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Los ministros de Exteriores del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) adoptaron este sábado un plan para combatir la corrupción en la región, a la imagen de lo que ya hace China.
Pekín aboga sobre todo por la extradición de sus funcionarios acusados de corrupción que se han refugiado en el extranjero, pero choca con las reticencias de sus socios, debido a la ausencia de tratados y garantías judiciales suficientes en el sistema chino.
No obstante, la resolución anticorrupción, promovida por China y Estados Unidos, fue adoptada el sábado durante los trabajos preparatorios de la cumbre de los 21 mandatarios de la APEC, que se inicia el lunes.
En una declaración común, los países de la APEC se compromen a emprender el combate contra la corrupción "negándose a otorgar asilo a los que lo han cometido, o incluso a la extradición".
"Nosotros, economías de la APEC, reconocemos que la corrupción socava a sostenibilidad económica y el desarrollo, amenaza la equidad y la seguridad social, erosiona el imperio de la ley y mina la responsabilidad gubernamental así como la confianza pública", reza el comunicado.
La APEC establecerá con este fin una oficina que se encargará del seguimiento regular de su "red de autoridades anticorrupción y las agencias de aplicación de la legislación" (ACT-NET), organismo de coordinación lanzado en agosto entre China y Estados Unidos.
Se van a reforzar los intercambios de informaciones y la vigilancia transfronteriza así como la transparencia financiera de las entidades legales para prevenir y detectar casos de corrupción.
China ha recrudecido recientemente su presión para extraditar a sus ciudadanos buscados por corrupción -una campaña bautizada "caza de zorros"- en países como Australia, Canadá, Francia y Nueva Zelanda.
El presidente chino, Xi Jinping, lanzó una contundente campaña anticorrupción a su llegada al poder en 2012, que ha afectado a tres responsables de alto rango, entre ellos el exjefe de la policía Zhou Yongkang.
Pero es blanco de acusaciones de abuso de poder y de manipulación para hacer una "purga" política ya que la lleva a cabo un órgano del Partido Comunista Chino (PCC) que funciona sin ninguna supervisión de las autoridades judiciales.
La APEC va a poner "medios en común para perseguir y si fuera necesario ir en su busca a través de las fronteras regionales, y quizá buscar los bienes" obtenidos, agrega el comunicado.
Un informe oficial del banco central chino que se filtró en 2008 estimaba que al menos 18.000 funcionarios corruptos han abandonado China desde mediados de los años 90, llevándose consigo el equivalente a 123.000 millones de dólares.