Os delegados de la cumbre EEUU-África prevista la semana próxima en Washington que provengan de los países afectados por el virus del Ébola serán sometidos a controles médicos a su llegada a Estados Unidos, anunció el viernes el presidente Barack Obama.

"Nos aseguraremos de hacer los controles allá cuando abandonen sus países (...) aunque tengan un mínimo, infinitesimal riesgo de haber sido expuestos de alguna manera", dijo el mandatario en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, sin precisar los ciudadanos de qué países estarían sometidos a esta medida.

Añadió que se hará una "revisión adicional" a su llegada a suelo estadounidense para asistir a una cumbre sin precedentes, en la que participarán 50 jefes de Estado del continente africano.

El evento comenzará el lunes 4 de agosto y finalizará el 6.

Hasta ahora, este virus que provoca dolores, fiebre, vómitos, diarrea y sangrados ha matado al 60% de los infectados desde marzo, es decir a 700 personas, y se ha concentrado en Guinea, Liberia y Sierra Leona.

La Organización Mundial de Salud advirtió el viernes que la epidemia --contra la cual no hay vacuna-- podría propagarse sin control, causando pérdidas humanas "catastróficas".

"Estamos seguros de que los procedimientos que hemos establecido son los apropiados", insistió Obama, quien trató tranquilizar a la opinión pública asegurando que el virus del Ébola no se transmite fácilmente.

"La clave es identificar, poner en cuarentena, aislar a aquéllos que lo contraen y asegurarnos de que se toman las medidas para evitar la transmisión", dijo.

El gobierno estadounidense, conjuntamente con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y otras agencias sanitarias, también planea aumentar la