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La Fiscalía de Marruecos considera que los dirigentes de la matanza de los once policías marroquíes y un miembro de Protección Civil en Gdeim Izik, en las inmediaciones de El Aaiún, al Sur de Marruecos, en noviembre de 2010 se entrenaron y financiaron en Argelia
Los cuerpos de alguno de los cadáveres y heridos de los policías marroquíes atacados quienes actuaron desarmados en el Campamento de Gdeim Izik
Los dirigentes de las acciones que condujeron al asesinato de once servidores públicos marroquíes en los sucesos de Gdeim Izik, en noviembre de 2010, habrían recibido previamente instrucciones y financiación en Argelia, según se pone de manifiesto en las investigaciones realizadas por parte del Ministerio Fiscal del Reino de Marruecos. Los hechos están siendo enjuiciados por la Corte de Apelaciones de Rabat y por los mismos hay 23 acusados en las sesiones. Uno de los acusados en su día permanece huido y refugiado, con estatus de asilado, en España, se trata de Hassanna Aalia.
Según la acusación penal, alguno de los detenidos como instigadores de aquellos terribles sucesos reconocieron ante la Policía Judicial que la organización del campamento donde se produjeron los asesinatos “fue planificada y preparada fuera de Marruecos, en una reunión mantenida en Argelia a la cual asistieron unas setenta personas que habrían sido preparadas y entrenadas por elementos del Frente Polisario”, igualmente desde Argelia habrían recibido importantes cantidades económicas para ejecutar sus planes. En el momento del desmantelamiento del campamento, realizado por elementos de las fuerzas del orden marroquíes que iban sin armamento, hallaron en las jaimas de alguno de los acusados diferentes cantidades económicas en dinero argelino y dólares.
Según la acusación pública los acusados, en diferentes grados de participación, habrían reconocido alguna de las conductas que se les imputa y acusaron a quienes dirigieron los ataques a los policías y al miembro de Protección Civil. Aquella jornada luctuosa se cerró con once asesinatos y con la grabación de como degollaban a alguna de las víctimas y profanaban sus cadáveres.
Todo se preparó durante un congreso celebrado en Argelia, según el ministerio Fiscal
Mientras se realizaban las vistas de las cuestiones previas, hace unas semanas, el acusado número 24, quien está refugiado en España manifestaba en medios de comunicación -el 17 de enero- que “Gdeim Izik fue algo muy grande para todas las personas saharauis. Los días más bonitos y felices de mi vida”. Lo cierto es que -independientemente de quienes sean los autores- aquellos “días bonitos y felices” para Hassanna Aalia fueron escenario de algunas conductas criminales que se manifestaron de forma abyecta, como se evidencia cuando se observan las imágenes de como los atacantes orinaban sobre los cuerpos de las víctimas que bien habían muerto o agonizaban tras ser arrollados por los vehículos todo terreno y 4x4 que fueron usados como armamento para arrollar y matar a los policías marroquíes.
Las defensas de los acusados dicen que “no hay pruebas que soporten las acusaciones de las que son objeto sus defendidos” y apuntan, casi siempre de manera sutil, pero también de forma más evidente, que se trata de un juicio político por la cuestión del diferendo del Sáhara Occidental y se remiten a que uno de los detenidos fue objeto de torturas por las fuerzas policiales, llegando a citar que existen dictámenes de que tales torturas han quedado probadas, pero se remiten tan sólo a un dictamen de una organización sin que se hayan practicado pruebas de tales hechos.