Ecuador envió a Italia una comisión encabezada por el canciller Ricardo Patiño para tratar el dramático caso de decenas de niños que han sido separados de sus padres migrantes por una estricta ley de protección de menores.

"En Génova, 55 niños han sido separados de sus hogares y 1.062 cuentan con seguimiento del servicio social", dijo la viceministra de Movilidad Humana, María Landázuri, en una entrevista con el diario El Telégrafo publicada el domingo.

Mientras en Milán, agregó, hay 58 menores, y en Roma otros 57 que están bajo vigilancia de las autoridades de protección familiar, que llegado el momento pueden determinar el retiro de su custodia a los padres.

A raíz de ello, una comisión ecuatoriana encabezada por Patiño y la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, viajaron a Italia para reunirse con autoridades italianas a partir de este lunes.

"La misión ecuatoriana se entrevistará con Alcaldes, Presidentes de los Tribunales de Menores y el Ministro de Justicia italiano", informó cancillería en su página web.

Los funcionarios, que permanecerán en Italia hasta el miércoles, prevén "evaluar en conjunto los procesos de niños, niñas y adolescentes ecuatorianos que han sido separados o tienen problemas de tutela con sus familias".

El caso de las madres ecuatorianas que perdieron la custodia de sus hijos en Italia fue denunciado en abril, cuando el presidente Rafael Correa, de visita en Génova, dijo que los procesos afectaban principalmente a madres desempleadas y les ofreció asistencia judicial.

"La pobreza sería una causa de alejamiento de sus hijos e hijas, lo cual nos parece absolutamente injusto", señaló Landázuri, y agregó que el problema "tiene varios años" pero no se había denunciado porque las madres "tenían miedo de contar sus historias".

Destino de miles de migrantes ecuatorianos, Italia cuenta con un estricto marco de protección de menores que permite el retiro de la custodia a sus padres por abuso de la patria potestad o "conducta perjudicial".

En agosto una fuente de la embajada de Italia en Quito que habló bajo reserva con la AFP dijo que la legislación del país europeo "se aplica también a niños italianos" y aclaró que "no es una legislación hecha para migrantes".