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No es solo por el gusto de saber pelear como en las películas, ni tampoco por saber defenderse de algún ataque callejero. Es más, mucho más que eso. Las artes marciales tienen en el que las practica un verdadero estilo de vida, una forma de pensar, de plantearse frente a la vida diaria
No es solo por el gusto de saber pelear como en las películas, ni tampoco por saber defenderse de algún ataque callejero. Es más, mucho más que eso. Las artes marciales tienen en el que las practica un verdadero estilo de vida, una forma de pensar, de plantearse frente a la vida diaria.
Más que un deporte es un semillero de valores y una verdadera escuela de la vida, donde la humildad, gallardía, lealtad, solidaridad, perseverancia, valor, entrega, optimismo, nobleza, etc, son valores inherentes de todo artista marcial. Es además un camino largo, lleno de dificultades y dolores, en donde el rival más duro a vencer es uno mismo y las propias limitaciones. Pero el que persevera finalmente tiene su recompensa, pues el dolor es momentáneo, pero la victoria y el honor son para siempre. OSS! … Digno de destacar.
Las artes marciales han existido por muchos siglos y partieron de la necesidad de mejorar las condiciones físicas de las personas, luego fueron adaptadas a la guerra y a la necesidad de sobrevivir.
Hoy en día, aunque algunas tienen un sentido muy a lo deportivo, es una mezcla de muchas cosas. No se puede pensar en artes marciales como algo absoluto: para defensa personal, para deporte o para disciplina. Es un poco de todo.
El que comienza a practicar artes marciales solo para defenderse se desilusiona, porque se da cuenta que no es sino después de muchos años que lo logra; al mismo tiempo puede ver en la calle gente que se “defiende” muy bien sin haber practicado nunca. Las artes marciales giran hacia varias cosas:
Beneficios físicos: Todas las AM (Artes Marciales) generen beneficios al cuerpo de las personas, les da fuerza en los músculos, huesos y articulaciones. Les permite tener mejor respiración y sistema inmunológico. También obtienen agilidad y flexibilidad, al igual que mayor agudeza visual. La persona que practica AM, normalmente no tiene una musculatura fuerte a lo Jean Claude Van Damme, es mas bien del tipo Jet Li o Jacki Chan, sencillos delgados y con una agilidad y fuerza escondidas bajo su físico aparentemente normal. De hecho los músculos grandes interfieren sobremanera con los movimientos de las técnicas de las AM.
Beneficios mentales: Es relativamente fácil para alguien ganar una pelea en la calle, o defenderse, para esto no hace falta mucho entrenamiento. Sin embargo, una persona que en momentos de estrés pueda calcular, dosificar y manejar a su antojo sus movimientos y pensamientos es lo que logra un artista marcial con mucho entrenamiento. Y esto no es solo para la eventual pelea callejera, también para la compleja vida de las personas. Los momentos de estrés pueden ir desde el presentar un examen difícil, pasando por el ir a una entrevista para obtener el trabajo soñado o los momentos donde mas hace falta el enfoque y concentración de las personas.
Beneficios Sociales: Pues si, los beneficios de las artes marciales no son solo para el individuo. Al mejorar el individuo, mejora la sociedad. En un centro de enseñanza marcial la persona aprende disciplina, respeto por los demás, eficiencia y eficacia, trabajo en grupo y liderazgo. Estas líneas están dedicadas a todos los practicantes de artes marciales, sin distinción de estilo, escuela y para aquellos practicantes de deportes de contacto, interesados en conocer un poco la historia y enseñanza de este milenario estilo de vida.
Todos estos elementos se forjan en el cuerpo y la mente de los practicantes, y no solo lo deben dominar dentro de su entrenamiento, sino casi automáticamente en la vida real, haciéndolos mas seguros de si mismos, conscientes de las debilidades y fortalezas propias y de otros, y de su papel dentro de la vida misma.
Para conocer el origen de las artes marciales debemos retrotraernos, un poco en el tiempo.
Artes marciales: Su traducción arte de la guerra o militar, no significa propiamente la formación de soldados o guerreros marciales (bushi); abarca un aspecto más amplio, la instrucción, física, mental y espiritual, adecuada para cada practicante, siendo el primordial aspecto no olvidarnos de su raíz u origen no violenta sino defensiva inculcada por los antepasados, de generación a generación, de sensei a sensei (maestro), con el fin de guiarnos por el DO (camino), camino de la vida, de la bondad y austeridad para lograr que este milenario arte, se transforme en un estilo de vida.
Muchos creen, que las artes marciales nacieron en Oriente, reconociendo a las mismas por su origen (país), Corea, Japón o China. Pero, los primeros rastros o movimientos defensivos o combativos, surgen en la antigua Grecia y terminaron por tener un carácter demasiado competitivo. Se entablaban luchas a muerte entre gladiadores, soldados, esclavos y bestias; estos sujetos eran entrenados en las arenas o coliseos, en el manejo de diversas armas, de largo y corto alcance, como así también en lucha cuerpo a cuerpo, cuyo fin era salvar su propia vida, quitando la vida al contrincante y así divertir por medio del baño de sangre a la plebe (público).
Muchos creen, que las artes marciales nacieron en Oriente pero surgieron en la antigua Grecia
Pero existe documentación de geólogos y estudiosos en la historia del hombre, descubiertos en pinturas rupestres antiguas a la época violenta mencionada la práctica de técnicas o movimientos de defensa y ataque, cuyos luchadores utilizaban una especie de protección en los brazos y piernas, fabricado con cuero o pieles de animales; estos sujetos aplicaban técnicas de pelea en el suelo, erguidos, juntamente con movimientos circulares, etc…
Pero para sorpresa de muchos, hay otras artes marciales, con origen en la India, aproximadamente en el siglo VII A.C, donde un monje hindú, llamado Bodhidarma, introdujo a Oriente el budismo zen y los primeros movimientos defensivos marciales, para protegerse así mismo y a los suyos, de los ataques de bandidos; con el paso del tiempo, estos movimientos se fueron ampliando, puliendo y mejorando, por sus practicantes, hasta llegar a los países mencionados más arriba, donde surgieron, el inicio de las artes marciales, en aquellos tiempos, surgieron: el Jujutsu, Tode, Yamara y posteriormente el Karate en Okinawa, isla perteneciente a Japón, el Chuan Fa o Kung fu en China y Taekwon o Taekwondo en Korea; su finalidad era proporcionar un medio defensivo, utilizado por campesinos, pescadores, comerciantes, etc…
En la actualidad no existe documentación, que afirme cual de los tres artes marciales más conocidos en el mundo (Karate, Kung-Fu o Taekwondo), es el más antiguo, solo se mencionan fechas y épocas aproximativas, variando una de otras, considerándose que las tres artes, se originaron en la misma época, en diferentes lugares.
Hemos notado que a medida que las artes marciales se occidentalizaron, fueron perdiendo su verdadero carácter dado el vertiginoso crecimiento y cambio de la sociedad y su transformación en deporte de competición cuyos practicantes, solo pensaban en obtener el Cinturón Negro, en el menor tiempo posible, sin importar el nivel técnico, conocimientos marciales y capacitación biomecánica, planes de entrenamiento o nutrición que cada sujeto necesita; estos fundamentos se suceden dado el olvido del principio madre, de la no-violencia activa siendo los verdaderos culpables los formadores de formadores (maestros, instructores, etc…).
La economía, los medios televisivos y gráficos de los tiempos modernos, son muy importantes para la difusión de las artes marciales, pero a su vez perjudiciales, dado que no divulgan lo verdaderamente importante de las artes marciales, sino lo deportivo, la creación luchadores, en los modernos y peligrosos torneos de vale todo, K1, AMM, etc…; producto de esto, muchos terminan severamente lesionados, retirándose a corta edad del camino marcial, quedando en su mente un amargo recuerdo de las artes marciales y no el verdadero fin un estilo de vida.
Un verdadero maestro, cultiva la enseñanza de por vida el físico, la mente y el espíritu de sus hermanos y la paz de sus padres.
La recomendación es: aprenda un arte marcial. Se puede practicar de los 5 a los 90 años. ¡Los beneficios son enormes, los sacrificios no son pocos, pero siempre son recompensados!. Una forma de alejar el Alzheimer!
Los beneficios que puede ofrecer las artes marciales en los niños tienen un campo amplio y por tal motivo; es considerada junto a los entrenamientos deportivos, nuevas formas de canalizar y utilizar su energía para poder trabajar problemas de psicomotricidad y de conducta, ya que son los casos más vistos en niños de temprana edad.
Por lo tanto, hoy en día las artes marciales son maneras de encontrar el equilibrio emocional a través de trabajo y el respeto mutuo. Cosa que en la mayoría de estilos de combate llevan como filosofía. Tener un respeto por el compañero, además de ayudar a disminuir la agresividad y mejorar la autoestima.
Por otro lado, la edad recomendable para que los niños comiencen a practicar las artes marciales van desde los 4 años para adelante. Pueda que al inicio sea un tiempo de reconocimiento de los movimientos corporales y las rutinas de entrenamientos, pero que a la larga al pequeño le ofrecerá fortalecimiento de sus músculos por el paulatino entrenamiento corporal.
Pues en la en la parte física, los ejercicios que se comienzan a realizar al practicar algún tipo de arte marcial, ayudará a tratar pequeños problemas de salud que le suele ocurrir a niños como tener asma, problemas con la columna, equilibrio, entre otros y todo gracias al entrenamiento cardiovascular que se tendría por la práctica de tal estilo de combate.