¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Política escriba una noticia?
Nuevos ataques atribuidos a las FARC y ejecutados contra infraestructura petrolera, vías y estaciones policiales se registraron este jueves en el suroeste de Colombia, a cuatro días del comienzo de la tregua unilateral anunciada por esa guerrilla en el marco de las negociaciones de paz.
Según la Defensoría del Pueblo, el primero de los atentados se presentó en la madrugada de este jueves en el departamento del Cauca, donde "presuntos guerrilleros de las FARC hostigaron" una estación de policía, causando daños en 10 viviendas e hiriendo a una ciudadana "por esquirlas de artefacto explosivo".
En un segundo ataque, también presuntos guerrilleros de las FARC "activaron una carga explosiva, abandonada en una alcantarilla sobre la vía Panamericana, afectando (...) la infraestructura vial e incomunicando por varias horas a los departamentos de Valle del Cauca y Cauca", indicó el Ejército en un comunicado.
El tercer atentado tuvo lugar cuando miembros "del Frente 48 de las FARC activaron un artefacto explosivo improvisado con el que afectaron el Oleoducto Trasandino" en una zona rural del departamento de Nariño (fronterizo con Ecuador), dijo también el Ejército.
Ese mismo frente guerrillero fue señalado horas más tarde de obligar a los conductores de cuatro camiones de combustible a derramar el contenido de los mismos en una vía del vecino departamento de Putumayo, también fronterizo con Ecuador, instalando luego explosivos en el área para que los militares no pudieran detener el vertido.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) sostienen diálogos de paz con el gobierno de Juan Manuel Santo, que se desarrollan en Cuba desde noviembre de 2012 sin que se haya decretado un cese al fuego en el terreno.
Sin embargo, el fin de semana las partes anunciaron que el próximo 20 de julio comenzarán a aplicar un plan para "desescalar" el conflicto armado de más de medio siglo y avanzar en la discusión de un cese del fuego bilateral y definitivo en Colombia.
El acuerdo establece a partir de este lunes una tregua unilateral de las FARC y una reducción de las acciones militares contra esa guerrilla por parte del gobierno.
Antes de ese anuncio, las FARC venían ejecutando en las últimas semanas una fuerte arremetida en distintas regiones, aunque con especial énfasis en el suroeste, donde atacaron unidades militares e infraestructura energética, causando afectaciones al medio ambiente y la población civil.
El conflicto armado colombiano ha dejado más de 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales.