El Miedo al dentista es algo normal y habitual, ya que nos disponemos a visitar a un profesional que va a realizar una serie de operaciones y manipulaciones en nuestra boca que desconocemos.

Pero por esta misma razón, hoy en día existen páginas en internet para poder informar a la gente de todos esos procedimientos y que se reduzca en algo la ansiedad.

Por otro lado, los dentistas son profesionales, y se enfrentan a estos miedos de los pacientes a diario, con lo que mejor se puede hacer es comentarle cuáles son las principales preocupaciones que se tiene, ya que seguro, estará encantado de aclararlo y explicarle todo lo que vaya a realizar.

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Los miedos más habituales ante el dentista Tengo unos dientes horrorosos

Este es un miedo muy habitual y es la causa más frecuente por la cual no se visita al dentista. Es conveniente echarle valor, pensar que el dentista verá bocas mucho peores y advertirle de ese Miedo al dentista. El acudir al dentista es el primer paso para recuperar la salud y la estética de tus dientes.

Tener restos de alimentos en la boca

Es habitual, que a pesar de nuestros esfuerzos por llevar la boca lo más limpia posible, siempre haya huecos y sitios por los que el cepillo o la seda dental no llegue bien, además de que podemos acudir al dentista precisamente para que nos realice una buena limpieza bucodental.

Miedo al dolor

La odontología moderna ha mejorado a través de los años. Es posible que no se logré una eliminación completa del dolor, pero desde luego cada vez es más avanzada y menos molesta para los pacientes.

Dentistas sin comprensión

Como en todo, hay de todo. Pero la gran mayoría trabajan con pacientes a diario, y conocen el Miedo al dentista y saben comprenderlo y actuar ante ello.

Fobia a las agujas

En muchos procedimientos en odontología es preciso inyectar anestesia. Además de que las agujas que utilizan son las más finas del mercado, existen geles que se aplican en las encías para anestesiar y no notar la entrada de la aguja, con lo que desparece la sensación desagradable asociada a la aguja. Ahora solo hace falta vencer el miedo a la aguja.

Agobio, inmovilización, sensación de no poder tragar...

Es normal que en ocasiones podamos tener esas sensaciones. Hoy en día hay muchas clínicas dentales preparadas, con televisores en frente del paciente, música relajada, con profesionales agradables... con lo que estas sensaciones pueden pasar más desapercibidas. Usar en estas ocasiones, técnicas de relajación basadas en la respiración, puede ser muy adecuado.

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