Los diamantes son las piedras más codiciadas del planeta. Durante siglos, la piedra ha sido objeto de búsqueda por la humanidad, justificando peligrosos viajes e incluso atrocidades vergonzosas. Sin embargo, independientemente de los medios por los que se hayan obtenido, hay diamantes bastante bonitos y brillantes alrededor que a lo largo del tiempo han ido cayendo en diferentes manos. De los aproximadamente $13 mil millones al año de diamantes en bruto extraídos, sólo uno o unos pocos en un par de décadas pasan a hacer historia. En este artículo les ofrecemos una lista de 10 piedras en bruto sin cortar colosales que se han encontrado en los últimos cien años o antes.

El Jonker

Llamado así en honor a la persona que lo encontró: Johannes Jacobus Jonker. Este diamante masivo se encontró en Sudáfrica, lugar que produce los diamantes más caros del mundo. Se encontró en 1934 y se dice que fue roto en 13 trozos irregulares al sacarlo de su sitio. De los trozos, el más grande todavía pesa un increíble cantidad de 142, 9 quilates. Esta es una piedra impecable certificada por el GIA como de categoría “D” y tendría un valor actual de 3, 7 millones de dólares. Antes de que la piedra se rompiera en 13 pesaba unos 726 quilates.

El Jubileo de Oro

Encontrada también en Sudáfrica, este diamante es aún más grande que el anterior. Con un peso masivo de 766 quilates, y se fue directamente al Vaticano desde el laboratorio, en concreto se entregó al Papa Juan Pablo II. Esta piedra tiene un valor actual del mercado de aproximadamente 12 millones de dólares. Los especialistas tardaron varios años en cortar y lijar la piedra hasta adquirir  la forma actual. Tras el retoque final, la piedra se redujo a 545, 67 quilates de su peso bruto. Hoy en día, la familia real de Tailandia es el orgulloso propietario de esta belleza.

El río Woyie

Un diamante con un peso de 777 quilates fue pescado en el río Woyie en África en el año 1945. El orgullo de Sierra Leona, esta piedra dio para hacer 30 diamantes, todos de una calidad impecable y perfectamente incoloro. No se sabe dónde se vendieron estas piedras pues forman parte de los famosos diamantes de sangre de Sierra Leona. Una cosa es cierta, las piedras nunca llegaron a las estanterías de ninguna joyería.

El diamante de 890 quilates

Cuando hablamos de diamantes grandes, sólo podemos ir “in crecendo”. Este diamante fue encontrado por una niña aborigen en el Congo en 1989. Pesa alrededor de 170 gramos. El tío de la niña lo vendió a un comerciante de diamantes por una buena cantidad de dinero, aunque obviamente no lo que valía. Posteriormente, la piedra terminó en Amberes, una ciudad en Bélgica muy conocida por sus diamantes. Los especialistas de Amberes se encargaron de cortar y dar forma al diamante durante años, dividiéndolo en pequeñas gemas. De ellos, a una pieza se le dio una forma triangular inusual  que fue muy popular en el mercado. Su peso es de 407.48 quilates y fue puesta a la venta en eBay en el año 2002. El resto se empleó en pendientes de marca.