Las autoridades penitenciarias de Guatemala localizaron este sábado a tres reos asesinados supuestamente por pandilleros en una prisión de máxima seguridad ubicada al este del país, informó una fuente oficial.

Los reclusos, que no han sido identificados, fueron localizados muertos y con señales de tortura en los baños de la cárcel El Boquerón, ubicada en la ciudad de Cuilapa, unos 70 km al sureste de la capital, precisó a periodistas el alcaide del reclusorio, Henry Mangadi.

Explicó que el hallazgo se hizo luego de que las autoridades realizaron el conteo respectivo de los reclusos la mañana de este sábado y notaron la ausencia de las tres personas, pero al hacer una revisión los encontraron muertos.

Según la prensa local, los fallecidos son parte de los reos denominados "paisas", que no pertenecen a ninguna pandilla o "mara" sino que son parte de alguna banda criminal o del crimen organizado.

En ese centro penitenciario están recluidos 517 reos, entre ellos 208 pandilleros de la Mara Salvatrucha, 284 miembros de los denominados "paisas" y 25 reclusos más que se encuentran aislados por su alta peligrosidad.

El pasado 29 de julio, un tribunal guatemalteco condenó a 58 años de cárcel a nueve jefes pandilleros de la Mara Salvatrucha por los asesinatos de dos personas ordenados desde esa prisión, aunque la fiscalía los acusaba de 32 crímenes del total de 600 que le imputa y por lo que están pendientes de nuevos juicios.

Los padilleros integran el grupo conocido como Consejo de los Nueve, la máxima jerarquía de la Mara Salvatrucha, el cual se formó en ese reclusorio en 2010 y desde ahí ordenaba los asesinatos de personas que se negaban a pagar extorsiones, en especial comerciantes y choferes de autobuses, así como integrantes de pandillas rivales.

Por otra parte, las autoridades de otra cárcel de máxima seguridad, ubicada en el departamento de Escuintla, 75 km al sur de la capital, localizaron ahorcado a otro reo, pero se desconoce si tiene relación.

En Guatemala, así como en El Salvador y Honduras, operan pandillas que controlan barrios marginales y son frecuentes los enfrentamientos a muerte entre grupos rivales para dominar territorios.

Las más poderosas son la Mara Salvatrucha y Barrio 18, cuyos miembros son enviados, tras su detención, a prisiones separadas para evitar conflictos.