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El informe Gortz señala que España, con Portugal, son los principales países portales de entrada de cannabis y cocaína a Europa. Götz, atribuyó esa posición como ruta de tránsito por su proximidad geográfica a Marruecos, y "sus vínculos tradicionales" con Latinoamérica
Cuando Marruecos y Argelia viven un conflicto diplomático por el lavado del dinero del hachís, recorremos las montañas donde 90.000 familias viven del cultivo. Guía a los periodistas y curiosos el alquimista inglés 'Gandalf', que lleva cuatro décadas entre las plantaciones del Rif. El negocio mueve 15.000 millones al año. Y sube el consumo de cannabis en España
Los efectos del boom de la marihuana casera: cannabis muy barato y policía desbordada
Mister Digby es una especie de alquimista del oro negro que lleva en una bolsa de tela hasta ocho tipos de hachís distintos. Cada uno con un nombre y su descripción técnica. Los hay más oscuros y los hay más amarillentos. Unos dejan la mente anestesiada a las pocas caladas, otros provocan una risa contagiosa, todos están investigados por los alquimistas porque cada uno es distinto del otro.. Los sacan de diferentes plantaciones de cannabis en las montañas de la Cordillera del Rif, en el norte de Marruecos. A mister Digby le llaman el Gandalf azul. Es el mote que le pusieron en el canal sobre marihuana de Youtube 420weedTV porque se parece al personaje de Tolkien. Siempre viste con una chilaba azul y luce larga barba y pelo blanco. Camina encorvado pero con la agilidad de una liebre por las montañas. Nació hace 75 años en Shrewsbury, una pequeña ciudad del Reino Unido que hace frontera con Gales. Pero lleva 44 años viviendo entre los autóctonos del templo del hachís mundial, la región rifeña conocida como Ketama (oficialmente, Issaguen). Aquí los señores de la droga y los campesinos del cannabis conviven en el país que más hachís exporta en el mundo, por delante de Afganistán, con más de 40.000 toneladas anuales. Auque ese liderato sería insultar a los talibanes. Y gran parte, una mayoría del cannabis de la ketama, pasa por España, la gran puerta de Europa del hachis. Gandalf lo sabe bien porque, entre sus variopintos oficios, uno de ellos fue llevar huevas de hachís a la Península. “En los años 80 la calidad era mucho mejor y se mimaba más el cultivo. Ahora que no para de crecer la demanda mundial y con ello la producción, el resultado es peor. Y como consecuencia de la expansión, a los campesinos les están dejando sin sus campos tradicionales donde plantaban patatas y maíz”, explica el inglés. Existen pocos personajes mejores que Gandalf para acompañar al forastero desde Tánger al corazón del Rif y conocer todo el complejo universo que mueve el negocio del hachís mundial. Lo hacemos justo cuando el ministro de Exteriores de la vecina Argelia ha declarado que los bancos marroquíes lavan el dinero del hachís y que la principal aerolínea del reino no sólo transporta pasajeros por todo el continente. Una nueva crisis diplomática entre los dos enemigos clásicos del norte de África ha saltado y ha hecho mucho ruido en la prensa de la zona.
Europa es una gran productora de sustancias estupefacientes ilegales, como la marihuana o el hachís. Entre sus principales países productores y exportadores encontramos las famosas regiones de Marruecos, Afganistán, los Balcanes Occidentales, Oriente Próximo y el sur de África.
No obstante, de todos ellos, Marruecos es el principal exportador de hachís según la agencia antidroga de la ONU. Y es más, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)también publicó que la exportación de la resina del cannabis contribuye en un gran del PIB marroquí.Hasta el 11%.
España ha sido el país con más consumidores de cannabis durante el último año (11, 2 por ciento de las personas entre 15-64 años, frente al 6, 8 por ciento de media europea), y durante el último mes (8, 7 por ciento, con una media europea del 3, 8 por ciento)."España tiene un problema con el consumo de cocaína y de cannabis", resaltó el director del OEDT, Wolfgang Götz, quien recalcó también el papel de España como país de entrada de esas drogas a Europa.
El informe señala que España, seguida de Portugal, son los principales países portales de entrada de cocaína a Europa (agrupan dos tercios del total de las incautaciones), y que España es también el país europeo con más incautaciones de plantas de cannabis y el principal punto de entrada a Europa del hachís producido en Marruecos. Götz, en la rueda de prensa en que presentó el informe, atribuyó esa posición de España como ruta de tránsito de esas drogas a su proximidad geográfica a Marruecos, así como a "sus vínculos tradicionales" con Latinoamérica.
El informe señala que cuatro millones de europeos consumen cannabis diariamente, y que 71 millones (casi un cuarto de la población adulta) han probado la droga al menos una vez en su vida, aunque detecta un declive en su uso a escala europea.
El plan español de acción y coordinación contra las drogas "ha tenido bastante éxito" y que España es uno de los países que más éxito ha tenido contra la epidemia de infecciones de VIH por el uso de drogas inyectadas.El informe señala también la importancia creciente de la región de África Occidental en el tránsito de drogas hacia Europa, básicamente canabis marroquí y cocaína latinoamericana pero también de heroína procedente de Afganistán.
En el conjunto de los 30 países europeos estudiados, se ha entrado en una fase "relativamente estable" en términos de consumo de drogas, sin embargo, el uso de drogas "sigue siendo elevado" en términos históricos, y el consumo de algunas de ellas, no está bajando sino que se registran incrementos, añadió, y España sigue siendo la puerta de entrada de alguna de ellas como el cannabis que viene por la vía drirecta de Marruecos.
Tres presentaciones distintas de la droga: lo cierto es que el 65% del hachís incautado en todo el mundo procede de Marruecos. Aunque otras investigaciones, como la de la Oficina de Naciones Unidas de Drogas y Crimen, elevan esa cifra hasta el 23%. “En realidad es más. Lo que pasa es que al ser ilegal, los datos se disfrazan”, explica un transportista de hachís de Marruecos.Cualquier mayorista tiene 1O furgonetas donde lleva miles de kilos cada año desde las montañas hasta la costa marroquí, sobre todo al pueblo de El-Jebha, donde le esperan los pilotos para pasar en las canoas de goma rápidas los fardos hasta las costas andaluzas. En un año, la Guardia Civil ha intervenido más de 71.000 kilos de hachís en Algeciras, más del doble que en el mismo periodo de 2017.” En Marruecos se mueve más de 15.000 millones de euros al año en este negocio, perseguido prohibido pero a la vez tolerado. Ni se imagina si fuera legal todo el dinero limpio que entraría en el país... Serviría para combatir la pobreza”, dice un observador no transportista.
Chefaouen, el centro de comercio de la marihuana
Aquí llamado ‘kif’, el consumo del cannabis es una realidad. Este pueblo se encuentra a 50 kilómetros de la frontera y para sus habitantes, el kif es especialmente necesario. Según sus creencias y ritos, sirve para dar la bienvenida, para realizar viajes psíquicos, para regalarse un par de horas de placer. ¿El resultado? Muchos se pasan el día drogados. No obstante. Es importante señalar que en Chefchaouaen no se hallan las plantaciones de cáñamo, sino que este pueblo es sólo el centro del comercio de la marihuana y de sus derivados.
Chauen fue durante siglos una ciudad considerada sagrada, donde se prohibía la entrada a los extranjeros. Por esta razón se ha mantenido con pocas alteraciones toda su fisonomía medieval. Los cambios en la estructura urbana y poblacional de Chauen son muy recientes. Fueron las tropas españolas que abrieron Chauen al tomar el control de toda la zona norte del actual Marruecos para instaurar el protectorado concedido por la Conferencia de Algeciras. Cuando los españoles llegaron, la ciudad tenía una importante población judía sefardíque hablaba judeoespañol. Al pasar la ciudad de Chaouen, ( en la guerra civil se llamaba Xauen y estaba de moda entre las tropas de Franco) Gandalf azul aconseja dejar de mirar el GPS porque el guía quiere llevar al periodista por otros caminos, menos convencionales, para evitar los controles de la Policía marroquí, que abunda. Al empezar a subir por las pistas de tierra que atraviesan las montañas rifeñas se vislumbran enormes campos vacíos. Hace dos meses todos estaban cubiertos de plantas de cannabis de más de metro y medio de altura, que ya se recogieron para la elaboración del kif (como llaman al preparado que hacen del cannabis para fumarlo en pipa) y de hachís. 50 dirhams al día. Pasando por los pequeños pueblos de la zona se aprecia el contraste entre los humildes campesinos y los tipos con ferraris rojos a 100 kilómetros por hora que el visitante se cruza por el camino. Se calcula que hay cerca de 90.000 familias (casi 800.000 personas) que viven del cultivo de kif. “ Gandalf matiza que la cifra de las personas que se dedican aquí a “esto” es de 250.000. En verano vienen miles de marroquíes del Atlas y otros extranjeros a trabajar durante la recogida de la planta. Ganan 50 dirhams (cinco euros) al día y les dan alojamiento y comida”. La mayoría de los habitantes de la zona de Ketama -cerca de 2.000- vive todo el año con el dinero que ganan con la venta de hachís en verano. Las grandes producciones que se envían a Europa y a otros países de África suelen tener lugar en cooperativas bien blindadas. Allí dentro trabajan sobre todo mujeres que dan forma de hueva a la resina del cannabis extraído de la planta. Al resultado lo llaman caramelos y van bien envueltos en varias capas de celofán. Porque hay kilos que no salen por mar sino que lo hacen dentro del estómago de muchas de estas mujeres. De esta forma pasan cada día en ferry 200 kilos desde Tánger o Ceuta a Algeciras. La parada la hacen en una pequeña casa de piedra en medio de la montaña de un hombre que se llama Hassan. Tiene 56 años, y 11 hijos. Padece párkinson. Cuenta que algunos días, en verano, se ha sacado hasta 1.000 euros vendiendo hachís a sus compradores habituales y a los turistas que pasan por allí. Vive en una comunidad junto con otras 50 familias que venden a 50 céntimos el gramo de hachís. En Madrid, el camello del barrio de Chamberí vende esa misma cantidad por siete u ocho euros. Hassan guarda en un pequeño cuarto varios sacos de hojas de cannabis secas. Para preparar el hachís pone las hojas apretadas en un gran bidón que cubre con un plástico. Y golpea con un ritmo medido el recipiente con dos palos de caña de madera para que la resina de la planta vaya cayendo al fondo del recipiente.
En Ketama, el tráfico es un pesadilla
La villa de Issaguen, tradicionalmente conocida como Ketama, afirma no ganar más de 2000 euros anuales en droga. Los campesinos se quejan de estar bajo el auspicio de las mafias de narcotráfico que les compran sus productos para venderlos. Es una de las regiones en los que el tráfico se convierte más en una pesadilla más que un beneficio.
Anteriormente, Ketama era un pequeño complejo de esquí y de veraneo. Pero el desarrollo del cultivo del cannabis en la región la convirtió en centro de tráfico y hacía huir a los turistas. La reapertura de un hotel de 4 estrellas en 2008 señala la voluntad de invertir esta tendencia. Ketama tiene un gran problema con su comundad. “El problema con la educaciónes es que los niños sólo van a la escuela hasta los 13 años. Después sólo podrían seguir los estudios en ciudades como Xauen o Tetuán, y están muy lejos para ir y venir todos los días. Por eso la mayoría de los críos dejan de estudiar a esa edad”, asegura Hassan. Los mayores ya ayudan a su padre en el cultivo y recogida del cannabis. Lo primero que hace Gandalf al levantarse es liarse un porro. Desmigaja minuciosamente el hachís en diminutas bolas que mezcla con el tabaco de liar. Después del desayuno, toca una pequeña clase de historia. “La tradición del kif viene desde el siglo XV, durante las conquistas musulmanas del Magreb. Durante el protectorado español se permitió el cultivo, y el primer rey tras la independencia de Marruecos, Mohamed V, lo prohibió en todo el país. Al igual que Hassan II y ahora Mohamed VI. Pero ha seguido siendo “tolerado”, explica el británico. Lo de “tolerado” es un gran eurfemismo y lo ha sido mucho antes, siempre. Sin hachis no existiría reino de Marruecos. El gran comercio del hachís, empezó en los años 55.
Las regiones de Marruecos más famosas para el cannabis
El cultivo de cannabis representa, desde hace décadas, una gran fuente de ingresos para las familias pobres del norte de Marruecos, las cuales fueron ignoradas por las autoridades en los tiempos de Hassan II. Hablamos en total de unos 800.000 marroquíes que viven de este cultivo ilegal, el cual les asegura un ingreso bruto de 3.600 euros por familia al año. La situación de pobreza obliga a los padres de familia al tráfico de esta sustancia cuya repercusión podría ser la propia cárcel.
Zonas turísticas: entre la ficción y la realidadAlgunas zonas de Marruecos que constituyen la parte más turística, como Marrakesh o Rabat se encuentran mucho más vigiladas respecto al cultivo y consumo de estupefacientes. En ellas, la venta de alcohol es ilegal, partiendo de este hecho, se hace extraño que sí puedan en cambio drogarse con marihuana, pero lo cierto es que la proporción es mucho menos a las zonas del Rif y Ketama. Las razones no son solo turísticas, la extensión agrícola es también menor en estas zonas. Una clara diferenciación entre la ficción creada para el turismo y la realidad que trasciende el conocimiento de los visitantes.
Gracias a la utilización de satélites y la investigación, se ha descubierto que el valle del Rif marroquí ha destinado el 66% de su superficie agrícola al cultivo de cannabis. Correspondiente a más de 90.000 explotaciones agrícolas familiares. Este hecho, para la naturaleza del Rif es contraproducente, dado que que precisa de intensos abonos que provocan deforestación. Administrativamente, la región del Rif comprende seis provincias marroquíes: Alhuceima, Nador, Uchda, Driouch, Berkane y Taza. Asimismo incluye la ciudad española autónoma de Melilla. Aunque las más notables son Melilla, Alhucemas, Nador, Uchda, Berkan, Midar, Imzouren, Tafersit y Axdir
El 65% de todo el hachís incautado en el mundo es de Marruecos. Afganistán ha quedado muy atrás. Entre la CIA, los muhadines y los talibanes han echado a perder el negocio, tambien “tolerado” por Donald Trump
El tráfico de personas en narcolanchas es lo que alarma a las organizaciones de inmigrantes ilegales y de derechos humanos
"Hoy la calidad es peor", dice 'Gandalf' refiriéndose al hachis maroquí. Recuerda que después de mucho tiempo de ausencia volvio a Ketama en el año 82 y todo había cambiado. El británico trabajaba con un grupo de mafiosos que transportaban cada mes cuatro toneladas de hachís a España. Se estaba disparando la oferta porque el mercado de Pakistán se había cerrado y la invasión soviética de Afganistán provocó que los contrabandistas se desplazaran a Ketama”. Este desarrollo del kif en la zona no convence a todo el mundo. Muchos agricultores protestan de que la enorme producción para atender a la demanda internacional ha destruido los bosques y plagado los acuíferos de fertilizantes. Los robles y cedros han sido sustituidos por enormes campos de marihuana. En cambio, las autoridades del reino alauita sostienen que la superficie dedicada al cultivo de cannabis ha disminuido un 65% desde 2003. De 134.000 hectáreas ha pasado a 47.000. En la casa de Hassan y sus amigos, Gandalf ameniza la mañana tocando una especie de armónica en forma de pincho metálico que le trajo un amigo de Vietnam. También da más detalles de su vida actual. Como que ahora se gana un dinero haciendo espectáculos para niños con pompas de jabón gigantes. Todos los veranos va a las ferias de Málaga y Jerez donde monta su puesto. Y durante el resto del año se le puede encontrar al final del paseo marítimo de Tánger o en la plaza Jemaa El-Fna de Marrakech al lado de los encantadores de serpientes. “Yo soy un hippie que ha vivido mucho. Me considero una especie de Peter Pan”, asegura. Ahora está luchando para implantar el concepto de marihuana medicinal en Marruecos.”Sería muy positivo para el país, como ha pasado en California o más recientemente en Perú, sitios en que se ha aprobado su uso”. Cuando llegó al Rif desde el Reino Unido tenía 21 años. Muchos le llaman Abumiriam, que significa padre de Miriam, la mayor de sus dos hijas. Ha estado casado tres veces, con una mujer norteamericana, una de Alemania y otra marroquí. En 2006 fue detenido en un autobús de Girona con tres kilos de hachís y le metieron en prisión durante siete meses hasta que fue absuelto. En el Rif nadie quiere hablar de la polémica surgida con Argelia por las acusaciones a los bancos marroquíes de lavar el dinero del hachís. El ministro de Exteriores argelino, Abdelkader Messahel, lo dijo bien claro delante de un grupo de empresarios de su país. Desde Rabat respondieron llamando a consulta a su embajador en Argel y convocando al encargado de negocios argelino en la capital marroquí por las “gravísimas e irresponsables declaraciones”. Ahora el foco internacional está puesto en el novelado oro negro que sale del norte de Marruecos. Novela no del todo ficción. Prohibido pero tolerado. Gandalf ve como única solución que se legalice, siempre bajo control, y así, según él, todos saldrán ganando. Porque, dice, el tráfico de hachís no se acabará nunca…o se acabarán antes Marruecos o Afganistán, naturalmente.
De esta forma, encontramos regiones del norte al sur del país marroquí que se encuentran inmersas dentro de este enorme negocio negro que supone la producción y el tráfico de la droga del cannabis. Es importante tener en cuenta, si se viaja a Marruecos, la normativa impuesta desde su Región y que facilitan las autoridades españolas es la de andarse con cuidado y a su propia respoabildad
Las narcolanchas que no avegan, vuelan
Ahora funciona el tráfico más eficaz, en Cádiz. En la zona no hay más de tres negocios, y de ellos depende en gran parte el tráfico. Sus lanchas vuelan a 100 kilómetros por hora...Al descubrirse que muchas narcolabchas se dedicaban al tráfico de personas, srán doblemente perseguidas en el estrecho.
La clave es un buen molde. Cuando Sito Miñanco fue detenido en Algeciras se le intervinieron los planos de la planeadora más potente de Europa. Él quería construirla. El carril es de tierra, estrecho, y es el único acceso. ¿Es usted un tiquismiquis que se preocupa por su vehículo? Absténgase. Si se aventura, no abra las ventanillas, y circule en segunda o, como mucho, tercera. Cuando acaba el carril, rodeado de salinas, y la polvareda se asienta, podrá ver una imponente construcción industrial. Fachada a importante altura, igual que sus techos prefabricados y con vigas de acero vistas. Y, entre todo el material de construcción náutica que alberga, sobresale una inmensa embarcación, 12 metros de eslora, lista para ser usada: incluso con los asientos colocados. En un extremo de la nave se halla el segundo acceso, o mejor dicho, la vía de escape. Conduce directamente al agua del caño de Sancti Petri, desde donde es posible llegar a la bahía de Cádiz, a la de Algeciras o a la desembocadura del Guadalquivir. El astillero perfecto.
Lo que constituía este astillero, hoy cerrado, es lo que hoy garantiza que exista el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar. La inmensa mayoría de las narcolanchas que cruzan hacia África desde la orilla española han salido de aquí, precisa una fuente de la Guardia Civil. La Policía Nacional también sabe que el entramado logístico de los narcos del Estrecho se ha especializado tanto que hoy los más importantes narcos cuentan con sus propios astilleros. Son pocos, pero ahí están. Se les conoce como narcoastilleros. Están más o menos localizados. ¿En Cádiz? “ Eso no se puede decir”. “Son dos o tres, como mucho. Pero se están haciendo ahora también lanchas en Portugal y en Galicia”.
El narcotráfico del Estrecho de Gibraltar
Era en Puerto Real (Cádiz) donde estaba este Narcoastillero perfecto y el más activo: se estima que estuvo vendiendo durante al menos tres años. Es así desde que dejaron de venderse en subasta las embarcaciones requisadas por la Guardia Civil. “Las compraban de nuevo ellos mismos. Ahora, o las encargan o las roban directamente”, cuenta el comisario jefe de la Jefatura de Policía Nacional en Algeciras, Luis Esteban. Ocurrió no hace mucho, cuando varios encapuchados asaltaron de madrugada el depósito judicial de Conil para llevarse una narcolancha de 12 metros de eslora.
Hechas de fibra de vidrio, la fabricación de este tipo de embarcaciones parte de un molde que puede usarse una y otra vez. El tiempo de construcción es de un mes, aproximadamente. En su fondo llevan el combustible: hasta 3.000 litros, lo que les permite una autonomía que va en función de lo que cada narco quiera abarcar geográficamente para llevar y recoger la mercancía. Una vez construida y dotada de potentes motores de fabricación japonesa, el precio final de la narcolancha, motores incluidos, oscila “entre los 80.000 y los 180.000 euros. E incluso más”. Una cifra que puede parecer astronómica, pero que se amortiza en un viaje y se asume como pérdida en caso de tener que abandonarla, según indica otra fuente policial.
Una buena narcolancha es tan rápida que un conductor avezado es capaz de alcanzar los unos 117 km/ hora, prácticamente volando sobre el agua, burlando a los radares, eso con un mínimo de dos motores. No existe en el mundo una embarcación legal que pueda superarlas: las persigue la Guardia Civil en el mar, de hecho, con las requisadas a los narcos, porque no hay otra manera de darles caza. En su construcción, un gomero bueno (conductor de lanchas de goma estilo zódiac), con experiencia, es el que determina el tipo de embarcación que está dispuesto a manejar, y en último término quien elige hasta cuáles y qué número de motores debe llevar la nave, con la que cortará las aguas del Estrecho, cargada de hachís.
Los narcos gallegos saben trabajar bien con esas lanchas y saben elegirlas aun mejor. Al principio las adquirían en Inglaterra: eran las “Crompton”, que usaba el servicio de inteligencia inglés durante la guerra. “Y ellos mismos fueron los que introdujeron este modelo de embarcación rápida en las costas andaluzas, según narra un exagente histórico que parece haber sido el que más sabe del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar. Los gallegos “han instruido a los andaluces, desde hace años”, para construir sus propias narcolanchas, y los espacios donde almacenar fardos de hachís de manera oculta, conocidos como caletas. De eso sabe muchísimo un narco gallego que comenzó como gomero: Sito Miñanco
Los planos geniales de Sito Miñanco
uando la Policía detuvo a Sito Miñanco en Algeciras, los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes enseguida se dieron cuenta de algo importante al revisar los planos en su chalét de alquiler. Estupefactos, vieron que eran el diseño de una narcolancha casi monstruosa. Miñanco quería construirla en un astillero de Cambados. Sería la planeadora más potente de Europa, capaz de cargar hasta ocho toneladas de cocaína y de superar los 150 km/h. Muchos creen que Miñanco se inspiró en la mítica Patoca, la mayor planeadora de la historia de Galicia, con 18 metros de eslora y seis motores de 200 cv. Valorada en 600.000 euros, fue construida en Italia por encargo del narco gallego Patoco, ya fallecido, y apareció abandonada en 2009 en una playa de Nigrán
El Narcoastillero gaditano vendía su fabricación al Clan de los Pantoja, muy conocido en Algeciras. “Y a otros muchos”. Uno de los motivos del éxito de sus lanchas es que había modificado el diseño tradicional para perfeccionarlo. Ingeniería pura: el molde de fibra de vidrio es más estrecho y más largo que el tradicional de la “Crompton” inglesa. El resultado final daba una embarcación con una maniobrabilidad espectacular y más aerodinámica, lo que potencia la velocidad. Además, algo las hacía aún más inconfundibles: los imbornales por los que desaloja el agua cuando está en acción son de aluminio y de una marca muy concreta. Sin número de serie grabado, como todas las que circulan en el Estrecho, de por sí es una infracción administrativa. Por eso el decreto del Gobierno de prohibir estas embarcaciones tenía su porqué. El que las fabrica y no les graba el número sabe para qué se construyen», según la Guardia Civil
La empresa naval de Puerto Real trabajaba legalmente de cara a la galería, pero ahora es objetivo de una operación de la Guardia Civil y la Policía Nacional a principios de este año, al descubrirse el tráfico de personas en dez de cannabis.
Su propietario, Isaías Rupérez, fue detenido y acusado de narcotráfico: cometió el error de participar en el negocio remontando el Guadalquivir con sus narcolanchas, cargadas de hachís. Se decomisaron cinco embarcaciones y 13 motores de gran potencia. Fueron fabricadas «expresamente» para el traslado de la droga desde Marruecos a España. El propietario, está a la espera de juicio. El astillero está cerrado por lo que se le viene encima judicialmente. Su dueño se quedó, además, sin su principal vía de ingreso, las narcolanchas. «No fabricaban ni hacían otra cosa más que eso» Sólo que llevaban a bordo a seres humanos.
Los trabajadores que hacían las embarcaciones en el astillero eran tan conscientes de que los clientes eran narcos, que llegaron a preguntar a los agentes: “¿A nosotros no nos vais a detener?”.
El abanico de empresas de Vigo que venden o fabrican las mismas lanchas que el Ministerio del Interior quiere prohibir se planta. Rechazan la iniciativa diseñada para ser aprobada por el Consejo de Ministros.El real decreto prohibirá las narcolanchas», aseguró en rueda de prensa, sin dar más detalles, y anunciando su voluntad de enfrentarse a la avalancha de alijos que llegan a diario de Marruecos.
La iniciativa, aclaran integrantes de Vigilancia Aduanera que conocen parte del documento, ilegaliza el uso, fabricación y reparación de planeadoras con ocho o más metros de eslora, o de menor longitud pero con motores con potencias superiores a 200 caballos. Lo mismo añaden en la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), donde preparan un documento reivindicativo para exigir información sobre el decreto y la forma de consensuarlo para evitar pérdidas que ahoguen el mercado. Por ahora, la primera estimación fija en 600 los puestos de trabajo que se perderían en Galicia y el norte de Portugal. A nivel nacional, ANEN eleva a 3.000 los trabajos que corren peligro de desaparecer.
Vigo, por la implantación del sector, es posiblemente la zona de Galicia más afectada. Señala al Ministerio del Interior: “No nos consultaron el contenido del real decreto ni valoraron el alcance que puede tener para las empresas. Tampoco han pensado en la situación en la que nos dejan, estigmatizando a las empresas al ponerlas a todas en el mismo saco y dando la sensación de que todos los clientes que compran estas planeadoras son narcotraficantes y que nosotros estamos en connivencia con ellos, lo cual no es exacto ni justo”.
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