El tenista español Feliciano López se despidió este martes en octavos de final del torneo de Wimbledon al caer ante el suizo Stanislas Wawrinka, quinto favorito del torneo, en un partido que acabó con ambos enzarzados en una agria discusión.

Wawrinka se impuso por 7-6 (7/5), 7-6 (9/7) y 6-3 en casi dos horas de partido y se medirá en cuartos de final a su compatriota Roger Federer. Es la primera vez que dos suizos disputan los cuartos del torneo londinense del Grand Slam.

López y Wawrinka se habían enfrentado en cinco ocasiones y el suizo había vencido en tres, pero nunca se habían medido en hierba, la superficie favorita del toledano. López venía de conquistar el torneo sobre hierba de Eastbourne y ha alcanzado en tres ocasiones los cuartos de final de Wimbledon, su mejor torneo del Grand Slam.

El partido fue el propio de dos buenos sacadores. Ambos se anotaban todos los juegos con su servicio y decidían las mangas en el juego de desempate. Así fue en el primero, que se decantó del lado del suizo sin apelativos, y en el segundo, que también fue para Wawrinka pero en el que el toledano desperdició dos bolas para anotárselo, una con el servicio a su favor. López se mostró a partir de entonces muy irritado, tanto con el árbitro como con su rival, e interpeló reiteradamente al primero.

Los nervios le pasaron factura y el partido dio un vuelco. Wawrinka le rompió el servicio y la manga se decidió sin necesidad de un tercer desempate.

Al término del encuentro, los dos tenistas se saludaron y empezaron a discutir ante el juez, en una escena inusual en tenis.

Wawrinka explicó tras el partido que la discusión se originó porque el público le molestaba. "La gente a mi lado seguía hablando. Me paré antes de que él sirviera y entonces le preguntó al árbitro que qué pasaba y me metí", explicó el vencedor. "Nada importante. En resumen, era un partido importante para los dos. Hubo mucha tensión, especialmente en los dos primeros 'tie-breaks'. Queríamos ganar, lo intentamos todo para ganar, eso es todo", estimó Wawrinka.

Sobre su encuentro de cuartos con su compatriota Roger Federer -primera vez que dos suizos alcanzan esa ronda en Wimbledon-, dijo que es como medirse a Rafael Nadal en la tierra de Roland Garros. "Jugar contra Roger en Wimbledon, cuando está en forma, con confianza y sintiéndose bien, es uno de los mayores desafíos del tenis. Como jugar contra Rafa en el Abierto de Francia". "Estos jugadores están haciendo su mejor tenis en muchos años", estimó el número tres del mundo.