El adolescente palestino, cuyo secuestro y asesinato provocaron tres días de violentas protestas, fue quemado vivo, según los resultados iniciales de la autopsia, divulgados este sábado por medios de comunicación palestinos.

Mohamad Abu Jdeir, de 16 años, fue secuestrado en Shuafat, un barrio de Jerusalén Este. Su cuerpo calcinado fue hallado horas más tarde en un bosque al oeste de Jerusalén, en un aparente acto de venganza por el asesinato de tres jóvenes israelíes. Los forenses encontraron humo en sus pulmones, lo que significa que estaba vivo cuando fue quemado, informó la agencia Maan, que cita al fiscal general de los Territorios Palestinos, Mohamed Aluweiwi. Abu Jder sufrió también un golpe en la cabeza, pero esa contusión no causó su muerte, añadió Aluweiwi.

La policía israelí dijo eset sábado que por el momento no pueden confirmar si el asesinato del menor fue en represalia por el asesinato de tres jóvenes israelíes, que fueron secuestrados el 12 de junio cerca de Hebrón, en el sur de la Cisjordania ocupada, y sus cadáveres fueron encontrados el pasado lunes. Se están investigando "todas las posibilidades", indicó a AFP un portavoz.

El funeral del adolescente el viernes, en el que participaron miles de palestinos, se vio acompañado de disturbios en Jerusalén Este, en el tercer día consecutivo de violencia desde el hallazgo de su cadáver. Los disturbios se propagaron este sábado a tres localidades árabes israelíes del centro y del noreste de Israel.

Dos cohetes han sido lanzados este sábado desde la Franja de Gaza contra Israel, anunciaron el ejército y la policía. Según un portavoz militar israelí, los dos cohetes disparados este sábado desde la Franja de Gaza cayeron en un terreno baldío sin causar daños. Fueron precedidos durante la semana por salvas de proyectiles palestinos, seguidas de ataques en represalia.

Israel envió refuerzos cerca de Gaza en una seria advertencia al movimiento islamista Hamas, que controla este pequeño territorio. Un responsable de Hamas anunció sin embargo el viernes que Egipto está mediando para poner fin a la escalada entre las dos partes.