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La tecnología de cámaras y drones termográficos ha sido utilizada para controlar y sofocar catástrofes derivados de incendios forestales en todo el mundo
El fuego que ardió en el Amazonas no solo ha devastado más de 900, 000 hectáreas en Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú y Paraguay, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Especiales de Brasil, también ha hecho migas del equilibrio ecológico mundial. Si bien, son varios los factores que intervinieron a esta tragedia ambiental, el uso de cámaras y drones termográficos habrían podido prevenir esta catástrofe y en el futuro, salvar millones de vidas humanas, animales y especies vegetales. De acuerdo con FLIR, compañía enfocada en soluciones de detección inteligente para aplicaciones de defensa, industriales y comerciales; su tecnología puede apoyar las misiones de prevención y rescate.
Aún no ha sido aclarado del todo qué pudo causar estos incendios. Existen varios factores que pueden ser responsables como la minería ilegal, los incendios forestales debido a la temporada seca, la práctica de la quema por ganaderos, madereros o agricultores, la deforestación e incluso, el cambio climático. Independientemente de estas causas, es una realidad que el aumento de la temperatura ha provocado que la región sea cada vez más propensa a los incendios.
Tecnologías como la de FLIR han podido desarrollar artefactos que permiten tener visibilidad a través del humo cuando, por ejemplo, hay un techo en llamas y así encontrar víctimas ocultas en una escena de incendio y para mejorar la detección de puntos calientes.
Los drones termográficos ayudan en las misiones que salvan vidas para los departamentos de bomberos grandes y pequeños. En términos de estructura, los incendios forestales pueden ser prevenidos y controlados por esta poderosa tecnología. De acuerdo con Macson Guedes, Director General de FLIR Systems para América Latina, “la tecnología debe ser un aliado en no solo detectar un incendio, sino en poder impedirlo a través del uso de cámaras termográficas y drones termicos”.
Si bien, son varios los factores que intervinieron a esta tragedia ambiental, el uso de cámaras y drones termográficos habrían podido prevenir esta catástrofe
Durante un incendio, por ejemplo, esta tecnología permite sincronizar los dispositivos que ofrece FLIR con cámaras de video que a través de la muestra de zonas blancas puedev identificar áreas calientes. Dicha herramienta permite que los equipos de rescate puedan detectar las áreas donde el fuego aún se mantiene activo.
Un caso de éxito de esta tecnología fue utilizada por el Departamento de Silvicultura de Oregon, Estados Unidos, luego de una serie de incendios forestales. Con apoyo de un avión y una cámara termográfica, los bomberos pudieron visualizar los incendios de Eagle Creek y Horse Prairie de una manera nunca antes vista porque:
La termografía proporcionó información útil de evaluación visible desde lejos en tiempo real. Esto ayudó a los administradores de incendios a posicionar de manera más efectiva los recursos de extinción de incendios mientras mantenían a los bomberos seguros con relación a estos incendios forestales de rápido avance.
En el caso de Colombia, las temporadas de sequía presentan riesgos en departamentos como Cundinamarca, Tolima, Nariño, Cauca y Huila. Este año, de acuerdo con las los reportes de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD, la segunda temporada seca de 2019 terminó con el reporte de 836 incendios registrados en 17 departamentos y 256 municipios del país.
En el caso de la Amazonía colombiana, si bien esta última temporada seca no se presentaron alertas ni situaciones de riesgo gracias a los esfuerzos del Gobierno Nacional y el IDEAM, la variabilidad climática sigue siendo un riesgo que debe tenerse en cuenta esta próxima temporada seca que inicia el 16 de diciembre y termina el 14 de marzo de 2020.
Los incendios del Amazonas devastaron más de 900, 000 hectáreas en territorios de Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú y Paraguay, sin contar el daño ecológico mundial