La española Mireia Belmonte, bronce en 400m combinados, se clasificó para la final de los 200m mariposa, la que será su quinta final olímpica y en la que tendrá la oportunidad de colgarse el oro, el único metal que falta en su exitosa carrera.

Después de la alegría del primer día en la piscina (su bronce en los 400m combinados, que fue la primera medalla para España) y las decepciones por quedarse fuera de las finales de los 400m libres y los 200m estilos), la badalonesa tendrá una nueva oportunidad de tocar metal el miércoles.

Belmonte se clasificó para la final con el segundo mejor crono en las 'semis' (2:06.06), solo superada por la australiana Madeline Groves (2:05.66), pero la española fue nadó los primeros 100m más rápido que en las series matinales, donde marcó el mejor tiempo de todas las participantes (2:06.64), y logró un parcial similar en la segunda parte de la carrera, la que mejor domina y cuando el resto de las nadadoras suelen acusar el cansancio.

"Me encontré muy bien", señaló tras salir de la piscina.

"La australiana salió muy fuerte, pero eso me va a servir para hacer este miércoles una buena final", añadió Belmonte, que precisó que quiere "disfrutar" de la final.

"Lo que es seguro es que saldré de la piscina sin agua, lo voy a dar todo. Acabar fuerte en todas las carreras creo que es buena señal", concluyó.