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Alassane Ouattara, reconocido como presidente electo de Costa de Marfil por la comunidad internacional, insistió hoy en que Laurent Gbagbo deje la presidencia, mientras Francia y Alemania pidieron a sus ciudadanos salir del país africano. Ouattara además rechazó la oferta de Gbagbo de que se lleve a cabo una investigación internacional sobre los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre, al argumentar que todo está claro de que él fue el ganador, según la televisión qatarí Al Yazira. En respuesta al mensaje emitido anoche por Gbagbo, quien insistió en retener el poder y le pidió abandonar el Hotel Golf de Abiyán, donde ha instalado el gobierno, la vocera de Ouattara, Anne Oulotto, dijo “quien debe dejar la presidencia es Gbagbo. “Gbagbo no tiene otro remedio que reconocer el veredicto de las elecciones, es decir la victoria de Ouattara, y dejar el Palacio Presidencial”, destacó Oulotto, quien calificó de “inaceptable” el hecho de que insista en que es el presidente. Respecto a las declaraciones de Gbagbo de que Ouattara y sus seguidores pueden salir sin problema del Hotel Golf, la portavoz las calificó de “trampa”, pues están rodeados por “tres mil milicianos y mercenarios reclutados por el presidente saliente. Denunció que el recinto, protegido por los ex rebeldes de las Fuerzas Nuevas y los “cascos azules” de la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI), se encuentra sitiado por militares y milicianos. Gbagbo, en el poder desde el año 2000, propuso anoche un comité internacional para examinar los resultados electorales con el fin de evitar que la disputa con Ouattara termine escalando en una guerra civil. Sugirió que el comité podría estar dirigido por la Unión Africana y contar con representantes de la Comunidad Económica de los Estados de Africa Occidental (CEDEAO), Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y China, que han reconocido a Ouattara como ganador. En respuesta, otro vocero del gobierno de Ouattara, Patrick Achi, dijo “hemos terminado con estos juegos”. “En los últimos cinco años, ha intentado maniobras para aplazar las elecciones. Por fin llegamos a ello, pierde y no quiere dejar el poder. No creemos que haya cambiado un ápice”. Algunos diplomáticos extranjeros consideran que la oferta de realizar una investigación internacional es una táctica dilatoria por parte de Gbagbo, quien se niega a dejar el poder pese a la presión internacional y las sanciones impuestas en su contra. El temor a la reanudación de la guerra civil es cada vez mayor entre la población de un país dividido entre 2002 y 2007, en el que los militares leales a Gbagbo mantienen el control del sur, mientras las Fuerzas Nuevas, que respaldan a Ouattara, controlan el norte. Ante la situación, Francia y Alemania recomendaron a sus ciudadanos a salir de COsta de Marfil debido a la crisis política postelectoral en esa nación africana, donde Gbagbo se niega a reconocer la victoria de su rival. “Aunque hasta ahora los extranjeros no han sido amenazados. Nuestro consejo es aplazar planes de viaje a Costa de Marfil o abandonar provisionalmente ese país hasta que la situación se normalice”, dijo el vocero del gobierno francés, Francois Baroin, en rueda de prensa. El gobierno alemán también aconsejó a sus ciudadanos abandonan Costa de Marfil debido a la imprevisible evolución de la situación. Por su parte, Nigeria comenzó este miércoles a evacuar a su personal diplomático de Costa de Marfil, después de que la embajada nigeriana en Abiyán fue atacada, además sacará al resto de sus ciudadanos que se encuentran en ese país. La crisis de poder fue creada después de que el candidato opositor Ouattara fue declarado ganador por la Comisión Electoral Independiente (CEI) con el 54.1 por ciento de los votos emitidos. Pese al fallo de la CEI, Gbagbo fue proclamado vencedor de los comicios con 45.9 por ciento de los votos por un Consejo Constitucional, que invalidó los resultados de la Comisión Electoral Independiente.