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.En ella se impondrán una serie de bienes europeos y chinos que van desde zapatos y vestuario hasta alimentos y bienes electrónicos de consumo. Y, los precios de muchos bienes finales pueden subir de un día para otro dañando a los más pobres en EEUU
La UE prepara una «estrategia conjunta» para responder a la amenaza de Donald Trump, listo para aplicar aranceles del 25% a las importaciones de acero y 10% a las de aluminio.La lista de la UE está ya prearada
La competencia desleal de venta de acero proveniente del mercado asiático a un precio inferior al de su coste de producción en Europa y se llevó por delante, entre otras, la fábrica de Arcelor Mittal en Zumarraga. Pues cuando parecía que el viejo contiente comenzaba a sacudirse el fantasma chino tras implementar ciertas medidas y daba la sensación de que el sector del acero empezaba a levantar cabeza, un twit emitido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cambiado de latitud el problema y ha abierto una ‘guerra del acero’ de la cual no se sabe cuáles pueden ser las consecuencias. El ‘hombre más poderoso del mundo’, que no cree sino en sí mismo( su lema " America first" es sintomatico)anticipó la semana pasada que la próxima haría oficial su propuesta de imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y un 10% a las de aluminio. Y lo ha hecho. «El sector está muy preocupado por la repercusión que puedan tener estas intenciones», explicó Asier San Millán, director general de Siderex, clúster vasco del acero.
Las empresas vascas se juegan 200 millones en ventas por la ‘guerra del acero’ de Trump
Una preocupación que afecta directamente a la cuenta de resultados de las firmas exportadoras de acero de Euskadi que se podrían jugar del entorno de 200 millones de euros en facturación en esta partida. Así lo apuntan las estadísticas del ICEX, que recogen que en 2017 las exportaciones de hierro y acero de las firmas del País Vasco a EE UU alcanzaron un monto total de 207, 8 millones de euros. El mercado norteamericano se sitúa como el cuarto principal receptor de estos productos, por detrás de Francia, Alemania y Reino Unido. Las exportaciones globales vascas de hierro y acero ascendieron el pasado año hasta los 2.311, 2 millones.
En total, fueron 64 las compañías vascas que vendieron hierro o acero a EE UU durante el pasado ejercicio, aunque solo 22 de ellas lo hacen de manera regular, es decir, que han mantenido ese mercado durante varios cursos de forma ininterrumpida. Estas firmas exportaron 200 millones a EE UU, el 96, 7% del total registrado. Entre ellas figuran los nombres de Tubos Reunidos, Tubacex o Arcelor Mittal, algunas de las que han sufrido importantes caídas en Bolsa tras el anuncio de Trump.
El grueso de las ventas a EE UU la cubren una vintena de firmas de Euskal-Herria, la mayoría radicadas en Álava’
El cierre de Arcelor Zumarraga se ha notado en Gipuzkoa, que ha pasado de exportar 64, 5 millones a 55
En el caso de Gipuzkoa, las exportaciones de hierro y acero a EE UU ascendieron hasta los 55, 1 millones el pasado año, aunque las diez principales compañías que exportan de forma regular productos a Washington firmaron una facturación allí de 54, 8 millones. En las cifras publicadas por las compañías acereras guipuzcoanas se ve con claridad el efecto del cierre de Arcelor Zumarraga, ya que hace tres ejercicios, en 2015, las exportaciones a EE UU alcanzaban los 64, 5 millones.
Del chaparrón de wtuit a los hechos, ahora todas esas cifras y las previsiones que han realizado las grandes firmas para el mercado americano han quedado pendientes de un hilo. O mejor dicho, pendientes de que el veleidoso Donald Trump transforme sus wtuits en hechos. El presidente norteamericano ha vuelto a insistir nuevamente en su controvertida defensa de los aranceles a las importaciones para proteger la industria nacional, pese al rechazo internacional -sobre todo de Europa- y la preocupación de que se desencadene una guerra comercial.
«Cuando un país (EE UU) está perdiendo muchos miles de millones de dólares en comercio (….), y afirme que "las guerras comerciales son buenas, y fáciles de ganar", los hechos no justifican su posición del abultado déficit comercial de EE UU. Así las cosas, Trump no parece tener ninguna intención de frenar la firma de aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio de algunos países, y que estarán en vigor «por un largo periodo de tiempo».
«Debemos proteger nuestro país y a nuestros trabajadores. Nuestra industria del acero está en baja forma. Si no tienes acero no tienes país», ha dicho Donald Trump.
La respuesta de Europa ha sido rápida y la UE prepara medidas de retorsión contra empresas norteamericanas. «No nos quedaremos de brazos cruzados mientras la industria y los empleos europeos estén amenazados», advirtió el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Esa actitud de no quedarse de brazos cruzados, es la ha adoptado Gobierno Vasco y la anunció en seguida y reclamó a la UE. La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, elevó la voz nuevamente como lo hizo en el caso del “dumping del acero chino” para pedir “una estrategia única y unificada” en respuesta a “la amenaza Trump”. Tapia comentó que “tan solo el anuncio” de los aranceles ha provocado “una preocupación máxima en el sector y en el Gobierno” por afectar a ámbitos que representan “el corazón de nuestra industria”. La consejera defendió que Europa «debe responder con una estrategia única y unificada», ya que, de lo contrario, “podemos hallarnos ante una guerra de precios que nos podemos permitir”.
Lo que teme el sector en Euskadi es precisamente, el inicio de una guerra en Europa. El director general de Siderex, Asier San Millán apunta que, además del golpe directo, la medida puede provocar un efecto secundario más perjudicial. “Si finalmente EE UU establece aranceles, puede provocar una guerra de precios en el seno de Europa. Si las compañías europeas no pueden vender en aquel país, habrá sobreproducción y bajarán los precios, porque cada una querrá mantener su nivel de negocio”El director de Siderex denunció que llueve sobre mojado, en referencia a los problemas que padeció el sector por la llegada masiva de acero barato desde China. “Esperamos que en esta ocasión las autoridades europeas actúen con la mayor rapidez”, añadió San Millán.
Más de un centenar de congresistas republicanos norteamericanos enviaron una carta al presidente Donald Trump para pedirle que de marcha atrás en sus planes para imponer elevados aranceles a las importaciones de acero y aluminio. La carta se sumaba al aluvión de advertencias expresadas estos días desde dentro y fuera de Estados Unidos contra las medidas proteccionistas anunciadas por la Casa Blanca, un giro hacia el racismo económico - se puede llamar- que amenaza con desatar una guerra comercial con Asia y la Unión Europea. Una vez más, sin embargo, Trump desechó las advertencias de su propia gente y firmó espectacularmente el decreto que oficializaba las barreras a la importación de productos metalúrgicos. Canadá y México quedaban por el momento exentos y podrían también escaparse otros países si la Casa Blanca considera que han tratado comercial y militarmente con justicia a EE UU.
La directora ejecutiva del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, advirtió al presidente Donald Trump, contra una guerra comercial generalizada y le aconsejó "evaluar cuidadosamente su decisión.
"Cuando se toma una decisión, se deben evaluar las consecuencias y, a continuación, informar bien de estas”, indicó durante una rueda de prensa en Bruselas, en compañía del vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen.
"Las guerras comerciales no tienen vencedores", advirtió Katainen, al recordar los "cientos de miles de empleos perdidos en Estados Unidos" cuando el entonces presidente George W. Bush impuso aranceles a las importaciones de acero.
Georgieva indicó que "cuando se toma una decisión por un motivo determinado, se debe tener un enfoque cuidadosamente calibrado de ".
Un repliegue del comercio "tiene consecuencias para las poblaciones más pobres en los países ricos", agregó la responsable del Banco Mundial. "Los productos se vuelven más caros y esto tiene un impacto en los presupuestos de los más pobres", explicó.
Tras asegurar que todavía queda "un poco de esperanza" para que Trump no cumpla lo anunciado en Twitter y firmado, Katainen consideró preocupante que el presidente norteamericano busque "resolver el problema de su déficit comercial erigiendo barreras aduaneras".
"La historia demuestra que este remedio no funciona", agregó el vicepresidente de la Comisión Europea, para quien "el resto del mundo debe prepararse para cualquier eventualidad y convencer a la administración americana de las consecuencias negativas" de la decisión para el comercio mundial.
En la lista que la Unión Europea tiene para contratacar a Trump, hay multitud de artículos sin los cuales el americano medio no puede vivir
Aunque reiteran de Washington su intención de evitar una guerra comercial con la primera economía mundial, la UE prepara un detallado plan de respuesta que incluye aranceles a productos emblemáticos de Estados Unidos, la adopción de medidas de salvaguardia y una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)
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El presidente Trump se rodeó de trabajadores de la siderurgia para hacer un Show de la firma de los nuevos aranceles: un 25% para las importaciones de acero y un 10% para el aluminio. “Si no tenemos acero, no tenemos país”, dijo lapidariamente Trump antes de recrearse en cómo la industria pesada ha ido menguando en las últimas décadas, un declive que atribuyó a las “prácticas comerciales injustas” de algunos países, a los que acusó de subsidiar su producción e inundar los mercados de acero y aluminio barato. “Las acciones que estamos adoptando no son una elección, sino una necesidad para nuestra seguridad nacional”, ha añadido el presidente.
Unión Europea
Más allá de México y Canadá, con los que Washington está tratando de renegociar los términos del Acuerdo de Libre Comercio de Norte América (NAFTA), Trump no ha precisado qué otros países podrían quedar eximidos de los nuevos aranceles. Aunque sí ha dicho que la lista de exenciones podría crecer en las próximas semanas para incluir a otras naciones amigas que cooperan con EE UU en el terreno militar y comercial. “Vamos a ver quién nos ha tratado con justicia y quién no. Quién ha pagado sus contribuciones y quién no”. No está claro qué va a pasar con la Unión Europea, que ya ha puesto sobre la mesa una batería de contramedidas para tasar con aranceles varias importaciones norteamericanas por un valor de 3.500 millones de dólares, desde los pantalones Levi’s a las motos Harley.
Nada bueno se presagia porque antes de firmar el decreto Trump volvió a quejarse de las contribuciones deficitarias a la OTAN de muchos países del Viejo Continente y presentó a la Alianza Atlántica como un mal negocio en el que EE UU paga y los europeos se benefician de su protección y tienen que elevar su contribución en el futuro. “Tenemos unos cuantos amigos y enemigos que se han aprovechado de nosotros durante muchos años”, dijo antes de poner a Alemania como ejemplo de esa supuesta relación desigual.
En la Washington se palpa el miedo a una próxima guerra comercial. Pero no solo eso. Numerosos economistas han advertido de que los aranceles provocarán un encarecimiento generalizado de los costes de producción de la industria norteamericana, que se ha beneficiado del acero y el aluminio barato del exterior, cuyos precios se han depreciado por la sobreproducción de países como China. “Los aranceles son impuestos que hacen las empresas nacionales menos competitivas y empobrecen a los consumidores”, dice la carta firmada por 107 congresistas republicanos. “Le imploramos que reconsidere los aranceles generalizados para evitar involuntarias consecuencias negativas”.
Giro chauvinista
El giro proteccionista o chauvinista de Trump ha soliviantado a su partido, que ha sido durante décadas el principal exponente del libre comercio. Pero también ha despertado la oposición frontal del grueso de la gran industria y de los inversores de Wall Street. El presidente ha desoído a sus militares, que le han advertido de las consecuencias que la guerra arancelaria podría tener para la seguridad nacional, y el presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Gary Cohn, dimitió días pasados. Al parecer comprobó que su opinión era ignorada sistematicamente. Si algo puede extraerse de esta batalla es que han ganado los nacionalistas económicos en el seno de la Administración”.
Pero el mundo no se detiene con las decisiones locas de Trump. Ahora mismo 11 países de Asia, Oceanía y América han firmado el tratado comercial Transpacífico, un convenio que negoció la Administración de Barack Obama y del que Trump se salió antes de que fuera firmado. Deja una lectura evidente: EE UU pierde influencia en el mundo con su repliegue chauvinista.
La UE tiene ya preparada una larga y detallada lista de productos norteamericanos a los que gravará si el presidente de Estados Unidos emprende la guerra comercial anunciada.
Las medidas europeas tienes tres patas. La primera, para evitar el efecto de los aranceles norteamericanos sobre Europa en lo que al acero y el aluminio se refiere, puesto que el principal temor es que la producción asiática llegue al continente, a precio más competitivo, y arrase el mercado propio.
La segunda, la denuncia en y a través de los mecanismos de la Organización Mundial del Consumo, incluyendo la reacción proporcional. Pero es un procedimiento muy largo, lento y no muy efectivo.
Y la tercera es la "reacción, no escalada", aplicando aranceles de vuelta. Es una medida "estúpida" que Bruselas no quiere, y que funcionó mal en 2003… Con suerte, no verá la luz en los próximas días.
Además de las Harley Davidson, el bourbon y los pantalones vaqueros, como adelantó Jean-Claude Juncker, la popular mantequilla de cacahuete, los arándanos o el zumo de naranja y otros están en la lista. Así lo ha confirmó Cecilia Malmstrom, la comisaria Europea de Comercio, en una rueda de prensa tras la reunión del Colegio de Comisarios de la UE.
Malmstrom ha dicho en varias ocasiones que es "una lista provisional", que "no hay nada decidido porque no hay ningún anuncio" oficial desde Washington y que "los productos están siendo discutidos con los Estados Miembros. "Aun esperamos que la UE quede excluida", es el mensaje europeo oficial. Pero el borrador preparado por los servicios técnicos de la Comisión, está listo y consta e cuatro páginas bien cargadas. Es real y concreto.
La gran mayoría de los objetivos, casi dos de las cuatro páginas, son para productos relacionados con el acero y el aluminio. Pero además, hay un apartado de textil, accesorios y calzado, otro para la industria, que comprende desde motores para embarcaciones a componentes de motocicletas, pasando por maquillaje y productos de pedicura y manicura.
La agricultura y productos de consumodiario ocupan también un lugar destacado, más de una decena de tipos de arándanos y zumo de naranja, muchas variedades de grano de arroz y diferentes tabacos y bebidas alcohólicas.
Aranceles
" Trump se centra en un aumento de aranceles del 25% para el acero y del 10% para el aluminio. Sería una imposición global, según la sección 2-3.2, que se refiere a seguridad nacional. Hay serias dudas sobre sus justificaciones, pero varios amigos y socios, aliados en la OTAN consultados sobre lo que puede considerar Trump que supone una amenaza a la seguridad nacional, es profundamente injusto". Lo ha lamentado la comisaria sueca.
Tras el anuncio de Trump de la semana pasada y las reacciones de Jean-Claude Juncker, los comisarios se han sentado unos días desués, por primera vez, para perfilar una estrategia de defensa común o de ataque preventivo. Por el momento los supuestos son, que Washington no ha aprobado nada e incluso la última salida de tono de Trump le ha costado la dimisión de uno de sus principales asesores económicos. Pero Bruselas quiere dejar claro, tanto a los norteamericanos como sobre todo a los 28 Estados Miembros y a los europeos, que Europa sí está lista para actuar.
Hace apenas unos días, Juncker resumió bien la postura comunitaria. Por un lado, afirmó que en el caso de ver aranceles al otro lado del Atlántico "nosotros impondremos también aranceles. Éste es, básicamente, un proceso estúpido, pero tendremos que hacerlo. Nosotros también podemos hacer estupideces, nosotros también tendremos que imitarles", advirtió. Nos repugna, es dañino para todos pero si no hay más remedio, allí nos van a encontrar
Las amenazas de China
Este tipo de ideas casi repentinas de Trump ya han provocado una primera reacción por parte de Pekín. El Global Times, un periódico chino muy próximo al Gobierno, se preguntaba en un reciente artículo qué pasará si Trump declara la "guerra comercial" a China, y la respuesta no puede ser más clara: "China adoptará contramedidas". Las relaciones comerciales entre ambas potencias se volverán mucho "más tensas".
En concreto, Pekín podría adoptar medidas similares a las de Trump, de modo que el comercio entre China y EEUU quedaría virtualmente "paralizado", advierte. Los pedidos realizados a Boeing serán sustituidos por Airbus; las compras de coches y de iPhone en China sufrirán un importante revés; las importaciones norteamericanas de soja y maíz serán anuladas; el número de estudiantes chinos en universidades norteamericanas se limitará… Se pasaría de una relación mutua beneficiosa a otra en la que todos perderían, incluido el comercio global
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