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Los cristales de amatistas encontrados en esta nueva mina en Brasil impresionan por su color intenso, brillo, pureza y sobre todo por el gran tamaño que tienen cada uno. No es sin motivos que ha sido nombrados de "dientes de dragón"
En 2017, en el norte de la provincia de Bahía, agricultores excavando en sus tierras descubren lo que vendría a ser una de las más fantásticas minas de amatista de Brasil.
A diferencia de las amatistas producidas en el sur del país que presentan formaciones de cristales de tamaño regular en el interior de geodas y de las que ya se sacaban en la zona norte que se presentan en filones muy parecidos con las amatistas africanas, las encontradas allí se presentan en forma de grandes cristales perfectamente formados y de fácil extracción.
Los cristales de amatistas encontrados en esta nueva mina impresionan por su color intenso, brillo, pureza y sobre todo por el gran tamaño que tienen cada uno. Incluso los más pequeños son considerados grandes y no es difícil encontrar piezas de uno solo cristal que sobrepasen el kilo.
No es sin motivos que en el mercado internacional esta clase de amatista ha sido nombrada de "diente de dragón". Son realmente muy parecidas a dientes gigantes, se presentan como puntas facetadas naturalmente con la "raíz" blanquecina más delgada que la punta morada en forma de pico.
Hay que tener en cuenta que la amatista es una piedra semipreciosa y no tiene tanto valor como los diamantes y las esmeraldas pero aún así tiene una gran importancia en el mercado de la joyería y algunas gemas de amatista pueden llegar a tener un alto valor comercial.
Además, el comercio de amatista en bruto tiene mucha importancia, las amatistas se utilizan para la fabricación de varios productos de bisutería y piezas ornamentales.
Actualmente la amatista también es una de las piedras más importantes en el mundo esotérico.
Dada la importancia de la amatista en el comercio de minerales y con la ayuda de las redes sociales y medidos de comunicación el hallazgo ha atraído la atención de miles de personas, muchas de las cuales han decidido emprender una aventura en medio de la nada en la búsqueda del tesoro morado: La amatista.
El sueño de hacer fortuna con los cristales de amatista transformó la vida y el paisanaje de la población más cercana a la mina y una zona casi despoblaba pasó a albergar en cuestión de semanas a más de 7 mil aventureros.
La pequeña población tuvo en pocas semanas un gran impulso económico, principalmente en el comercio local, debido a la gran afluencia de visitantes.
La zona en cuestión es una pequeña cordillera en el norte de la provincia de Bahía en el nordeste de Brasil.
Un monte lleno de piedras brillantes y moradas en su interior, donde miles de mineros se dedican a excavar simultáneamente y donde se extraen diariamente toneladas de toneladas de cristales de amatista.
Sin apenas empeño es posible sacar de la tierra hermosas piezas de amatista, pero las piezas más valiosas están en mayor profundidad. Con esto muchos mineros sin experiencia arriesgan su propia vida excavando túneles poco seguros sin utilizar herramientas apropiadas y sin el mínimo planeamiento.
El acceso a la mina de amatista es difícil, la carretera que lleva al monte carece de pavimentación y es una trampa para los vehículos debido al suelo arenoso de la región. Tras el término del trayecto en coche, que lleva hasta el pie del monte, hay que llegar hasta la mina que está mucho más arriba, la subida es muy difícil y hay que hacerla a pie. La última parte del trayecto requiere de gran esfuerzo físico. El clima árido y la falta de agua completan el escenario.
Aún así, a pesar de todos los riesgos y dificultades la idea de hacerse rico buscando amatista provocó el asentamiento que miles de hombres y mujeres en la región.
La amatista también atrajo a los comerciantes internacionales de minerales, compradores chinos y indios no tardaran en llegar a la región, buscando el mejor precio y las mejores piedras.
Estos comerciantes que negocian a lo grande comprando cientos de toneladas de amatista ni siempre actúan con corrección, tienden a pagar muy poco a los mineros que muchas veces no saben ni el valor de las piedras que tienen entrenamos. Además, los grandes compradores chino y indios suelen a sacar la amatista que compran de forma irregular del país, evitando impuestos y gastos de aduanas, tanto en la salida de Brasil como en la entrada en sus respectivos países.
Según UniArt, empresa ubicada en España que comercializa con minerales, para garantizar un comercio justo el gobierno de Brasil tiene que tomar providencias contra el comercio ilegal pero ayudaría mucho que las empresas comerciantes de minerales estuvieran preocupadas no solo del precio pero también de la procedencia de los productos que compran y ofrecen a sus clientes.
"Nosotros compramos en Brasil directamente de las minas dentro de la total legalidad, pagamos todos los impuestos, tanto en el origen como en la entrada de las amatistas en España, pero siempre recibimos ofertas de proveedores chinos con productos similares que sabemos que son enviados a China de forma ilegal y después vendidas a empresas europeas como la nuestra. Cuando recibimos este tipo de oferta no dudamos en rechazar, aún que el precio sea jugoso." comenta el gerente de la empresa.