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Los británicos pasarán por las urnas

05/11/2019 06:05 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

A la tercera va la vencida. Boris Johnson ha recabado los suficientes apoyos en Westminster para disolver las cámaras y convocar elecciones. Los británicos están llamados a las urnas el próximo 12 de diciembre, y la intención de Johnson es lograr una mayoría suficiente para poder gobernar

En lo que representa uno de los pocos éxitos que puede esgrimir Boris Johnson y el Partido Conservador Británico, mediante un proyecto de ley, obliga a celebrar una convocatoria electoral el próximo 12 de diciembre.

El resultado de la votación en Westminster ha sido apabullante: 438 escrutinios a favor y solo 20 en contra; así de amplia es la mayoría del que fuera alcalde de Londres.

Un proyecto largamente perseguido

A la tercera va la vencida: el parlamento, siguiendo los deseos del premier británico, ha aprobado un decreto por el cual los británicos serán llamados a las urnas el próximo 12 de diciembre.

Se trata de una nueva argucia de este graduado por Eton, que con el recurso del decreto esquiva la ley que obliga a que, para la convocatoria de elecciones, un tercio de los parlamentarios británicos tengan que dar su voto afirmativo.

El ardid del 10 de Downing Street se explica porque el ejecutivo de Johnson se había estrellado contra ese «muro» que es la ley FTPA.

Los laboristas cambian de opinión

Paradójicamente, esta vez Johnson si ha contado con el apoyo de dos tercios de la cámara, con lo cual le habría bastado con invocar la ley FTPA para lograr su objetivo, largamente deseado, de que los británicos acudan de nuevo a las urnas.

La mayoría la ha conseguido el Partido Conservador con el apoyo de los parlamentarios laboristas que lidera Jeremy Corbin, después de que en la primera votación la bancada socialdemócrata votase en contra.

En un do ut des los laboristas han utilizado su apoyo a la moción de Johnson como un cambalache con el que han logrado que la salida del Reino Unido de la Unión Europea se haga de una manera ordenada y pactada.

Además, el anunció del apoyo de los Liberal Demócratas y el Partido Nacionalista Escocés, que lidera la premier Nicola Sturgeon, añadía presión sobre el partido que liderase Tony Blair, que finalmente anunció que votaría de modo afirmativo.

Una salida ordenada

Como ya hemos explicado, en las negociones, que debajo de la mesa, han mantenido el partido de Johnson con los laboristas, se encontraba un BREXIT de común acuerdo con la Unión Europea.

Además, el brazo político de las Trade Unions también exigía, para que sus representantes votaran a favor de la moción, que la salida de la Unión Europea fuese en plazo suficiente para que no signifique una debacle para la economía de Gran Bretaña.

Eso implica, como ya se ha logrado, que el «gobierno» de Bruselas acepte una prórroga en la salida del Reino Unido de lo que en origen fueron las Comunidades Europeas.

Johnson busca reforzar su mayoría

Desde el 10 de Downing Street se busca, con la nueva convocatoria electoral, lograr una mayoría en el legislativo que reste presión al ejecutivo y que le permita tener una mayoría holgada que permita gobernar.

Convocar elecciones ha sido un objetivo largamente acariciado por Boris Johnson y por el Partido Conservador Británico, y después de tres intentos lo ha conseguido

Hay que tener en cuenta, que en el actual «escenario» en Westminster, el Partido Conservador está atado de pies y manos con una mayoría exigua cautiva de los diputados de los unionistas norirlandeses y de los del Partido Nacionalista Escocés.

En el proyecto conservador británico de abandonar la UE «a la francesa», esto es, dando un portazo, Boris Johnson lo ha intentado todo, inclusive intentar cerrar el parlamento para que este no pudiese debatir sobre el BREXIT.

Ese último intento a la desesperada fue impedido por el Tribunal Supremo del Reino Unido, máximo tribunal británico, que «tumbó» las pretensiones de Johnson.

A la tercera va la vencida

Convocar elecciones ha sido un objetivo largamente acariciado por Boris Johnson y por el Partido Conservador Británico, y después de tres intentos lo ha conseguido.

A cada salida, frustrada por el legislativo, sin acuerdo de la UE, Johnson ha intentado recabar el apoyo de dos tercios de la cámara para poder llamar a las urnas a los ciudadanos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

En el último intento de disolver las cámaras, Jonhson tuvo que probar el «plato amargo» de como los comunes y los lores impelían al ejecutivo, aprobando la Ley de Emergencia, a pedir a Bruselas una tercera prórroga para abandonar la UE.

El Corazón de Inglaterra, para ayudar a entender el BREXIT

Aunque algunos puedan pensar que citar la nueva novela de Jonathan Coe no viene a cuento en este artículo, la atenta lectura de El Corazón de Inglaterra nos puede permitir entender lo que bulle en la cabeza de Boris Johnson y su camarilla más próxima.

Con una fina ironía británica y con un humor que bien podría ser calificado como vitriólico, sigue, como en su anterior volumen El club de los canallas, realizando un relato magistral de la clase social a la que pertenecen Johnson y muchos políticos de espectro conservador.

En El Corazón de Inglaterra se nos muestra un elenco de políticos irresponsables, unos niños «pijos» que han vivido rodeados de privilegios desde su cuna, estudiado en las mejores universidades y han compartido los mismos clubes exclusivos.

Personajes fácilmente reconocibles

Por lo menos para aquellos que están al día de los vericuetos de la política británica y las líneas maestras de la misma desde el gobierno de David Cameron, al que la convocatoria del primer referéndum sobre la salida de la Unión Europea, le costó su «cabeza».

A pesar de que en ningún momento Jonathan Coe pone nombre ya apellidos a sus personajes, los rasgos de los protagonistas de su ciclo de novelas son tan evidentes que rápidamente pondremos filiación y rostro a sus alter ego reales.

Pero tanto El Corazón de Inglaterra como en El Club de los Canallas, pueden ser entendidas como un ejercicio de abrir en canal lo que es la sociedad inglesa de las últimas décadas y también un análisis forense del establishment británico.

Una sociedad partida en dos, sobre la cual revolotea un velo de racismo, velado en unos casos, y brutalmente presente en otros, y sobre todo un conglomerado humano con un cerval miedo al futuro, trufado con un inmovilismo que hace que cualquier cambio sea muy mal aceptado.

En lo que representa uno de los pocos éxitos que puede esgrimir Boris Johnson y el Partido Conservador Británico, mediante un proyecto de ley, obliga a celebrar una convocatoria electoral

Fuente - el diario / 10 de Downing Street en Wikipedia / Trade Union en Wikipedia / LA VANGUARDIA


Sobre esta noticia

Autor:
Gonzalo Sánchez Del Pozo (197 noticias)
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Tipo:
Reportaje
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