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El juicio por los crímenes de Gdeim Izik puede quedar visto para sentencia este mismo viernes. Hechos incuestionables: 13 asesinados, 9 de ellos militares marroquíes. Fiscal y defensas han actuado en igualdad de condiciones, es la hora del Tribunal
El juicio casi está para quedar visto para sentencia. La fiscalía mantiene sus acusaciones, individualizadas, vinculando hechos concretos a personas concretas. La defensa, por su parte, reconoce que en Gdeim Izik SE PRODUJERON CRÍMENES GRAVES que deben ser investigados aún puesto que los acusados, en esta ocasión, no son los autores de los mismos. Esta es la crónica de una jornada DECISIVA del juicio.
Durante la sesión del juicio por los crímenes de Gdim Izik, ocurridos en el otoño de 2010 en la provincia marroquí de El Aaiun, se ha puesto al descubierto que las protestas iniciales del campamento respondían a demandas sociales, razonables, que incluso comenzaron a ser atendidas por el Gobierno de Marruecos. Así fue hasta el extremo de que se iniciaron negociaciones para atender las reivindicaciones sociales, que en el inicio, nada tenían que ver con las cuestiones del Frente Polisario y sus obsoletas demandas de independencia.
Los acontecimientos -extraordinarios en sí mismos- sin embargo fueron discurriendo con cierta normalidad; hasta que el campamento fue penetrado por unos, en palabras del Fiscal, 70 activistas que llegaron al lugar procedentes de "un país extranjero", cuyo nombre no fue citado expresamente por el procurador del Reino.
Estos activistas habrían estado liderados por, de entre los acusados -siempre según la acusación pública- Enaama Asfari, con la destacada colaboración de otros de los 23 acusados en el juicio.
Mientras en las negociaciones entre las autoridades marroquíes y los responsables vecinales que protestaban en el campamento se llegó a un punto de equilibrio tal que, incluso se llegó al acuerdo de desmantelar el campamento; el activismo presuntamente de los acusados y de elementos foráneos, organizaron toda una operatividad bajo el juramento de enfrentarse contra las fuerzas del orden en caso de que llegaran a actuar. Hubo un reparto de 'roles' para dirigir las acciones violentas, reparto de armas blancas, encargo de tareas en cuanto a la utilización de bombonas de gas incendiarias o explosivas y cocteles molotov.
La intensificación de los mensajes orientados incluso 'a causar el mayor número de muertes entre los militares' determinó la actuación de las autoridades marroquíes.
La víspera hubo reuniones de quienes se habían autoconstituido en 'policía y milicianos del campamento', según las investigaciones realizadas -seguramente incluso con infiltración en el área-.
La mañana el 10 de octubre se inició el desmantelamiento por parte de las fuerzas del orden. Previamente desde helicópteros con altavoces se solicitó a la gente que lo abandonara, se instalaron autobuses para que la gente volviera a El Aaiun, la mayoría de la gente -temerosa incluso por las consignas violentas que se habían producido horas antes dentro del campamento- decidieron salir de allí...Unos aprovecharon los transportes públicos, otros lo hicieron en sus propios vehículos. Finalmente quedaron allí un grupo de violentos que actuaron con un desprecio absoluto, respecto de cualquier autoridad ni orden o petición que la misma hiciera. Comenzaron los ataques con piedras, lanzamientos de bombonas de gas incendiadas.
Desde el punto de vista técnico-operativo las fuerzas del orden que intervinieron en el campamento, de lo que se desprende de las imágenes, no estaban especializadas en abordar movilizaciones de orden público. Muchos eran jóvenes soldados, sin experiencia y no iban armados. Su cometido era desmontar las jaimas en el campamento, una zona de gran superficie. El despliegue táctico fue mejorable pues, mientras que unos grupos de miembros de las fuerzas del orden comenzaban a desmontar las jaimas; otro se desplegaba por el lugar. Un pequeño grupo fue rodeado y atacado de forma brutal, fueron apaleados y abatidos, heridos de gravedad...las imágenes muestran un ensañamiento absolutamente desaforado. Tal grado de violencia empleaban algunos individuos que hasta hubo mujeres que trataron de impedirlo, sin conseguir su objetivo. Las pedradas y golpes contra los cuerpos heridos de los militares se prolongaron durante minutos. TODO QUEDÓ GRABADO.
Las fuerzas del orden pudieron registrar jaimas en las que se centraba la actividad de algunos de los acusados. Dentro de ellas se incautaron de miles de dólares americanos y una cantidad, aun mayor, de Dinar de Argelia. Las fuentes de inteligencia ponen de manifiesto que hubo 'pagos en metálico' desde procedencia 'extranjera' a los activistas más violentos, pero se negaron a precisar el país.
Lo cierto es que, tal como hemos informado en otras ocasiones, días antes del campamento de Gdeim Izik se produjeron en Argel (Argelia) dos conferencias. Una oficial, y con participación de partidos políticos españoles, y otra paralela en la que se acirdaron medidas de presión y activismo en territorio marroquí; en estas cumbres participaron algunos activistas que luego se incorporaron al campamento de Gdeim Izik. Por cierto, que antes de este campamento intentaron levantar otros dos que fracasaron, uno de ellos en la ciudad marrquí de Smara, al Sur del denominado 'Sáhara Occidental'.
Entre los elementos más agresivos pudieron verse uniformes milicianos similares a los empleados por el Frente Polisario.
Paralelamente, con especial intensidad, elementos colaboradores del Frente Polisario, desde el propio campamento y El Aaiun distribuyeron fotos falsas de supuestas víctimas incluyendo la imagen de niños -heridos y muertos- que imputaban a acciones de los militares marroquíes; finalmente quedó demostrado que en realidad esas imágenes se correspondían con las víctimas de un ataque de Israel sobre Palestina, muchos meses antes. Igualmente lanzaron a los medios de comunicación españoles una foto con una familia completa asesinada; dijeron que habían sido asesinados en el interior de su vivienda por los militares de Marruecos en El Aaiun, a las pocas horas, tanto por las fotos de los niños como las de esta familia (familia Rachidi de Casablanca), los medios de comunicación españoles, que se habían lanzado sin el mínimo rigor periodístico, a hacer seguidismo de las informaciones facilitadas por 'fuentes cercanas al Frente Polisario' tuvieron que pedir disculpas; todos lo hicieron menos la cadena española Antena 3 TV, que llegó a decir que era 'una exclusiva'. La mentira, aunque la diga un periodista, suele tener las 'patas cortas' pues los parientes de la familia Rachidi, cuya imagen fue vinculada a lo de Gdeim Izik, plantearon una demanda contra la cadena española de televisión ante el Tribunal federal de Bélgica (país en el que residen tales parientes), siendo la empresa periodística condenada a pagar decenas de miles de euros por los daños morales.
El fiscal pormenorizó las acusaciones, mientras que la defensa dijo que no había pruebas suficientes de cargo, La cuestión está en manos del Tribunal
En realidad la familia Rachidi fue asesinada en el transcurso de un suceso común, ya que fue un familiar enajenado el que cometió el asesinato múltiple en Casablanca, a dos mil kilómetros de El Aaium, meses antes.
Mientras en el campamento y en la ciudad la violencia desplegada causaba muertes y heridos, 13 muertes violentas y más de 150 heridas de diversa consideración.
El relato del Fiscal en la mañana de este jueves fue sistemático y cumplió con los estándares de lo que debe ser una acusación. Los delitos que se imputan a los 23 acusados son: a) Pertenencia a banda armada b) Utilización de la violencia contra los representantes de la fuerza pública en el ejercicio de sus funciones. c) Ocasionar la muerte por empleo de la violencia de agentes marroquíes, que se imputa a 12 de los acusados. d) Profanación de un cadáver respecto a 2 de los acusados. e) Atentar contra la seguridad interior de Marruecos.
Aunque unos determinados activistas que asisten como supuestos observadores internacionales preconizaban una acusación general y no individualizada, lo cierto es que el fiscal durante más de dos horas de relato pormenorizado fue imputando cada delito, circunstancia, indicios y elementos de prueba contra cada acusado.
Finalizó su exposición, y eso llamó la atención de buena parte de los observadores, pidiendo la condena para cada uno de los acusados por los hechos imputados 'dejando a criterio del tribunal la extensión máxima de la pena que deberían cumplir en caso de que fueran considerados culpables'. Las fuentes jurídicas consultadas indican que, muy probablemente, no se llegará a incluir la cadena perpetua, aunque ésta figura existe en el ordenamiento jurídico de Marruecos. También existe, en teoría, la pena capital, aunque con la monarquía de S.M. Mohamed VI, tal medida condenatoria no ha sido activada jamás.
LA DEFENSA: "DEBE ABRIRSE UNA INVESTIGACIÓN"
Por la tarde fue el turno de las defensas, y la más clara fue la ejercida por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos. El abogado, que durante el conjunto de las sesiones se ha mostrado vehemente y muy seguro de sus posiciones, reconoció lo fundamental del caso "En Gdeim Izik se produjeron unos crímenes muy graves, pero todo debe ser investigado de nuevo, porque los acusados (en el juicio) no fueron los autores". El abogado planteó claramente una pregunta "¿Cómo es posible que una protesta social fuera penetrada por elementos llegados desde Argelia?" y solicitó que se investigara quienes fueron los participantes en el Conferencia de Argel que pudieron participar en los actos violentos de Gdeim Izik.
Igualmente, el abogado, puso de manifiesto que el despliegue operativo de las fuerzas del orden no fue el adecuado, soldados sin experiencia, destacando el hecho de que los mismos "NO FUERAN ARMADOS".
Consideraba el abogado que el juicio militar se celebraba bajo el formato de un 'tribunal de excepción' y que se estaba 'degollando la Constitución de 2011'.
COMPETENCIA DEL TRIBUNAL MILITAR Y OTROS ARGUMENTOS DE LA DEFENSA
La competencia del Tribunal Militar Permanente ha sido uno de los caballos de batalla de las defensas que, reiteradamente, han manifestado que no era el tribunal competente para entender del caso y denunciaba que el mismo no encajaba en la nueva Constitución.
No obstante, tanto el Tribunal, como el Fiscal asumieron con claridad la competencia del mismo basándose en el ordenamiento jurídico interno de Marruecos que encomienda el enjuiciamiento de casos en los que hayan sido asesinados militares en el ejercicio de sus funciones al Tribunal Militar Permanente.
Otras de las alegaciones de la defensa han estado referidas a la falta de pruebas respecto de los acusados, a que las detenciones realizadas en su día fueron arbitrarias y que, en sede policial, algunos acusados fueron maltratados y no contaron con garantías suficientes.
El juicio continuará a lo largo de este viernes y, con una alta probabilidad quedará visto para sentencia a lo largo de la tarde o de la noche.