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Para quien quiere agradecer desde el fondo de su corazón
Hace muchos años escribí unas palabras de agradecimiento a alguien muy especial para mí, tuve que escribirlo porque con un “gracias” no bastaría, y guardé el borrador, quien sabe para qué. Lo encontré hoy entre papeles que iba a tirar a la basura y decidí compartirlo, para que lo puedan usar sólo quienes están muy agradecidos, pero simplemente no pueden expresarlo.
Siempre, en algún momento de nuestras vidas sentimos que ya no alcanzan nuestras fuerzas, que las ideas no fluyen y la tristeza no nos suelta. Que las responsabilidades y los problemas aumentan y no nos dejan tiempo para vivir el tiempo, minuto a minuto, como todos queremos hacerlo; y en ese momento, lo que más anhelamos es a alguien que nos alivie esa carga con su paciencia, sus consejos, sus palabras.
Y para cuando esos momentos lleguen a tu vida, espero y pretendo ser ese alguien para ti, porque tú supiste aliviar mi carga; con tu paciencia, tus consejos, tus palabras, cuando yo estaba en ese instante.
Siempre que salga de tu corazón con sinceridad, si no, no te molestes
Y es mi intención que lo sepas y no dudes que si de mí depende, siempre estaré ahí cuando me necesites, porque tú estuviste aquí cuando yo te necesité.
Cuando me senté a llorar en la soledad, o cuando disimulé mi aflicción lo mejor que pude para que nadie hiciera preguntas tontas ni hiciera gestos de lástima o empatía, que para muchos casos es lo mismo, llegaste y me escuchaste sin que dijera nada y buscaste soluciones como si el problema fuera tuyo, y aunque al final pasó lo que tenía que pasar,
recogiste conmigo los pedazos de mis sueños, sin ningún otro interés que mi amistad y tal vez mi apoyo cuando sea tu vida la que esté en caos.
A pesar de todo lo que perdí, que cuando lo piense dos, cinco o diez veces me parecerá poca cosa, gané algo; y no fue tu amistad que desde antes ya la tenía, sino la certeza de que es incondicional y valiosa; y también un temor, temor de fallarte en esa amistad y de no estar ahí a tu lado, como estuviste tú al mío, pero es un temor bueno, porque me hace sentir atento y lo mejor de todo, VIVO.
Gracias!!.