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Miami Heat e Indiana Pacers se verán por segundo año seguido en la final de la Conferencia Este de la NBA, con los Pacers sintiendo aún el escozor del doloroso revés del 2013, cuando cayeron 4-3 camino al segundo título consecutivo de LeBron James y su tropa.
Las finales de Conferencia se jugarán al mejor de siete juegos, con los dos primeros partidos en casa del equipo con mejor récord en la temporada regular.
En el Este, las acciones arrancan el domingo con el actual bicampeón Miami Heat (54-28) visitando a Indiana Pacers (56-26), mientras en el Oeste arrancará el lunes en San Antonio (62-20), donde los Spurs recibirán a sus temibles rivales de Oklahoma City Tunder (59-23).
El Miami Heat, con su superestrella LeBron James al timón de la nave, navegó sin mayores tropiezos por los playoffs de la Conferencia Este.
Primero barrió la serie de primera ronda contra Charlotte Bobcats por 4-0. Luego pasó por encima de los Brooklyn Nets 4-1 para avanzar a finales de su Conferencia por cuarto año consecutivo y quinto en su historia.
Los Pacers, que terminaron la temporada regular a trancos en los últimos dos meses, pasaron apuros para doblegar a los Atlanta Hawks (4-3) y a los sorpresivos Washington Wizards (4-2).
Dos hombres son claves en esta serie para el desempeño de ambos equipos: LeBron James en Miami y Roy Hibbert en Indiana.
James parece tener el orgullo herido por perder el MVP (Jugador Más Valioso) de la temporada regular ante el astro del Thunder Kevin Durant.
Prueba de ello son los 49 puntos que le encajó a los Nets apenas dos días después de que Durant recibiera el galardón.
"Ahora somos un equipo más maduro, y conocemos bien las debilidades y lados fuertes del Heat", dijo David West, uno de los puntales de los Pacers. "Todo el mundo sabe que LeBron es LeBron, pero tenemos que jugar en equipo para neutralizarlo lo más posible".
LeBron es una fuerza imparable en los partidos, promediando 30 puntos, 7, 1 rebotes y 4, 7 asistencias por partido en estos playoffs. Pero no es Supermán, y ncesita ayuda de las otras dos ramas del 'Big Three', Dwyane Wade y Chris Bosh, quienes han tenido un paso inconsistente en esta campaña.
Si Wade puede aportar 20 puntos o más, y Bosh promedia 15 cartones y 9 rebotes por encuentro, el Heat es una maquinaria invencible.
En Indiana, el pivot de origen jamaicano Roy Hibbert será la pieza clave para mantener a los Pacers en una pelea equilibrada ante Miami.
Paul George (21, 9 puntos por partido), David West (14, 6) y Lance Stephenson (13, 5) son los canasteros estrellas, pero el papel de Hibbert en la pintura resultará fundamental en este tope.
Salvo el gigantón Greg Oden, no hay nadie en la plantilla de Miami que sea capaz de frenar a un Hibbert motivado, como ocurrió en la final de Conferencia del pasado año.
Pero Oden es un incognita envuelta en algodones, que poco podrá hacer frente a un atlético Hibbert, quien apenas promedia en estos playoffs 8, 5 puntos y 4, 5 rebotes por partido, muy lejos de los 10, 8 tantos y 6, 6 tablas que logró en la temporada regular.
Miami es favorito para llevarse el duelo 4-2, pero todo dependerá que de que los Pacers no caigan en el bache de sus últimas dos series ante Atlanta y Washington, cuando perdieron la ventaja de localía al perder en su cueva del Bankers Life Fieldhouse de Indianápolis.