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La justicia belga deberá decidir antes de 30 días si solicita una prueba de ADN al exrey de los Belgas, Alberto II, en el marco de la demanda de reconocimiento de paternidad presentada por la artista belga Delphine Boël y cuya última sesión tuvo lugar este martes.
Boël, que cumplirá 49 años este miércoles, asegura que nació del largo idilio entre su madre, la aristócrata Sibylle de Sélys Longchamps, y el entonces príncipe heredero Alberto, quien siempre ha negado ser su progenitor.
En 2013, la artista presentó una demanda de reconocimiento de paternidad ante un tribunal de Bruselas.
Este martes, ambas partes debían exponer a puerta cerrada sus argumentos en una audiencia celebrada en la capital belga, a la que acudieron Delphine y su madre.
El ex monarca belga (1993-2013), de 82 años, y el aristócrata Jacques Boël, quien crió a la demandante como a una hija, estuvieron representados por sus abogados.
En septiembre de 2014, unas pruebas de ADN, realizadas a título privado, probaron que Jacques Boël no era el padre biológico de Delphine.
Ahora, el tribunal deberá decidir antes de un mes, si encarga la realización de otros análisis, en este caso, del exsoberano y repetir los del aristócrata, según la agencia Belga.
Estas pruebas ayudarán al tribunal a pronunciarse definitivamente sobre la identidad del padre, si bien podrá utilizar otros elementos para justificar su decisión como fotos o cartas, en caso que ambos rechacen someterse a las pruebas.
En 2013, el abogado del palacio real, Guy Hiernaux, aseguró que las fotos en las que aparecen Alberto II en compañía de Delphine de pequeña "no prueban" que sea su padre.
Tras su abdicación en julio de 2013 en favor de su hijo Felipe, el exmonarca perdió su inmunidad y puede ser objeto de procesos judiciales.
El ex rey de los Belgas evocó en 1999 "la crisis" que su pareja atravesó en los años 1960-1970, aunque nunca ha reconocido a Delphine Boël, nacida en 1968, como su hija.