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Cuando emprendas un proyecto, por ninguna razón permitas que el temor y el fracaso te agobien. Es aconsejable tomar aliento y seguir hacia adelante. Siempre tendrás la oportunidad de volver a empezar
"Si te caes siete veces, levántate ocho". Proverbio chino.
En el camino del éxito, las personas que no se arriesgan a romper paradigmas no llegan a ningún lugar.
No olvides que las personas que han triunfado en el mundo han tenido más de un fracaso en algún momento. Pero ellos, en cambio, han asumido la experiencia del fracaso para echar hacia delante sus aspiraciones, y han conquistado el éxito porque no han tenido miedo a volver a fracasar. Por el contrario, han conjugado el fracaso como parte de su éxito.
Ten pendiente que cualquier proyecto que emprendas, demandará grandes esfuerzos. Mientras más grandes sean tus metas, en la misma proporción deberá intensificar tus esfuerzos para alcanzar esos objetivos.
Mientras más empeño disponga en obtener algo, mayores serán tus logros.
Es recomendable que a la hora de planificar tus metas seas prudente en proponerte cosas imposibles de alcanzar, o metas inalcanzables. Es probable que fracases y la frustración puede que sea peor.
Mientras más empeño disponga en obtener algo, mayores serán tus logros
En este paso, es esencial saber que tus metas deberán ser alcanzables y realizables, siempre enfocándote en tus posibilidades como ser humano.
Te sugiero que nunca se te ocurra proponerte metas que jamás podrás lograr, los efectos no serían tan halagüeños y te dejarían sin ánimo de formular otras metas. Por lo tanto, al comienzo deberás ceñirte a un proyecto austero, pero a la vez viable.
A la hora de emprender un plan, es útil saber que los logros se adquieren poco a poco, a medida que pasa el tiempo; pero jamás se obtienen de un tirón.
Recuerda que la construcción de un edificio comienza por la zapata que le servirá de sustento a su estructura y para recorrer un largo camino, primero se da un simple e importante paso.
Si ya te propusiste una meta, entonces es el momento idóneo para concebir un plan de trabajo para alcanzarla.
Finalmente, existen dos factores que entran en rigor al momento de forjarse una meta: Primero, el factor tiempo (a corto, mediano y largo plazo).
Segundo, el esfuerzo, que consiste en la perseverancia que te impulsará a obtener la meta.
Ambos aspectos son elementales para alcanzar el éxito: tiempo y esfuerzo.