Por: Daniel Paez

Ricardo SantanaMontecristiAl menos cien haitianos indocumentados fueron detenidos ayer por miembros del Ejército Nacional que los sorprendieron cuando caminaban a pie por el monte hasta la ciudad de Santiago.

Los haitianos, al ser detenidos, dijeron haber pagado a los "poteas", como se conoce en Haití a los traficantes de personas, entre 3, 500 y 4, 000 pesos para que los trasladen desde Puerto Príncipe y otras ciudades haitianas hasta la frontera.Asimismo, comunicaron que pagaron hasta 50 pesos a los traficantes para que los ayudaran a cruzar la frontera y que, como algunos no disponían de dinero y las personas que se dedican a transportarlos desde Dajabón hasta Santiago y otras localidades se negaron a hacerlo por la presencia militar, decidieron hacer la travesía a pie.

Según las autoridades castrenses, 27 de los inmigrantes fueron detenidos mientras caminaban por el monte e inadvertidamente cruzaron por la cercanía del puesto de control militar del Copey de Montecristi.Dijeron a los investigadores militares que, ayudados por un "potea" lograron cruzar la frontera por el río Masacre y la Laguna de Saladillo, en el municipio Manzanillo, de la provincia Montecristi.La mayoría informó que su intención era llegar a Santiago para tratar de acogerse al Plan de Regularización de Extranjeros que aplica el gobierno dominicano.Otros 73 haitianos fueron arrestados ayer por efectivos del Ejército Nacional en los puntos de controles militares de Santiago de la Cruz, Los Miches, La Vigía, Cañongo y Las Matas de Santa Cruz, en las provincias de Dajabón y Montecristi.Muchos de los haitianos dijeron que decidieron viajar de manera clandestina hasta República Dominicana, porque recibieron informes de que todos los extranjeros que se encuentran viviendo de manera ilegal en este país se les están dotando de documentos permanentes y que lo mismo están haciendo con sus hijos.Kilimpin Pierre, uno de los inmigrantes detenidos, reveló que su intención era conseguir sus documentos y luego traer desde Haití a su esposa y a sus cuatro hijos para declararlos aquí y ponerlos a estudiar, ya que en su país no tiene la posibilidad de lograrlo.También refirió que su intención no era establecerse definitivamente aquí, sino mantener junto a su esposa un intercambio de comercio entre su país y República Dominicana.