Hoy he vuelto a realizar, uno de esos postres tontos y fáciles, con presentación espectacular, además con un estupendo contraste de sabores.

Ingredientes (2 personas):

½ kg de sandía sin semillas

4 hojas de gelatina

100 g de azúcar

1 naranja

1 plátano

1 yogurt natural sin azucarar

Azúcar glasé

Escamitas de chocolate (para decorar)

Preparación:

Lo primero que tendremos que realizar son las figuritas gelatinizadas de sandía, que con las cantidades que os pongo os saldrán más (a mí me salieron 12), pero se pueden guardar en el congelador y usarlas cuando nos plazca.

Hidratamos la gelatina según las instrucciones del fabricante.

Generalmente colocarlas en agua y esperar que se hidraten.

Mientras troceamos y trituramos la sandía.

Colocamos la sandía en una cazuela, junto el azúcar y la llevamos a ebullición, removiendo de cuando en cuando.

Retiramos del fuego y le añadimos la gelatina escurrida, damos unas vueltas para que la gelatina se disuelva bien.

Repartimos en moldes de silicona y guardamos, cuando se enfríe, introducimos en el frigorífico durante un día (o hasta que se solidifique).

Una vez bien sólida, desmoldamos y colocamos una figurita en cada cazuelita de barro, entre las cuales habremos repartido con anterioridad el yogurt en su fondo.

En este caso aproveche figuritas de sandía con forma de coche, que tenía guardadas en el congelador.

Pelamos el plátano, cortándolo a rodajas, colocándolo alrededor de la figurita de sandía.

Pelamos y troceamos la naranja, colocándola alternada con las rodajas de plátano.

Espolvoreamos con azúcar glasé.

Decoramos con las escamas de chocolate.

Preparamos con 2 o 3 horas de antelación para dar tiempo a que el cochecito de sandía se nos descongele.

Servir frío.