¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Fran Laviada escriba una noticia?
Si muchas personas se detuvieran por un momento a pensar, la cantidad de tiempo que lamentablemente pierden a lo largo de su vida, se quedarían asustados del número de oportunidades que han desperdiciado, por quejarse en vez de actuar.
Si una persona tiene el atrevimiento suficiente para afrontar un reto difícil, nunca puede dejar que el miedo le impida disfrutar de lo que ha conseguido, ya que el valor del riesgo siempre ha de servirle de coraza protectora contra cualquier temor. Inmediato.
Siempre hemos de hacer lo posible para ayudar a quien lo necesita, mientras tengamos medios para ello, pero hay que tener cuidado con aquellos que pretenden aprovecharse de forma descarada de nuestra generosidad.
Si uno, en verdad piensa, que es inteligente, no tiene motivos para avergonzarse, siempre que la valoración, sea real. La inteligencia no es un pecado, muy al contrario, si se sabe utilizar correctamente, es una auténtica bendición. Lo que si resulta peligroso, es creerse excesivamente inteligente, sobre todo cuando uno es más bien tonto, en este caso, el riesgo de hacer el ridículo, es muy alto.