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Aunque algunos activistas intentan -con poco éxito- situar el juicio por los crímenes que se juzgan cometidos durante las revueltas de Gdeim Izik en el ámbito político, lo cierto es que el juicio se celebra en parámetros de un juicio de orden penal. Ofrecemos una guía para entender el proceso
El día 1 de febrero comenzó el juicio contra los 23 acusados pro-polisarios imputados por graves delitos, entre otros, asesinatos de miembros de las fuerzas del orden, profanación de cadáveres, asociación para delinquir contra la seguridad interior y exterior del Estado. El juicio se celebra en el Tribunal Permanente Militar de Rabat, de acuerdo al ordenamiento jurídico interno del Reino de Marruecos que establece que el asesinato de miembros de las Fuerzas del Orden, entre otros, son delitos enjuiciables en el orden jurisdiccional militar. Durante las dos primeras sesiones fueron sometidas las alegaciones ante el Tribunal de forma previa. Las alegaciones se centraban en criticar la competencia del tribunal milityar, basándose en que los acusados son civiles, alegaciones formales respecto de las actas de detención, y respecto de que el juicio debía celebrarse en el Tribunal de Apelación de El Aaiun. El presidente del tribunal acepto la formalidad de las legaciones, y tras la deliberación, no se admitió el fonde de las mismas manteniendo la competencia. El texto que a continuación ofrecemos puede servir para conocer, no sólo las incidencias del juicio, sino el conjunto de hechos que dieron lugar a los disturbios de Gdim Izik que han desembocado en el Tribunal Militar Permanente de Rabat.
Los orígenes de la cuestión
Durante el mes de septiembre de 2010 se celebró en Argel (Argelia) una conferencia de representantes de diferentes países, colaboradores de comités de apoyo a las demandas del Frente Polisario, en la que participaron unas 300 personas.
Por fuentes internas del propio 'congreso' y en OSINT (ver teletipo de la Agencia EFE de 26 de Septiembre de 2010) se estima que participaron activamente casi un centenar de activistas polisarios, que viven infiltrados en los territorios de las provincias del Sur de Marruecos y con especial presencia en la ciudad marroquí de El Aaiun, y que llegaron hasta Argel, desplegando una destacado protagonismo durante la Conferencia.
Podemos describir lo de Argel, en realidad, como dos 'conferencias': Una pública y oficial, en la que había -incluso- representantes de los partidos españoles PP, PSOE, IU y UPyD; organizaciones, instituciones y una conferencia paralela, no oficial, donde muy determinados grupos y activistas, coordinados por miembros del Frente Polisario se dedicaron a preparar el 'modus operandi' de ciertas acciones futuras.
En esta 'conferencia paralela' hubo presencia de personas de otras nacionalidades (entre ellas españolas y latinoamericanas) y en la misma se acordó realizar, en días y semanas posteriores, acciones concertadas en el interior de las provincias del Sur de Marruecos con el objetivo de llamar la atención de diversas personalidades de la Comunidad Internacional que en breve tenían previsto visitar el Sáhara Occidental en Marruecos y los campos de Tinduf en Argelia; otro objetivo era incidir en la opinión pública (especialmente española) a través de unas relaciones poco 'transparentes' con periodistas y medios de comunicación entregados al 'activismo informativo' a favor del activismo polisario que, en el caso de España, tiene un cierto éxito por el permanente 'prejuicio' contra Marruecos que algunos grupos políticos y ONGs utilizan de forma demagógica; y por el escaso conocimiento del Marruecos actual que la sociedad española tiene de este país.
La conferencia de Argel, en realidad, fue una acción orientada a contrarrestar el cúmulo de noticias devastadoras para la credibilidad del Frente Polisario: En esas fechas se conocía, por ejemplo, que en los meses previos se había producido una huida en masa de cientos de saharauis que dejaban atrás el confinamiento del Polisario en Tinduf; a lo largo de ese año dos mil personas y, concretamente, en el mes de septiembre de 2010 las huidas de Tinduf se mantuvieron de manera constante: En la última semana de septiembre, aprovechando la noche, 114 personas, divididas en dos grupos de 66 y 48 huyeron vía Al-Farsiya y Al-Mahbes en la Región de Guelmin-Smara y el puesto fronterizo de El Guergarate en la Región de Ued Eddahab-Lagouira.
Ante la huida masiva comenzaron las amenazas del Frente Polisario sobre los saharauis críticos confinados en Tinduf, igualmente en esas fechas se produjo la acción de elementos militares argelinos, que pusieron en marcha operaciones combinadas por aire y tierra utilizando helicópteros de fabricación rusa, dándole un uso excluido de los protocolos comerciales de armamento entre Argelia y Rusia. Respecto de esta última información, las fuentes consultadas en la Defensa de Argelia nos manifestaron que se trataban de operaciones antiterroristas y de vigilancia del territorio.
¿Campamentos de refugiados o campamentos de confinamiento?
La denominación de campo de confinamiento, que es discutida por elementos que apoyan al Polisario es la que, stricto sensu, ha de aplicarse. Cuando ante la diáspora o huida de saharauis de los campamentos, la Pseudo-Policía que opera en el interior de los campos, con la ayuda de elementos argelinos, tratan de evitar por todos los medios que los saharauis que viven en tales lugares los abandonen.
Pues bien, hay campamentos de Tinduf donde lo que se practica es un confinamiento, puesto que quienes deciden huir, son molestados por la Policía del Polisario que ha establecido medidas coactivas para evitar ciertos usos de los llamados ‘taxis’, vehículos todo terrenos.
Varios grupos de los que en los últimos años han intentado huir, alguno dirigido por hijos de líderes polisarios, han sido intervenidos y devueltos a los campos de confinamiento, de algunos de sus integrantes detenidos nada se sabe al respecto.
Otras noticias que se conocían en esos momentos ponían en una situación mucho más difícil la imagen del Polisario, cuando se denunciaba por instituciones internacionales y ante foros de primer nivel como la propia Organización de Naciones Unidas -por ejemplo- la alta porosidad de miembros de sus campamentos con el crimen organizado y el terrorismo en la zona. La opinión pública conocía como una denominada Yihad Islámica Saharaui aparece en la red mediante vídeos en Youtube.
Igualmente, las acciones pre-establecidas por el lobby propolisario, en el mes de septiembre de 2010 estarían orientadas a sentar un estado de opinión de cara a la celebración de la Cuarta Comisión de las Naciones Unidas. Esta ‘jugada’ de los propolisarios trataba de ser una respuesta a la iniciativa de varias organizaciones internacionales de Derechos Humanos que exigen a Argelia y al Frente Polisario que se dejen de vulnerar los derechos de los saharauis en los campos de confinamiento y la puesta en libertad del referido jefe de la Policía Polisaria, el señor Salma Moulud.
La Conferencia en Argel fue el 'antecedente' inmediato para lo que luego ocurriría en Gdeim Izik y El Aaiun, que a su vez estuvo precedido por acciones de protesta dirigidas, en la propia ciudad de El Aaiun. A pocos días de que se celebrara, en New York, la IV Comisión de Descolonización (ONU) en donde se trataría la cuestión del Sáhara Occidental.
Las acciones activistas tras Argel, Gdeim Izik
Se intentaron montar dos campamentos más, en diferentes ciudades que no tuvieron éxito, pero el instalado a unos 15 kilómetros de El Aaiun, el de Gdeim Izik se materializó con la instalación de Jaimas, en una cantidad que -evidentemente- no se corresponde con los iniciales ocupantes o personas movilizadas que fueron no más de un centenar. Si bien en cuestión de horas y días sucesivos llegaron a instalarse varios centenares de Jaimas más con la integración de cientos de personas, de unas dos mil personas, en nuestra opinión. Las fuentes de los comités de apoyo al Frente Polisario llegaron a asegurar que había 20.000 personas ocupando el campamento. Esta cantidad es simplemente una 'intoxicación informativa'.
Puede asegurarse que el campamento de Gdeim Izik era una realidad en la primera semana del mes de octubre de 2010.
El Frente Polisario, mediante la acción de militantes y activistas, patrimonializó la protesta social que motivó inicialmente el campamento de Gdeim Izik; las reivindicaciones fueron, incluso, objeto de atención y negociación por parte de las autoridades marroquíes. Pero una vez llegaron al interior unos muy determinados activistas se fueron produciendo acciones violentas y se fueron abandonando las reivindicaciones sociales para ir planteándose argumentos contra la soberanía del Reino de Marruecos sobre el territorio. Lo curioso es que esas argumentaciones se trasladaban al exterior por personas de nacionalidad mexicana o por españoles. A nivel exterior fueron estos activistas los que desacreditaron unas reivindicaciones sociales para llevar las mismas a un terreno absolutamente distinto, una manipulación que, como se evidenció, llegó a alcanzar niveles de una gravedad tal que indujeron conductas falsarias en medios de comunicación españoles que tuvieron que pedir disculpas, una vez descubrieron que 'habían sido engañados por el entorno del Frente Polisario'. Es más, como consecuencia de la manipulación informativa desplegada, una importante cadena de televisión de España, Antena 3 fue condenada por un tribunal federal de Bélgica.
La estrategia del Polisario, acordada en Argel, continuó o se materializó -precisamente- durante los días en que el campamento se mantuvo instalado; unos días en los que precisamente giraba una visita Cristopher Ross, enviado especial del secretario General de Naciones Unidas, con el encargo de reanudar las negociaciones informales entre los actores en conflicto. Ross, además de Argelia, giraría visita a Mauritania. La puesta en escena de la instalación de ‘Jaimas’ en las inmediaciones de El Aaiun, evidentemente provocaría el despliegue preventivo de fuerzas de seguridad marroquíes.
Las fuentes consultadas por saharauis residentes en El Aaiun en esa época rechazaban estas acciones “pues lo único que hacen es provocar situaciones de tensión y violencia, luego los organizadores desaparecen y dejan la situación de tensión. Los saharauis que hemos decidido vivir aquí, aspiramos a que se pueda desarrollar la autonomía que propone el Rey Mohamed VI y abandonemos un conflicto que tan sólo quieren mantenerlo vivo los dirigentes del Frente Polisario y determinados personajes argelinos, porque ambos hacen negocios a costa de la situación”.
Como resumen a la situación previa a la instalación del Campamento de Gdeim Izik:
La situación del campamento montado por el Polisario, de forma acelerada, ante la inminente llegada de los altos representantes de Naciones Unidas, unido a todo lo anteriormente mencionado sólo tenía un objetivo, mantener una atención mediática que las organizaciones de apoyo y el propio Polisario han ido perdiendo con el paso del tiempo y como forma de desviar la atención ante las investigaciones que ya en esa época se publicaban y otras se estaban realizando por diferentes órganos internacionales, medios de comunicación, servicios de inteligencia, ONGs y analistas, de la cada vez más evidente porosidad entre ciertos movimientos criminales en la zona, entre ellos Al Qaeda en el Magreb Islámico y elementos del Polisario, desencantados con la ineficacia y la falta de democracia interna del Frente Polisario. Otros saharauis, unos dos mil en el último año, han regresado a Marruecos.
Desmantelamiento del campamento y revueltas criminales. Violencia terrorista
Recordemos que en el mes de octubre de 2010 a unos quince kilómetros de El Aaiun, como protesta social. Las autoridades marroquíes comenzaron de inmediato negociaciones con los representantes vecinales quienes informaron que tras la iniciativa no se encerraban otras reivindicaciones que no fueran de carácter social y se desvincularon expresamente de cualquier iniciativa del Frente Polisario. Pero activistas de este movimiento se introdujeron en el campamento, incluso con personas venidas de otros países, que lograron que el clima de violencia fuera en aumento durante varios días.
En vísperas del desmantelamiento, que se produjo el 8 de Noviembre, se registraron varios incidentes violentos, incluso un ataque a las fuerzas de seguridad marroquíes en un control, siendo abatido un joven que viajaba en el vehículo desde el que se produjo la acción en uno de los controles, en el vehículo se hallaron algunas armas y bombonas de gas dispuestas para ser incendiadas.
Personas que estaban dentro del campamento confirmaron, aquellos días, a nuestros redactores que uno de los ocupantes del vehículo era un delincuente que –incluso- había sido expulsado del interior de la acampada por diferentes hechos violentos.
El incremento de la amenaza y el riesgo derivado de la intensificación de los discursos violentos fueron factores determinantes que determinaron, finalmente, que las autoridades marroquíes optaran por el desmantelamiento de las jaimas y así fue como, en las primeras horas del día 8 de Noviembre, desde el aire, con helicópteros dotados de altavoces, durante bastante tiempo, se advirtió a los ocupantes del desalojo y se les pidió que fueran saliendo y se dirigieran a las decenas de autobuses y otros vehículos habilitados que los trasladarían hasta El Aaiun.
La mayoría de la gente decidió abandonar la acampada y regresar a la ciudad, en los autobuses y en sus propios vehículos, pero un grupo de activistas, perfectamente organizados, entre los que había elementos uniformados al uso de las milicias del Frente Polisario, armados con machetes, artefactos incendiarios y explosivos compuestos por bombonas de gas, entre otros utensilios, se dispusieron a hacer frente a las fuerzas del orden, con alardes de violencia extrema.
La forma en que se organizaron las acciones de enfrentamiento a las fuerzas del orden respondía a las técnicas propia de guerrillas, mediante grupos a modo de comando, dirigidos por cabecillas que pusieron de manifiesto el conocimiento de estas técnicas.
Los atacantes llegaron a desplegar acciones violentas tan sólo conocidas en las acciones propias del terrorismo más salvaje en el Sahel
Tanto en las acciones violentas desplegadas contra las fuerzas del orden en el Campamento como las que se desplegaron a continuación en El Aaiun, hubo actuaciones absolutamente desmesuradas, que pocas veces puede verse si quiera en los enfrentamientos de orden público más violentos, pondremos varios ejemplos:
Tras rodear a algunos miembros de las fuerzas de seguridad, acabaron con la vida de algunos y a otros los hirieron, lapidándolos y apaleándolos de forma salvaje.
Otros cadáveres de policías y militares fueron objeto de actos inadmisibles de profanación, hasta el extremo de orinar sobre ellos. Un militar fue degollado y asesinaron a un miembro de Protección Civil tras el ataque a una ambulancia.
Paralelamente, activistas violentos, en la ciudad de El Aaiun desplegaron una serie de acciones de sabotaje muy selectivos, propios de técnicas de guerra de guerrilla incendiando Correos, la Televisión, oficinas de la Administración. El Aaiun se convirtió en un auténtico polvorín que tardó en ser controlado varios días, murió allí también algún miembro de las Fuerzas del orden.
INVESTIGACIÓN Y JUICIO
Como consecuencia de todos estos hechos fueron detenidas y finalmente procesadas más de una veintena de personas cuyo juicio comenzó el pasado día 1 de febrero en el Tribunal Militar Permanente de Rabat, después de que se aplazara en el mes de diciembre pasado por la incorporación a la causa de un nuevo procesado. Todos permanecen en la prisión de Salé, excepto uno de los acusados que disfruta de libertad provisional debido a una enfermedad.
Frente a los argumentos estatales, los grupos pro-polisarios que apoyan a los detenidos aseguran que el comportamiento de aquel día 8 de Noviembre, fue pacífico y ejemplar y que los detenidos son presos políticos.
La instrucción del caso ha durado unos dos años, lo que consideramos razonable desde la perspectiva temporal.
Acusación:
La acusación está ejercida por el Procurador que imputa las siguientes acusaciones:
Las víctimas (miembros de las fuerzas del orden) y sus familiares pasan a un segundo plano, son obviados y no son respetados. ¿Dónde está el respeto a los asesinados y sus familias?
a) Pertenencia a banda armada
b) Utilización de la violencia contra los representantes de la fuerza pública en el ejercicio de sus funciones.
C) Ocasionar la muerte por empleo de la violencia de agentes marroquíes, que se imputa a 12 de los acusados.
D) Profanación de un cadáver respecto a 2 de los acusados.
E) Atentar contra la seguridad interior de Marruecos
Los acusados son:
1- ENNAAMA ASFARI.
2- AHMED SBAI.
3- HASSAN DAH.
4- DEICH DAFFI.
5- MOHAMED BANI.
6- ELBACHIR KHADDA.
7- EL HOUCEIN AZAOUI.
8- ABDALAHI.
9- MOHAMED TAHLIL.
10- CHEIKH BANGA.
11- SIDI ABDELJALIL LAAROUSSI.
12- BOURYAL MOHAMED.
13- LAKHFAOUNI ABDALAHI.
14- SIDI ABDERRAHMAN ZEYOU.
15- MOHAMED LAMINE HADDI.
16- MOHAMED ELBACHIR BOUTANGIZA.
17- ETTAKI ELMACHDOUFI.
18- SIDI ABDALLAHI ABBAHAH.
19- SIDI AHMED LEMJIYED.
20- BRAHIM ISMAILI.
21- MOHAMED MBAREK LAFKIR.
22- MOHAMED KHOUNA BABAIT.
23- EL BAKAY LAARABI.
24- MOHAMED ELAYOUBI
EXISTE UN IMPUTADO EN BUSCA Y CAPTURA.
PRIMERA SESIÓN DEL JUCIO
Los 23 acusados en el juicio por las revueltas de Gdeim Izik mostraron en la primera sesión en el Tribunal Militar, un desprecio bochornoso a las familias de las víctimas de aquellos sucesos, 13 asesinados, diez de ellos agentes del orden y militares, dos civiles y un miembro de Protección Civil.
Pese a la tradicional demagogia que despliega el Frente Polisario y sus núcleos de apoyo, lo vivido ayer en la Sala del Tribunal Militar Permanente, donde se inició el juicio por las revueltas criminales de Gdim Izik en 2010, pone de manifiesto que los presos no están sujetos a ningún tipo de apartamiento. Más bien puede decirse que es todo lo contrario. Si a este observador llamó algo la atención sobremanera, fue que los 23 activistas procesados entraron a la Gran Sala dando vivas a las demandas del Frente Polisario, sonriendo. Mientras, justo detrás de donde yo me encontraba junto a un observador legal venido de Bélgica, se encontraban varios familiares de las víctimas asesinadas. Hijos, madres, hermanos...cuando los procesados irrumpieron a gritos en la Sala de Justicia apenas podían reprimir un gesto de rabia y las lágrimas. Sólo eran consolados por otros militares que rápidamente acudieron a ellos ante la situación tan bochornosa.
Los propolisarios prescindieron del mínimo decoro y parecían más decididos a 'montar' unos de sus habituales números de escena que de lo que debía celebrarse solemnemente, un juicio criminal por delitos gravísimos contra la seguridad de un estado, asesinatos, tenencia de armas y explosivos.
Cuando los abogados de los procesados terminaron de plasmar sus requerimientos formales, al otro lado de la 'barandilla' que separa el lugar de los procesados del resto de las personas, se acercaron familiares, amigos, miembros de los comités de apoyo, algunos de ellos abogados españoles.
Acostumbrado a ver juicios de diversa índole y en diferentes países me resultaba increíble.
¿Cómo pueden los demagogos habituales decir que aquellos estaban en malas condiciones físicas, que no se les permitía hablar con nadie? Se intercambiaban besos, anotaciones...más parecía un cocktail que un receso de un juicio, me confesaba el brillante abogado belga Pierre Lagross.
Ni de lejos pueden afirmar los pro-polisarios que estos procesados fueron mal tratados en el Tribunal. Se comportaron como indecentes personajes pues, si bien uno debe poder defender por todos los medios legales a su alcance su inocencia ante un tribunal, nada les exime de tener en cuenta que lo que se estaba celebrando era un juicio y que en la sala estaban los familiares, amigos y compañeros de más de una decena de asesinados.
Cuando uno es inocente, que es lo que defienden de sí mismos, debiera mostrar compasión por quienes SIENDO ABSOLUTAMENTE INOCENTES lloran desde hace dos años la pérdida de sus seres queridos.
Recordemos que, además, no murieron en una guerra, fueron degollados, muertos a palos e incluso algunos cadáveres fueron profanados.
Una abogada extremeña, de los comités de poyo al Polisario y sus reivindicaciones, reconoció ante un periodista de la MAP y ante mí, que los presos estaban siendo tratados de forma exquisita y hasta se sonreía cuando decía que les habían dejado cantar al entrar a la Sala de Justicia. No salió ni una palabra de compasión para los familiares de los asesinados, ESOS SÍ QUE ESPERAN QUE SE HAGA JUSTICIA.
Continuación del juicio. La crónica de Sergio Gracia Montes en www.globedia.com
La intención de este análisis se desarrolla desde el punto de vista de Observador Internacional para demostrar la correpción del proceso contra los 23 imputados por las muertes en el campamento de Gdim Izik en 2010 a manos del Frente Polisario
Tras empezar, hace unos años, mi interés y formación en el análisis de conflictos internacionales; el pasado jueves me embarqué destino Rabat para asistir al juicio que se está celebrando por los crímenes cometidos durante el desmantelamiento de lo que se denominó el campamento de Gdeim Izik y en El Aaiun (provincia al Sur de Marruecos, en el Sahara); acontecimientos que se produjeron en noviembre del año 2010, y de los que 23 presuntos activistas violentos han resultado procesados (en realidad son 24, pero uno goza de libertad por motivos humanitarios debido a una enfermedad y otro se dio a la fuga y permanece huido aunque en busca y captura). Por cierto que los 23 acusados se encargan de poner de manifiesto que comparten la lucha reivindicada por el movimiento independentista, Frente Polisario.
Aquel campamento de protesta y las consiguientes revueltas -en mi opinión- difícilmente podrían haberse producido en un Estado -el Reino de Marruecos- de ser éste el país tan 'antidemocrático' como pretende afirmarse desde ciertos prejuicios instalados en colectivos y que despliegan una permanente conducta activista en su propaganda.
Desde las 8.30 de la mañana del viernes, a la llegada a la Corte Penal Militar de Rabat empecé a sorprenderme positivamente. Eran sorpresas, detalles, que me ayudaban a eliminar los prejuicios inducidos por el desconocimiento, si tenía alguno. La calle principal estaba cortada entera como, como ante cualquier gran proceso judicial en previsión de incidentes. Justo en frente de la sede del Tribunal Militar Permanente había dos manifestaciones de familiares y amigos que apoyaban, unos a los familiares de asesinados y heridos, víctimas de los crímenes que iban a ser juzgados. La otra manifestación era a favor de los procesados. Aunque a muchos pueda parecer increíble, ambos grupos estaban separados por una distancia de dos metros y, en ningún momento, se produjo, si quiera, el amago de un enfrentamiento entre ambos.
¿Se imaginan está situación entre seguidores de ETA y familiares/compañeros de muertos en un atentado? Sinceramente, yo no.
Una vez pasado el control de acceso, rápido, ágil y de total facilidad, entré a la Gran Sala de Justicia, estaba rodeado de compañeros OBSERVADORES INTERNACIONALES de medio Europa, Estados Unidos y denominados colectivos de defensa de Derechos Humanos (personajes de algunos de estos 'colectivos' actúan haciendo casi 'proselitismo' buscando que pienses como ellos, que sólo aquellos a quienes ellos apoyan son dignos de esos derechos ….cosa extraña, ya que los Derechos son de las personas, de todas).
El juicio en sí mismo se celebró bajo las principales premisas de un juicio justo, entre otras, igualdad de armas, equilibrio de defensas y acusación, principio de contradicción; por cierto, respecto a este último principio de contradicción, puedo afirma que quedó plasmado hasta la saciedad.
Tal ha sido el nivel de permisividad de 'libertad de expresión' que a los procesados se les ha permitido, a la entrada y a la salida, cantar consignas a voces tales como “Viva la lucha del pueblo saharaui” donde toda la sala los ha respetado con un silencio sepulcral (pero ellos con su actitud no han respetado a los familiares de las víctimas). Con esta actitud en la Audiencia Nacional de España los acusados no llegan a sentarse en el banquillo, eso que quede claro.
La defensa, ejercida de forma conjunta, con alrededor de 15 letrados, pudo intervenir cuando lo estimó oportuno, tantas veces lo quisieron y pudiendo repetir argumentos (cosa también imposible en España) alegando diferentes causas de incompetencia de respecto del Tribunal, cuestiones de competencia territorial (pedían que el juicio se celebrara en El Aaiun) competencia de orden jurisdiccional (negaban la competencia del tribunal militar) y otros aspectos que afectarían a las pruebas.
La Fiscalía, en el intercambio de argumentación, ha defendido las competencias del Tribunal, fundamentando sus argumentos en el ordenamiento jurídico del Reino de Marruecos: Constitución, el Código Penal y Militar entre otras normas jurídicas. El fiscal actuó en todo momento de forma correcta e invitando a la defensa a rebatir sus argumentos.
Para seguir con eliminación de prejuicios sobre la justicia marroquí, en la primera vista se aceptó algo que, ni por asomo pasaría por la cabeza a ningún Tribunal español/europeo, aceptar el escrutinio público de OBSERVADORES INTERNACIONALES, y no sólo eso, sino que puso a disposición del trabajo de los observadores traductores (Francés, Inglés, Español y Hassania) con el fin de que entendieran cada evento del juicio.
Debe quedar claro a los colegas Observadores, de Derechos Humanos y otros colectivos con connotaciones más activistas que estamos asistiendo a un juicio en que hay 23 imputados, en el que se enjuicia -entre otros hechos- la muerte violenta de trece personas, desde policías a personal civil pasando por un miembros de Protección Civil y que, lo que se juzga es la culpabilidad o inocencia de los imputados, respecto de los cuales el secretario del Tribunal, a última hora de la tarde, expuso en un relato completo de hechos, la individualización de las conductas objeto de acusación de los diferentes cargos, en contra de lo que algunos 'observadores' estuvieron diciendo a lo largo de la jornada.
Algunos han querido convertir esta causa en un juicio político, vincularlo a cuestiones de descolonización, nada más lejos de la realidad, dicho tema debe discutirse en otro sitio y no en la Corte Penal Militar, en dicha Corte se debatirá si los imputados son culpables o inocentes del conjunto de hechos que le son imputados, nada más.
Para señalar otro acto revelador del trato dispensado durante el juicio es que ninguno de los 23 acusados, ha permanecido engrilletado o maniatado, cosa poco probable en un juicio de estas características en España, nuestro Estado de Derecho tan democrático.
Para acabar me gustaría señalar que, entre las pruebas aportadas por la policía a la Fiscalía:
• 1 machete de gran tamaño, que suele utilizarse para abrirse paso entre la maleza de grandes bosques
• 7 cuchillos de dimensión mediana
• 6 hachas de diferentes tamaños
• 2 bengalas
• 1 portátil
• 3 walki-talki
• 1 identificación
• 15 móviles (y aunque alguno lo ha llegado a calificar de arma de juguete, se debe pensar que les nos mostrarán las llamadas entre los miembros del grupo y lo que es más grave con 1 móvil se puede hacer explotar una bomba a distancia…..)
Con todo lo visto hoy sólo puedo señalar que, tomando como referencia este juicio bajo seguimiento internacional, que lo que podemos describir como 'democracia judicial' avanza en Marruecos a gran velocidad y que con la apertura de puertas a todo Observador Internacional que ha querido, Marruecos ha hecho una declaración de intenciones dejando claro que no tiene nada que esconder.
Información de las sesiones del 9 y 10 de febrero
Las sesiones del 9 y 10 están protagonizadas por declaraciones, en particular del primero de los acusados, que en sus declaraciones no respondió a las acusaciones individualizadas por los hechos penales que se le imputan, declaraciones de testigos llevando todo el caso al conflicto del diferendo saharaui.
Los observadores internacionales vinculados a las posiciones activistas del Polisario mantienen que esa es la línea de defensa, mientras que el resto de observadores internacionales, incluso juristas vinculados a tribunales internacionales mantienen que la defensa debe establecerse en virtud del procedimiento, de las acusaciones individualizadas, los testimonios de cargo y descargo y las pruebas...en definitiva, lo que es un juicio 'puro y duro'.
Activistas propolisarios van como observadores internacionales y sólo buscan que se hable del diferendo del Sáhara y no del juicio por los hechso criminales