China abrirá el martes tres nuevas zonas francas comerciales, siguiendo el modelo de Shanghái lanzado hace menos de dos años, que, sin embargo, no consiguió cumplir con las expectativas creadas, informó este lunes la prensa estatal.

Estas nuevas zonas estarán situadas en las provincias de Guangdong (en el sur del país) y de Fujian (en el sureste), así como en la megalópolis portuaria de Tianjin, no muy lejos de Pekín, precisó el Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista chino. Cada zona cubre una superficie de unos 120 kilómetros cuadrados.

Estas áreas, destinadas a impulsar los intercambios comerciales en el país, buscan reproducir la experiencia de Shanghái, cuya zona franca fue inaugurada en septiembre de 2013 como una especie de laboratorio de las reformas económicas y financieras chinas.

Con todo, las empresas extranjeras han dado muestras de su decepción ante este proyecto, argumentando que la zona no goza de mucha visibilidad y que todavía hay muchos sectores económicos que tienen vetada la entrada en la zona, a pesar de que muchas firmas han podido instalarse sin necesidad de contar con un socio chino, como ocurre en el resto del país.