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Cuando Aparcamos el coche solemos intentar que quede lo más cercano a nuestra casa para, si pasa algo, poder vigilarlo. Sin embargo, en el caso de Paul Hampton, residente en Reino Unido, esto no ha funcionado.
Hampton salió por la noche y estacionó su vehículo enfrente de su casa. A las 4:30 horas, su vecino golpeó insistentemente la puerta del hogar para que el hombre saliera a ver su coche, o lo que quedaba de él, pues los ladrones se valieron de la oscuridad de la noche para desmantelar el automóvil.
"La devastación es evidente. El coche había sido hecho pedazos frente a su propia casa", explicó Emily Heeley, hijastra de Paul, a los periodistas. "Nadie vio ni escuchó nada, no se hizo ningún ruido durante el robo. Este solo pudo haber sido un grupo de profesionales".
El lujoso vehículo de Hampton quedó apoyado sobre unos ladrillos, ya que los ladrones también se habían llevado las cuatro ruedas, el capó, las dos puertas, la cubierta del maletero y, también, los asientos delanteros.
"Paul está destrozado", comentó Emily. "Trabaja duro para su coche. La mayor parte del tiempo lo hace 13 horas al día, siete días a la semana. Decir que estamos devastados es quedarse corto y que esto suceda justo enfrente de su casa es terrible. Hemos vivido en esta calle durante más de 20 años y nunca hemos tenido ningún problema".
Paul Hampton contactó con los oficiales forenses para que tomasen huellas del vehículo, pero estos le dijeron que no se podía encontrar mucho. El incidente aún está bajo investigación y el propio Paul ha ofrecido una recompensa de 1.000 libras (1.100 euros) a cualquiera que pueda darle información valiosa.
"Cuando salí a la puerta principal, no podía creer lo que estaba viendo", contó Paul Hampton a Metro.co.uk. "No habían dañado ningún panel, solo lo habían desnudado. Estos son profesionales y parecen trabajar en equipos de cinco o seis para reducir el tiempo. Cada persona tiene su propio trabajo. No solo cortaron los cables de las puertas, sino que desengancharon los conectores para evitar dañarlos. Han dejado el resto de las piezas en perfecto estado".
Paul habló con un mecánico que cree que los ladrones estaban detrás de conseguir el parachoques delantero del vehículo y los faros, pues los sensores podrían valer una pequeña fortuna. Sin embargo, debieron de haber sido descubiertos, pues solo lograron quitar la matrícula.
"La única razón por la que compartimos la historia es para que la gente se lo piense dos veces antes de dejar su coche en la calle", explicó Emily. "Queremos alentar a las personas a que guarden su automóvil bajo llave, lo guarden un garaje, lo estacionen en un camino de entrada o simplemente hagan cualquier cosa para que sea imposible que los delincuentes los ataquen, como le han hecho a mi padrastro".