La justicia portuguesa ha abierto varias investigaciones sobre eventuales infracciones penales vinculadas a la crisis del grupo Espirito Santo, principal accionista del primer banco privado del país, el Banco Espirito Santo (BES), anunció este viernes la fiscalía.

La fiscalía "sigue el caso y ha recolectado todos los elementos que ya son públicos para analizarlos y definir su pertinencia penal" indicó la Procuradora general de la República.

Las dificultades del grupo Espirito Santo fueron notorias cuando se revelaron a finales de mayo irregularidades contables en el seno del holding Espirito Santo International (ESI), que también es objeto de investigación en Luxemburgo, donde tiene su sede.

Sin embargo el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, quiso este viernes tranquilizar a los clientes del BES, al asegurar que sus intereses están "protegidos". "No hay riesgo para los tenedores de cuentas. La solvencia del banco está garantizada y los intereses de sus clientes están protegidos" afirmó Costa en una audiencia ante el parlamento.