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Aunque la leyenda urbana acusó a la luna llena en su perigeo (órbita) más cercana a la tierra de haber provocado el tsunami de Japón, los científicos de la NASA le han absuelto
Sin lugar a dudas, la Luna no causó el terremoto en Japón -como ha dicho alguna leyenda urbana o quizás un científico desconocido-. Comprender las causas y efectos de los terremotos es importante para los astrobiólogos que están tratando de comprender cómo los acontecimientos en la Tierra determinan el futuro del hombre y la vida sobre este planta.
Una ilustración de la NASA, obtenida por la nave espacial Galileo, muestra la diferencia aproximada en el tamaño aparente entre una luna llena en el perigeo (el punto más cercano de la órbita lunar) y una luna llena en el apogeo, el punto más lejano en esa órbita.
Varios científicos han publicado artículos on line para aclarar el tema, y quitarle a la Luna mala fama, y todos ellos, sin dudarlo, están de acuerdo en que el perigeo de la Luna -en el que está más cerca a la Tierra de lo normal en su órbita- no tenía nada que ver con el terremoto y el subsiguiente tsunami. Tammy, un personaje afín a la NASA, discutió con pasión, como a menudo lo hace, en favor de un artículo escrito por el astrónomo Phil Plait sobre el tema, y otro de Ben Goldacre, que echa por tierra un artículo que apareció en el Daily Mail sobre la posibilidad de una conexión entre los dos eventos. Como vemos la leyenda urbana contra la Luna, ha hecho mella hasta en muchos científicos y periodistas.
El Dr. Jim Garvin, científico jefe de la NASA Goddard Space Flight Center, ha dado lugar a algunas respuestas a las interrogantes sobre el fenómeno del "Supermoon” como culpable del terremoto tsunami.
Antes, dos palabras sobre la definición de Supermoon (Superluna) y por qué se le llama así.
Las inundaciones costeras desde el 11 de marzo 2011 por el tsunami, provocado por un terremoto de magnitud 8, 9 en la costa noreste de Japón se puede ver en imágenes captadas por un aparato de proyección multiangular del Spectroradiometer (MISR) instrumento de la NASA Terra.
Se llama Supermoon porque se trata de una alineación muy especial que a primera vista no da una imagen visual del fenómeno y, en efecto, parece que la luna se quiere acercar la Tierra. El “super” de la palabra Supermoon es-como dice Garvey- en realidad la apariencia de estar más cerca, pero sólo se aprecia matemáticamente si la medición de esa distancia Tierra-Luna se hace con un telémetro láser como solo la NASA y quizás algún otro observatorio de astronomía muy especializado, pueden hacer. La NASA lo puede hacer porque está a cargo del seguimiento del LRO. Y la cosa es tan complicada que se necesita una nave espacial en órbita lunar baja para ver la distancia Tierra-Luna no una vez sino a lo largo de los años.
El Supermoon realmente da fe de todo lo ocurrido por poner a la luna en el banquillo de los acusados, y hasta parece un montaje de la propia NASA para dar aún más valor al manejo de datos de la misión de sus técnicos en su seguimiento de la tierra y de la luna, porque si realmente algún día chocaran, entonces eso sería un cataclismo, el fin de los dos planetas. Eso es fácil, si entramos en la ciencia ficción. Pero por esta vez. Queremos dejar en paz a la Luna, pues de ella dependen mareas, cosechas, migraciones... y la suerte de muchos enamorados y sus horóscopos. Las preguntas científicas clave sobre nuestro vecino más cercano ha sido esta vez lo más importante.
Otra pregunta que se formula es si hay algún efecto adverso en la Tierra debido a la proximidad de la Luna
Jim Garvin responde que los efectos en la Tierra de un Supermoon son casi imperceptibles, y de acuerdo con la mayoría de los estudios detallados por sismólogos y vulcanólogos, el máximo acercamiento de la Luna a la Tierra en su órbita, justo cuando estaba en “plena” luna es una configuración normal y no debe influir en el equilibrio interior de la energía de la Tierra, ya que incluso se producen mareas lunares todos los días. La Tierra tiene almacenada una gran cantidad de energía dentro de su cáscara delgada externa o corteza, y las pequeñas diferencias en las fuerzas de marea ejercida por la Luna (y el Sol) no son suficientes para influir fundamentalmente sobre fuerzas mucho más grandes en el planeta debido a la convección (y otros aspectos del equilibrio interior de la energía que impulsa la tectónica de placas). No obstante, estos tiempos Supermoon nos recuerdan el efecto de nuestro vecino más cercano en nuestras vidas, que afecta a las mareas oceánicas y contribuye a muchos aspectos culturales de nuestra vida (como un aspecto visible de cómo funciona nuestro planeta es parte del sistema solar y el espacio).