de los pisos, la dificultad de los jóvenes para emanciparse. Casarse no inmuniza contra la pérdida de poder adquisitivo. Los gobiernos socialistas, olvidaron a los núcleos familiares y, se convirtieron en una maquinaria propagandista de reinvención de los procesos históricos dejando atrás, la acción del Estado y su desarrollo industrial. Aquí, se manejan supuestas estadísticas de crecimiento emocional, desarrollo agrícola y empresarial, pero en nuestro caso, la realidad es otra.
Las políticas públicas no son el factor determinante. Una revisión en 2008 de más de 70 investigaciones sociológicas en EE UU concluyó que el hecho de que las madres trabajen fuera de casa no tiene de por sí un impacto negativo en los niños. Lo que sí les afecta es que sus progenitores estén sometidos a varios empleos, horarios cambiantes y condiciones deplorables. Nuestros hijos se encuentran fuera del país y los venezolanos estamos carentes de emotividad y, esto, es perjudicial para su desarrollo. Aunado a que el presidente nos tiene un acoso propagandístico expresando que los norteamericanos son malos y nos pagan el petróleo y destilan el petróleo en Citgo, que es una filial de Pdvsa en los Estados Unidos de Norteamérica.
Claro que se prefiere un proceso ordenado y con plazos ciertos
En el campo político, tenemos un impacto asimétrico que quebranta y contagia al grupo familiar, residente en nuestro territorio que ha encendido la alarma en capitales de mundo, pero, más en España y Reino Unido, ¿Por qué? Muy simple, tienen que defender la resiliencia y resolución a la hora de defender su auténtica esencia; contenida en las libertades fundamentales del Mercado Interior. Como es sabido, La Casa Guipuzcoana tenía sede en Vargas, Maracaibo y Puerto Cabello y sus goletas y galeones llevaban y traían insumos y los españoles junto a sus bergantines y los piratas del mar conquistaban estas tierras y asesinaban a las comunidades indígenas que contemplaban a los Incas, Aztecas y Mayas.
Repito, Desde junio de 2016 se encendieron las alarmas en las capitales y las instituciones europeas, temerosas de un efecto contagio que hoy parece bastante conjurado.
Muy distinto es el panorama del lado británico y allí deben centrarse ahora los análisis. Los de corto plazo se escriben en forma de incertidumbre total. Todos los escenarios están abiertos e incluyen un posible relevo en el 10 de Downing Street (por dimisión, por moción de censura o por anticipo electoral) o un enroque de la primera ministra que, ocurra lo que ocurra, pasará a la Historia con más dignidad que David Cameron. A medio plazo, como ya se ha dicho, también se abren diversas posibilidades sobre la retirada, incluyendo un segundo referéndum que, en contra de lo que a menudo se quiere pensar, sería tan divisivo como el primero y fracturaría aún más la que, con algo de imprecisión, hasta ahora pasaba por ser la democracia más antigua del mundo
Pero, el campo diplomático ha fallado en su articulación y Jorge Arreaza carga con las penurias de otros embajadores que se enriquecieron y poco cumplieron con su deber. Maduro quiso articular con el pueblo, pero su efecto es como un limbo temporal, porque ya la contaminación estaba dada y comenzó, desde que supieron que Chávez fue diagnosticado con cáncer, producto de una inoculación letal.
, pero todos los escenarios son en última instancia digeribles.
.. Lo cierto es que es en esos términos temporales tan largos como hay que contemplar lo sucedido pues esta vez no exageraban los titulares que hablaban de votación histórica. Maduro, igual que Chávez, siempre han ganado con una votación holgada y son presidentes legitimos. Si intentamos una mirada de largo plazo, no es exagerado concluir que este resultado es el desenlace político y simbólico de un proceso de desfiguración de la forma de gobierno que tan magistralmente codificó Walter Bagehot hace ahora siglo y medio. Nunca antes el poder ejecutivo había sido desautorizado con tanta rotundidad en Caracas y, tampoco hasta hoy se habían visto tan claras las disfuncionalidades que padece su equipo ministerial, aunado al militar.
Lo cierto es que es en esos términos temporales tan largos como hay que contemplar lo sucedido pues esta vez no exageraban los titulares que hablaban de votación histórica. Maduro, igual que Chávez, siempre han ganado con una votación holgada y son presidentes legitimos. Si intentamos una mirada de largo plazo, no es exagerado concluir que este resultado es el desenlace político y simbólico de un proceso de desfiguración de la forma de gobierno que tan magistralmente codificó Walter Bagehot hace ahora siglo y medio atrás. Nunca antes el poder ejecutivo había sido desautorizado con tanta rotundidad en Caracas y, tampoco hasta hoy se habían visto tan claras las disfuncionalidades que padece su equipo ministerial, aunado al militar.
Es inquietante porque la democracia venezolana, por debajo de oropeles neogóticos y protocolos formales enrevesados, había funcionado hasta ahora con sorprendente simplicidad y enorme eficacia. Un sistema fundamentalmente bipartidista (alejado de la compleja fragmentación que es propia del resto del mundo y Europa), con gobiernos de partido único, sin un molesto Tribunal Constitucional que anule decisiones legislativas, sin un banco central independiente que condicione la política económica, sin una segunda cámara que merezca ese nombre, donde ni siquiera serían imaginables las extrañas cohabitaciones del semipresidencialismo francés ni, mucho menos, la endiablada separación de poderes con la que los padres fundadores complicaron el devenir de los EE UU.
Pero, hoy es otra verdad, alineados todos los poderes públicos en un mismo sentir político.
De esta manera, el presidente Nicolás Maduro Moros encerró su propio escenario. Se autoliquidó al confiar en Padrino López y quienes regían PDVSA.
Desde junio de 2016 se encendieron las alarmas en las capitales y las instituciones europeas,