Pocas veces me paro a reflexionar sobre la importancia que tiene internet en mi vida. Yo viví su advenimiento, su llegada, puesto que me pilló con trece años; y ya a esa edad, me parecía algo impresionante y estaba constantemente pensando que era maravilloso poder comunicarme con gente de cualquier parte de España, y aun del mundo, y encima tener dicho mundo a mi alcance en todos los sentidos. Sin embargo, con los años ha terminado por volverse algo tan cotidiano que ya ni siquiera pienso en sus ventajas, aunque soy perfectamente consciente de que, si internet desapareciera mañana, sufriría. Es más, creo que tendría una crisis de ansiedad.

Algunos llamarían a eso adicción, pero yo lo llamo, sencillamente, haber sustentado casi todos los aspectos prácticos de mi vida en una herramienta que es tan útil y eficaz. Sin ir más lejos, ahora el cincuenta por ciento de mis compras, o más, las hago a través de internet. Ayer fue mi cumpleaños y mi familia me regaló una generosa cantidad de dinero que decidí invertir en una compra online, y además, de algo que siempre he querido tener: un reloj de pulsera de marca. Fue entonces cuando me di cuenta de todo lo que estoy contando ahora con respecto a internet, porque me llamó la atención lo fácilmente que encontré los relojes que estaba buscando.

Es decir, fue escribir “compro relojes Panerai” y dar con miles de tiendas que lo venden. Lo mismo me ocurrió al poner “compro relojes Cartier”, y incluso quise hacer la prueba y escribir “compro relojes Rolex” y sí, hay multitud de sitios en internet que los venden y a precios muy diversos. Todavía no pienso comprarme un Rolex, son demasiado caros, pero me alegro de tener internet para cuando decida dar el paso y hacerlo. De momento, me conformo con cualquiera de las otras marcas.