Las elecciones presidenciales en las que ganó Alberto Fernández fueron las de mayor ausentismo de la historia desde el retorno de la democracia, con un 25% del padrón electoral habiéndose ausentado de los comicios ante el descontento con la oferta política hegemónica en la Argentina.

Ese récord fue superado por un 33% en las pasadas elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del pasado domingo 12 de septiembre de 2021, que si bien son una mera encuesta abierta de cara a las verdaderas elecciones legislativas de éste año, no obstante marcan la cancha al panorama venidero y nos anticipan la temperatura política cual termómetro se tratase.

Si bien las elecciones del 2021 son legislativas y por ello no tienen el peso que suelen tener las elecciones presidenciales, no podemos dejar pasar que este año se suma un ingrediente sin precedentes en la historia de la democracia (o lo que quede de ella): la pandemia del coronavirus.

A esta altura del partido ya es evidente que buena parte de la población está harta del régimen de control poblacional que impera bajo pretexto sanitario, y dicho descontento no proviene únicamente de "conspiranoicos neonazis" como el discurso hegemónico pretende hacer creer, sino de sectores variopintos que van desde los propios médicos con argumentos científicos opuestos a la versión mainstream de los medios de comunicación voceros del Ministerio de Salud (y a su vez vocero de las empresas multinacionales farmacéuticas vendedoras de vacunas transgénicas experimentales), así como también sectores de trabajadores que rechazan el apartheid sanitario al cual el "certificado de vacunación" pretende someterlos tal como ya se está haciendo en Europa y otras latitudes. Incluso sectores políticos equidistantes de todos los partidos del espectro político mediático, como por ejemplo los nacionalistas, anarquistas, comunistas, y demás núcleos duros de aquellas ideologías del siglo XX que no se ven representadas en los partidos de derecha a izquierda del siglo XXI dado que los mismos se "deconstruyeron" tanto que hoy son militantes de las mismas políticas globalistas gobernantes, contrarias a los que tales partidos históricamente alguna vez reivindicaron.

Para los sectores populares no cooptados por los partidos políticos hegemónicos, es muy claro que la "infectadura" no se trata de un "avance del comunismo en el mundo" (como ciertos sectores neonazis pretenden hacer creer), sino que por el contrario es una arremetida de los grupos de poder empresarial de las mas altas esferas del capital financiero multinacional, y por ende es la burguesía capitalista reinante la que dictamina qué enfermedad hay que diagnosticarle al pueblo, y cuál es la "cura" que el pueblo tiene que consumir. Tal lectura crítica es denunciada por ejemplo por Asambleas del Pueblo, aquella agrupación surgida de la crisis de 2001 que continúa vigente en comedores y "roperitos" para los mas necesitados, y que tal vez por su ideología anarquista nunca se alineó con los dictámenes de ningún partido político de izquierda (hoy tan "deconstruídos" que ya no son ni la sombra de lo que fueron en el siglo pasado, especialmente en los '70). El de Asambleas del Pueblo es un ejemplo digno de analizar, porque no se consideran anarquistas "sectarios" sino también socialistas: una bandera reivindicada tanto por marxistas como por socialdemócratas, los cuales hoy ven sus partidos devenidos en tristes versiones de "izquierda progre" defendiendo las mismas banderas de colores de un kirchnerismo keynesiano que a su vez dice ser peronista pero no se parece en nada al tercerposicionismo nacionalista de quienes reivindican a Perón y se oponen a la pandemia.

Las urnas hablaron y nos dijeron que el 33% del padrón se ausentó de los comicios, y la tendencia podría aumentar teniendo en cuenta a los ciudadanos que se oponen a la vacunación obligatoria

Y es que ciertamente es muy notorio ver como la "deconstrucción" le llega a propios y ajenos: los penes de madera, el DNI "no binariE", la prohibición de Dragon Ball por el "Ministerio de la Verdad", gaymonio, aborto, lenguaje inclusivo, y "vacunEs para todxs" son consignas que los libertarios, anarcocapitalistas y neonazis nos quieren hacer creer que provienen del "marxismo cultural", pero como vemos los antimarxistas como Larreta, Vidal, Massa, o los propios K son todos defensores de ésta Agenda 2030 de la ONU con la que no comulgan las asambleas populares de anarcocomunistas, socialistas, marxistas, o peronistas nacionalistas de "tercera posición" y demás agrupaciones excluidas de todo partido político al encontrar que la derecha liberal es tan "progre" como la izquierda, mientras la izquierda es tan hegemónica y políticamente correcta como la derecha a la que dice oponerse pero a la cual vota favorablemente en cada nuevo proyecto de ley "progre" presentado por la mayoría parlamentaria burguesa.

Las urnas hablaron y nos dijeron que el 33% del padrón electoral se ausentó de los comicios, lo cual significa que todas estas agrupaciones, por mas minoritarias que sean en su propia forma y alcance, suman entre todas a más de un cuarto del padrón electoral argentino, y la tendencia podría ir en aumento teniendo en cuenta que hasta el más "apolítico" de los ciudadanos siente miedo de ser obligado a inocularse con un experimento transgénico de ARNm que viene provocando muertes por trombosis, cardiopatías, e incluso neumonías en todos los países del mundo (por más que los medios hegemónicos se empecinen en ocultarlo, incluso atribuyendo las "muertes por COVID en vacunados" a un contagio post-vacuna, en un torpe intento de encubrir la mala praxis de las mismas, que en definitiva queda evidenciada de todas maneras ya que una vacuna que no inmuniza contra la enfermedad que dice inmunizar es por lógica una vacuna que no puede llamarse como tal).

Los medios hegemónicos podrán recibir pauta publicitaria del gobierno, y al igual que los partidos políticos, podrán recibir patrocinio de las ONGs de Soros, Bill Gates, las farmacéuticas, o cualquier actor de lobby al que le convenga promocionar vacunas de dudosa efectividad y escasa seguridad, pero una cosa es segura: Telegram, WeChat, Library, los Podcast, y demás medios alternativos siguen mostrandonos sin censura las masivas manifestaciones en las principales capitales del mundo contra el pasaporte sanitario; los Médicos por la Verdad (e incluso los que no forman parte de dicha agrupación, como Pablo Goldschmidt, Wolfgang Wodarg o Luc Montagnier) seguirán denunciando los efectos adversos de las vacunas y la inutilidad de los hisopados PCR que dan falsos positivos; el estado policial por sí solo ya hace gala de la represión en las calles y detenciones injustificadas en comisarías por "violar la cuarentena", y los planes del Foro Económico Mundial como fueron el EVENT 201 y el "Gran Reinicio del Capitalismo" son anunciados en la propia web oficial del Foro de Davos, así que no hay mucho que ocultar ni nada que elucubrar para un 33% de los argentinos que ya se enteraron de todo esto y manifestaron su ausencia en los comicios al no encontrar un solo partido no cooptado por el relato hegemónico de la infectadura sanitaria.

Habrá que esperar para ver cuantos mas se despiertan de la Matrix, o seguirán conectados a ella, desesperadamente dependientes por sobrevivir "poniéndose la camiseta" del partido político de preferencia, pese a que desde Milei hasta Del Caño hacen campaña con "bozal" militando la agenda del Foro Económico Mundial.