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El primer ministro británico, David Cameron, expresó este viernes su inquietud por la situación en Irak y su acuerdo con la decisión estadounidense de permitir bombardeos contra los extremistas, pero descartó sumarse a la operación.
"Estoy extremadamente preocupado por la horrible situación en Irak y la desesperación de cientos de miles de iraquíes", dijo Cameron en un comunicado. "Condeno totalmente los bárbaros ataques terroristas de la organización Estado Islámico (EI) en la región", agregó.
Cameron se felicitó de "la decisión del presidente [estadounidense Barack] Obama de aceptar la solicitud de ayuda del gobierno iraquí y de lanzar bombardeos puntuales, si es necesario", sentenció.
Sin embargo, un portavoz de la oficina del primer ministro aclaró: "No estamos planeando una intervención militar".