La administración del presidente Barack Obama anunció este miércoles un endurecimiento de las normas para emisiones de ozono, un contaminante responsable de enfermedades respiratorias que afectan a millones de estadounidenses.

La agencia de protección del medio ambiente (EPA) propuso limitar las emisiones de ozono, también llamado "smog", entre 65 y 70 partes por millón (ppm) contra los 75 ppm permitidos actualmente, lo que representa una reducción del 7 al 13%.

Bajo la ley para proteger el aire de 1970, la EPA tiene que revisar los límites en materia de contaminación del aire cada cinco años, un procedimiento en el que un grupo de expertos independientes realizan sus recomendaciones.

La última actualización de las normas fue en 2008.

"La reducción de los límites de contaminación por ozono en base a los últimos avances científicos permitirá purificar nuestro aire y proteger a los más vulnerables", declaró la administradora de EPA, Gina McCarthy.

Un millar de estudios examinados por los científicos consultados por la EPA indican que una exposición a niveles de ozono aunque sea inferior a 75 ppm es nefasto para el sistema respiratorio, provocando asma o agravándolo y está vinculado a muertes prematuras.

El ozono es un contaminante que se forma en la base de la atmósfera como resultado de la radiación solar, que provoca una transformación fotoquímica de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles emitidos por los tubos de escape de vehículos, industrias, centrales de carbón y ciertos solventes y pinturas.

Según el análisis de la agencia, se espera que los nuevos estándares permitan prevenir entre 320.000 a 960.000 crisis de asma y evitar de 750 a 4.300 muertes prematuras de adultos.

Estas nuevas normas fueron criticadas por los grandes grupos de industriales, como la patronal American Chemistry Council.

"El crecimiento del sector manufacturero podría retroceder o incluso detenerse en algunos estados", advirtió esta asociación, que representa el sector químico.

Esta agrupación considera que "el límite de 75 ppm para las emisiones de ozono ya es la más estricta jamás impuesta en Estados Unidos y ni siquiera se aplica en todo el país".

Las nuevas normas de la EPA entrarán en vigor después de un periodo de consultas de 90 días.