La autoridades turcas detuvieron este martes a 33 policías acusados de realizar escuchas ilegales de las conversaciones del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y de personas de su entorno, informó un canal de televisión.

Los 33 policías fueron detenidos en 13 provincias diferentes del país, según la televisión privada NTV, por lo que continúa la purga en el seno de la policía y de la magistratura.

La operación se inició con una redada de madrugada en Estambul y siguieron otras en varias ciudades del sureste, de mayoría kurda.

Se trata de una nueva operación contra el movimiento del antiguo aliado de Erdogan, Fathullah Gulen, tras el escándalo de corrupción que estalló el año pasado y que salpicó al primer ministro y a su círculo más cercano.

La semana pasada, 31 policías, incluidos altos cargos, fueron inculpados por varios cargos, como el de formar y dirigir una banda criminal, espionaje, escuchas ilegales y falsificación de documentos.