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Activistas humanitarios anunciaron hoy una eventual denuncia ante instancias internacionales en contra del Estado de Nicaragua por “tráfico de influencias”, tras otorgar libertad condicional a un procesado por violación sexual. La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) informó a la prensa local que la libertad condicional a favor de Farington Reyes, condenado a cuatro años de prisión por violación sexual, ha creado “un grave precedente” por “el tráfico de influencia”. Se trataría “de un total retroceso para la justicia nicaragüense”, un fallo a favor de un condenado por delitos sexuales, agregó la CPDH. Las leyes “han quedado en el papel, no se aplica y se busca el tráfico de influencias y la corrupción”, expresó. Fátima Hernández, la supuesta víctima, dijo que el proceso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), ya tiene adelantado “el 40 por ciento de la documentación” para entablar la demanda con el apoyo de organismos humanitarios. La juez Primero de Ejecución de Sentencia y Vigilancia Penitenciaria, Roxana Zapata, otorgó el beneficio del régimen de convivencia familiar a Reyes, quien cumplía cuatro años de cárcel por el delito en perjuicio de Hernández. En julio de 2010, la Corte Suprema redujo la pena de ocho a cuatro años de prisión, en una decisión repudiada por las organizaciones feministas en Nicaragua. El abogado de Hernández, Manuel Urbina, declaró a un noticiero de televisión que los organismos internacionales son la única instancia por recurrir después que se cerraron todas las posibilidades en Nicaragua. Matilde Lindo, de la Red de Mujeres contra la Violencia, lamentó “el retroceso” de la justicia nicaragüense por “tráfico de influencias cuando el violador tiene renombre”. El mensaje “es negativo” para la sociedad y las mujeres, porque “los violadores saben que pueden violar y gozar de libertad”, agregó. Fátima Hernández y su padre han protagonizado huelgas de hambre en las afueras de la Corte Suprema de Justicia en Managua para exigir justicia. Se declaró “golpeada” por la sentencia y “decepcionada del Poder Judicial”, porque “no prevalece la justicia sino las influencias, las amistades”.