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El último 'cangaceiro', una mítica banda de delincuentes nómadas que sembró el terror en las décadas de 1920 y 1930 en el semiárido del noreste de Brasil, falleció el pasado domingo a los 97 años, informó la prensa el miércoles.
José Alves de Matos murió debido a complicaciones respiratorias el domingo en Maceio, capital del nordestino estado de Alagoas, y fue enterrado el lunes, informaron familiares. Era conocido como '25', alias que ganó por haber entrado el 25 de diciembre de 1933 a la banda de 'Lampiao', el más conocido de los 'cangaceiros' que actuó entre 1922 a 1938.
Considerados crueles criminales por algunos y una suerte de Robin Hood por otros, los 'cangaceiros' surgieron entre finales del Siglo XIX e inicios del XX, en períodos de mucha sequía, como una forma de revuelta de campesinos contra los grandes terratenientes de la región, conocidos como los 'coroneles'.
Muchos hombres y mujeres se convirtieron en 'cangaceiros', recorrían las grandes extensiones del noreste en busca de dinero y espíritu de venganza, en sus ropas de cuero decoradas con piezas de metal y elementos coloridos. Muchos ayudaron con ese dinero a los campesinos más pobres.
'25' participó de numerosos combates contra las fuerzas del orden junto a 'Lampiao', y reconocía que en cada batalla pensaba que sería su último día, según el diario Folha del miércoles. Él era el hombre de confianza de 'Lampiao', a quien el líder entregó la seguridad de su compañera 'Maria Bonita'.
'25' se salvó de morir como los diez principales miembros de su banda: 'Lampiao', 'Maria Bonita' y otros ocho, en una emboscada armada por la policía el 28 de julio de 1938, porque había sido enviado a buscar armas y municiones. En la época, la policía expuso en la plaza pública las cabezas de los diez 'cangaceiros'. Existen imágenes de las cabezas expuestas en una especie de estante o carromato de feria. Tras huir durante un tiempo, '25' se entregó a la policía. Aprendió a leer y escribir en la cárcel y acabó convirtiéndose en nada menos que guardia municipal.