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Estamos en laépoca de las castañas y es el momento idóneo para realizar algún que otro postre con ellas. El marron glacé es un rico postre que gustará a todo el mundo y que siempre dió un toque de distinción.
Yo hacía mucho tiempo que tenía ganas de prepararlo y aprovechando que en elHEMC#48, en su propuesta del mes de noviembre el tema es"Las castañas", me he decidido a prepararlo aún sabiendo la dificultad que supone pelar las castañas y que queden enteras, pero me ha servido para aprender aunque, a veces, con alguna dificultad. Así que con este postre participo en el evento.
He tenido la suerte de encontrar unas castañas grandes y estupendas, aunque a la hora de pelarlas unas me han quedado con mejor presentación que otras.
Ahora os voy a explicar una historia resumida del origen de este postre que he encontrado en Internet. Se supone que los antecedentes del«Marron Glacé» pueden estar en las frutas confitadas con miel, que empezaron a elaborar los griegos, metiendo higos en ánforas con miel, y por una lenta osmosis, impregnando el fruto, para que tomara sustancia y ayudara en su conservación. Los romanos seguirían la tradición. La técnica de confitar frutas debió de guardarse en algunos monasterios medievales. De ahí, y como refinamiento, pasan al Renacimiento. De mano de afrancesados y Borbones entró en España el vicio de tomar marron glacé, un postre que estaba destinado a los paladares más exquisitos y las clases más altas. Taly como lo conocemos ahora, es un postre con origen en Francia. Su nombre no tiene nada que ver con el color marrón, aunque las castañas tengan ese color, la palabra marron en francés significa castaña, por eso no lleva acento.
400 gr. de azúcar
1 vaina de vainilla o 2 cucharadas de azúcar vainillada
Mientras tanto, preparar un almíbar con 3/4 de litro de agua, el azúcar y la vainilla en una olla y cocer este preparado durante 15 minutos a medio fuego. Añadir las castañas y aflojar el fuego, dejándolas cocer 15 minutos más. Sacar la olla del fuego y deja reposar las castañas durante un día entero.
Forrar la bandeja del horno con papel especial y disponer las castañas sobre él, yo he procurado escurrirlas lo que he podido para que no me quedaran demasiado impregnadas. Hornearlas durante 20 minutos (el tiempo depende de cada horno) una temperatura de 125 grados hasta que se vea que están bien secas y seguidamente dejarlas enfriar. Se colocan en capsulitas de papel.
La receta la he hecho siguiendo las indicaciones de una que ví en el blog Directo al Paladar