¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Sociedad escriba una noticia?
Una centena de agentes de la recientemente creada gendarmería mexicana, un cuerpo policial con formación militar, se encuentra en Tapachula para combatir las bandas del crimen organizado que acechan a miles de emigrantes que cruzan esta ciudad fronteriza con Guatemala, informó el miércoles el gobierno local.
"Son aproximadamente 100 efectivos de la gendarmería para (proteger a) 23 municipios" del estado de Chiapas (sureste), al que pertenece Tapachula, informó a la AFP Enrique Zamora, secretario para el Desarrollo de la frontera sur del gobierno estatal.
Los agentes, que realizan por el momento trabajo de inteligencia, se focalizarán en los contornos del río Suchiate, una frontera natural entre México y Guatemala por donde cientos de personas atraviesan diariamente a bordo de rudimentarias balsas, hechas con grandes neumáticos y tablas.
Tapachula, una ciudad de 320.000 habitantes ubicada a unos 40 kilómetros del río Suchiate, es punto de paso para muchos de los 200.000 emigrantes indocumentados que entran cada año a México en camino hacia a Estados Unidos, pero también para productos destinados al comercio informal.
Los gendarmes llegaron en un convoy de autobuses y jeeps el martes muy temprano al cuartel de la Policía Federal en Tapachula, según pobladores, mientras que la AFP constató que también llegaron camionetas con agentes diplomáticos.
La gendarmería, que en total cuenta con 5.000 elementos, también fue desplegada en Guanajuato (centro), Jalisco (oeste), Tamaulipas (noreste) y Baja California Sur (noroeste), siempre con la misión de impedir los robos, secuestros y extorsiones que realiza el crimen organizado, a veces con la complicidad de autoridades corruptas.
El gobierno de México anunció en julio medidas para incrementar la seguridad de la frontera sur, que incluyen operativos de agentes del Instituto Nacional de Migración, la policía y el ejército, para evitar que los indocumentados suban al techo de un tren carguero conocido como "La Bestia", que va rumbo al norte y en el que han ocurrido trágicos accidentes entre los emigrantes.
Los retenes que hay en la zona fronteriza, aunados a las difíciles condiciones que enfrentan los emigrantes ilegales durante los operativos policíacos, casi siempre nocturnos, los han llevado a transitar por cerros aledaños a las vías del tren, donde bandas del crimen organizado los asechan para asaltarlos con suma violencia.
La gendarmería, el cuerpo de seguridad estrella del presidente Enrique Peña Nieto, empezó a funcionar el 22 de agosto pasado y se estrenó en Valle de Bravo, un pintoresco pueblo ubicado a 143 kilómetros de la capital, centro de descanso de la élite mexicana y donde en las últimas semanas se registró una ola de secuestros.