¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que El Sanluicero escriba una noticia?
La verdad es que resultó penoso y lastimoso ver a Fefita La Grande arrodillada en el programa "Con Domingo y El Pachá", pidiendole perdón al consulado norteamericano, en procura de que le vuelvan a dar su visa de trabajo para viajar a los Estados Unidos. Cierto es que ella se merece una segunda oportunidad, pero no hay que llegar a eso. A Fefita le ha faltado la gestión de alguien con verdadera influencia para que resuelva su problema, como lo hizo Fernando Villalona, cuando estaba impedido de entrar a territorio norteamericano, y como lo han hecho otros empresarios que han sido perdonados por las autoridades de la gran nación. El dramatismo de Fefita da ganas de llorar... (Joseph Cáceres)