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"Mi alma se daba, dándose gozaba, y transcendía su esencia en goce. Se consumía en la alegría del que conoce. R.M del Valle Inclán
T enia muy olvidado este blog, pues las distintas ocupaciones me habían alejado de forma caprichosa de ir consignando las visitas a los cementerios que sigo realizando en este pizarrón.
Hoy vuelvo a este blog para recordar a una buen amigo, un padre que fue para mi. se trata de una persona con la cual conviví en un incipiente monacato allá en tierras burgalesas, en Castrillo de la Vega, donde los Misioneros Espirítanos, tenían su sede, que fue la mía durante un tiempo, hasta que llego el tiempo de acompañar en su particular purgatorio al Padre Waldo Garcia Romero, como Superior de la Orden en España, primero fue Madrid, luego Barcelona, y finalmente a un proyecto comunal en su querida tierra gallega, y que ubicó en la parroquia de Valeixe, en donde estuvimos unos años.
Tiempo de utopías, y juventud en pos de muchas rebeldías que nos fueron curtiendo y poniendo a cada uno de aquellos viejos compañeros en su sitio, Pedro Obelar Chaparro, se fue al Oriente eterno, del resto poco más sé, y con el Padre Waldo siempre tuve algún contacto desde que el cordón umbilical se rompió tras el fracaso comunal, pero Chans y la casa del padre Walo, empre fue un refugio para todos nosotros, es especial para mi, al que veía supongo un tanto extraño, y cercano en las utopías en las que siempre he estado militando. CNT/FAI, andando los años la Masonería, de vez en cuando le enviaba mis libros, para que comprobara que uno de sus alumnos había tomado en serio aquel axioma de «Lo que no supiera, escribir sobre ello
El Padre Waldo Garcia Romero, con parte de los novicios del Centro de Formación Espiritano de Castrillo La Vega (Burgos)
No hace mucho fui a visitarle a Redondela, el viejo amigo y profesor de cabecera en mi autodidactismo, con aquello de lo que no sepas escríbelo, pasó al Oriente Eterno el 29 de Noviembre 2016 desde la residencia sacerdotal en la que residía, y cosa curiosa casi nunca he soñado con mi padre, sin embargo me he despertado muchas veces tras soñar distintos episodios con relación a Walo, por eso digo que su figura como amigo y buen pedagogo siempre representó para mi un «segundo padre»,
Su galleguismo, su pundonor intelectual que era de primera clase pero que escondió tras una humildad, cuando era un teólogo y sociólogo de altura, que rompió moldo y que me enseñó junto con su hermano de sangre: Xacome, a entender y querer la terra galega, dejándome penetrar en su importante biblioteca con Castelao, Curros Enriquez, Valle Inclán.... cuantas tardes de lectura, hoy todo esa actividad y ese aprendizaje de la mano de Waldo, es mi fondo de armario intelectual y personal, Gracias Querido Amigo y Maestro.
Este era Waldo García Romero:
Victor Guerra
