¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Aneudy Patiño escriba una noticia?
La autorización del superior gobierno a una empresa privada para construir una cementera en una zona de amortiguamiento del parque nacional de los haitises, se ha convertido en la última cuenta de un largo rosario de males que afectan a la sociedad dominicana
El máximo responsable de esta concesión, el presidente Fernández, aún no ha expresado públicamente los motivos que lo llevaron a dar esta autorización que ha provocado indignación colectiva en casi todos los sectores que intervienen en la preservación del medio ambiente y otras fuerzas organizadas de la sociedad.
Todos sabemos en República Dominicana el grado de deterioro de nuestras riquezas naturales y de la forma irresponsable en que muchos empresarios y ciudadanos hacen uso de lo poco que aún nos queda en ese renglón y es por eso que más de uno se siente asaltado por la facilidad con que se arriendan dichos terrenos y además recibiendo el estado por dicha cesión una suma irrisoria.
Yo quiero creer en la buena fé del presidente Fernández, a la hora de tomar esta decisión y forzosamente me imagino que lo hizo con la buena intención de buscar ingresos para las arcas del estado y además generar empleos directos que ayuden a los moradores de las zonas aledañas a los haitises, esto, porque me niego rotundamente a pensar que el arrendamiento de los terrenos es un pago de algún favor político ha algún empresario amigo, de esos que siempre medran a las sombras del poder.
Si el asunto es como forzosamente me imagino, me hago la siguiente pregunta, ¿Porqué no se le arrendó mejor esos terrenos a los campesinos del lugar?, para que pudiesen producir allí cualquier tipo de cultivo que ayude a preservar el medio ambiente y que estas gentes produzcan recursos económicos al mismo tiempo de preservar el hábitat del lugar.
La infeliz suma de dinero que recibirá el estado por esta infausta transacción, quedará extremadamente corta ante las ganancias que obtendrán los beneficiarios de la destrucción de la zona de amortiguamiento del parque nacional de los haitises y estará una vez más comprobado que muchas iniciativas que ha tomado el gobierno del presidente Fernández, no son más que actuaciones de relumbrón para sacarle el cuerpo a la solución de los grandes problemas nacionales.
Y dentro de esto pongo como ejemplo el llamado Dialogo Nacional que tiempos atrás impulsara el gobierno con el supuesto fin de fortalecer la cultura democrática y hoy vemos como se le echa tierra a esa iniciativa al ponerle oídos sordos al clamor de distintos sectores de la vida nacional que de una forma democrática y pacífica pide que se revoque esa vergonzosa medida, que a la postre terminará afectando a todos los dominicanos.
El gobierno debería tener más cuidado en recordar las cosas que propone y hace, en este caso tiene la obligación moral de sentarse a escuchar a los sectores que a viva voz se están oponiendo a este “negociazo’’, debe tratar de evitar caer en la tentación de criminalizar a quienes con sus actos tratan de salvar parte de nuestro patrimonio, el cual de por si está muy menguado.