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Al menos 43 civiles murieron y otros 150 resultaron heridos el martes en un bombardeo aéreo del régimen sirio contra una zona controlada por el grupo Estado Islámico en el noreste del país, según un balance difundido este miércoles.
Es uno de los balances más sangrientos del régimen de Bashar Al Asad contra posiciones del EI, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), que el martes dio cuenta de 27 muertos.
"Los ataques aéreos alcanzaron un mercado de ganado en el sector de Tall Hamis bajo control del EI", informó la ONG, que dispone de una red de fuentes civiles, militares y médicas en el país.
Tall Hamis es una localidad árabe de la provincia de mayoría kurda de Hasaka, en el extremo nordeste de Siria. El grupo extremista EI expulsó de ella a los insurgentes que luchan contra el régimen de Bashar Al Asad.
Según el periódico próximo al poder Al Watan, "decenas de miembros del EI murieron en la operación del ejército al sur de Tall Hamis". Estos yihadistas "utilizan el mercado de ganado como lugar para traficar con el petróleo bombeado ilegalmente", añade el diario.
Desde su implicación en la guerra en Siria, en 2013, el EI se ha apoderado de diversos campos petroleros.
Según el OSDH, las posiciones del EI en Hasaka son blanco de ataques aéreos diarios del régimen y de la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos.