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Las vallas de Ceuta y Melilla marcaron el inicio de un nuevo ciclo en la política de fronteras exteriores de la UE

25/09/2016 06:00 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

El alambre de puas no frenará el éxodo humano de los que buscan el pan, la libertad o un techo. La UE tiene que intentar algo nuevo para solucionar la crisis de los refugiados.Ha sonado la hora de que los poderosos terminen su largo sueño y se muevan

 

Se cumple un lustro de la crisis inmigratoria que situó a las fronteras de Ceuta y Melilla bajo el foco global de atención informativa. A finales de septiembre de 2005, centenares de inmigrantes subsaharianos trataron de acceder a la UE a través de los perímetros terrestres de las dos ciudades norteafricanas, colonias españolas.. Cinco de ellos cayeron víctimas de los disparos de la Guardia Civil española.El ministro del Interior español Jorge Fernández Diaz reconoció por fin que se dispararon pelotas de goma. En total murieron 11 inmigrantes, y muchos más resultaron heridos esos primeros días y después por el material cortante de las concertinas que coronaban las vallas.

La Guardia Civil devolvía ilegalmente a  personas, atadas de pies y manos, aparentemente inconscientes que  habían sorteado previamente la totalidad del entramado fronterizo, después de recibir varios golpes por parte de los agentes españoles, según ha demostrado un vídeo de la ONG melillense Prodein, tomado cuando intentaban descender de la valla de Melilla a la que se habían encaramado y después. Con estas actuaciones, el Instituto Armado  incumplía la Ley de Extranjería, el convenio bilateral con Marruecos y su propio protocolo operativo. Por fin tras recibir unos bastonazos de los gendarmes reales de Mohamed VI con las manos amarradas, sin ser interrogados, eran entregados a Marruecos, donde ingresaron en una de las lóbregas prisiones del reino.Hay videos de Prodein que lo certifican.

La envergadura inusitada de los intentos masivos de entrada de los subsaharianos, así como la de la fuerza utilizada por la guardia civil y sus homólogos marroquíes, impactaron de lleno en el debate político-mediático nacional e internacional. Ahora, los cinco años de perspectiva ponen de manifiesto que lo acontecido representó un punto de inflexión histórico con respecto al tratamiento de la inmigración global en el contexto de la UE.Pero el flujo prosiguió durante años, exactamente igual.

Así en 2014 el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, cifró en 17.000 el número de saltos a las vallas de Ceuta y Melilla de inmigrantes que ese año  intentaron entrar en España, y solo 2.000 los que lo han conseguido. La decisión del Ejecutivo y del PP de legalizar las llamadas "devoluciones en caliente" como al principio.Las entregas en frontera a Marruecos para dar seguridad "jurídica" a la actuación de la Guardia Civil es un hecho.

Seguridad reconoció la dificultad de conseguir el "equilibrio" entre la obligación legal de custodiar las fronteras y el respeto a los derechos de los inmigrantes, pero siempre ha dejado claro que no va a asistir "impasible" a actos que vulneran la legalidad. Martínez ha asegurado que esperar a que desciendan los inmigrantes que se encaraman a la valla para luego rechazarlos tiene cobertura jurídica, "por más que no le guste a nadie y a mi tampoco".¿Pero-se pregunta Diasporaweb- ¿tiene el inmigrante ilegal algún derecho legal? Está claro que es un "ilegal" y siempre se le trata como tal.

El Secretario de Seguridad se consoló pensando que el problema de España con la presión migratoria es más "asequible" que el que tienen Grecia, Italia y otros países europeos y ha exigido a Interior que cumpla la ley y los convenios internacionales para que al extranjero se le otorguen los derechos que le corresponden.¿Derechos?

Los sucesos evidenciaron de forma cruda que, en plena era de la globalización, gran cantidad de personas intentan entrar en otros países en búsqueda de refugio y/o de una vida mejor, pero no lo consiguen. Avalanchas, asaltos y ataques a las vallas fueron algunas de las metáforas guerreras utilizadas para narrar lo sucedido. Hay que aclarar, que a esos inmigrantes ilegales no les movía la violencia, sino una compleja mezcla de esperanza y desesperación. Sus intentos de entrada deberían ser interpretados como un cri de coeur contra el blindaje de una parte del planeta donde no son acogidos  y que ilustran nítidamente las vallas de los enclaves africanos de la UE. Lo acaecido en 2005 puso de relieve que la gestión de los flujos migratorios debía tratarse en la cima de la agenda política Europea.

Después de 2005 y los años siguientes Ceuta y Melilla se convirtieron en los dos puestos fronterizos de la Unión Europea más intensamente vigilados.  Sorprendentemente, la entrada interesada de Marruecos en el conflicto, ayudando con los gendarmes reales del rey Mohamed VI (amigo íntimo del ex-rey don juan Carlos de España), se notó en la vigilancia de unas fronteras que consideraba ilegítimas y coloniales. Fue en 2005 cuando la UE emprendió la carrera hacia la militarización de su perímetro. Durante el lustro transcurrido, se ha avanzado a gran velocidad hacia la creación de un cuerpo europeo de guardias fronterizos llamado Frontex y el presupuesto aumentó de forma exponencial. Sin lugar a dudas, el perfil exterior de la UE no ha vuelto a ser el mismo.

El estrangulamiento de las vías de entrada a la UE por el ejemplo de Ceuta y Melilla generó un círculo vicioso entre el incremento artificial de los inmigrantes y el aumento del pánico moral de la población. El clima antiinmigración se extiendió por toda Europa. De dicho círculo se nutrieron los políticos populistas a la caza de votos y así lo atestiguan la creciente popularidad de la extrema derecha ultranacionalista y la coincidente retórica discriminatoria con respecto a los inmigrantes en general, y a los musulmanes en particular, que recorre países como Holanda, Suecia, Bélgica, Dinamarca e Italia, o, por otra parte, prácticas como aquella deportación de gitanos rumanos en Francia, en la que se vio la mano del ex-presidente, Sarkozy.

Asimismo, a nivel global, desde 2005 el blindaje frente a la inmigración ha pasado a ser una estrategia copiada por otras potencias occidentales, a menudo conectada de forma sospechosa con la retórica de la guerra contra el terror. Se levantan nuevos muros y vallas no muy conocidos entre, por ejemplo, Estados Unidos y México, e Israel y Palestina. Pero la estrategia era moralmente errónea, puesto que discriminaba en función del lugar de nacimiento o religión y no de las aptitudes y competencias que se poseen. Además, la estrategia  ha demostrado ser ineficaz, ya que el número de cruces ilegales saltando vallas no  ha disminuido.

El cierre del paso a través de Ceuta y Melilla fomentó el desarrollo de un perverso juego del gato y el ratón entre inmigrantes y guardia cvil en tierra africana y canalizó el incremento de los flujos hacia nuevas rutas marítimas más peligrosas. En protesta por el silencio que acompañó a las muertes de inmigrantes indocumentados fallecidos en su intento de acceder a la UE, el recuento de muertes lo realizaron organizaciones alternativas, como Amnesty International, United Against Racism o No Borders. Estimaciones aproximadas indican que el número de muertos, desde el cierre de las fronteras exteriores del espacio Schengen en 1993, ronda los 13.000.

Sin embargo, pese a las nuevas transformaciones que se manifestaron sobre el terreno, la militarización del perímetro fronterizo no parece disminuir, a razón del sentimiento antiinmigración que anida en la UE. Cada vez más, el régimen fronterizo de la UE combina la liberalización de la movilidad laboral para los ciudadanos de la Unión en las fronteras interiores con la selección estratégica de inmigrantes de fuera de la UE, dando la bienvenida casi solo a los que añaden valor económico. Así, más que a la tan cacareada metáfora de la fortaleza, la UE empieza a parecerse a una gated community. De este modo, la UE no ayudó a reducir las diferencias de desarrollo, sino que las incrementó. De igual forma, avivó lo que ella misma  definió como "el problema de la inmigración ilegal", y cimentó un régimen de apartheid global.

Han transcurrido cinco años desde que 11 inmigrantes perdieron la vida cuando trataban de cruzar los perímetros terrestres de Ceuta y Melilla. En gran medida, la extrema reacción de España y de la UE se fundamentó en el endurecimiento de los controles y de las  instalaciones de  securidad. Paralelamente, cada vez más, la migración global se percibió sobre en las  fuerzas de seguridad del gobierno como una amenaza, y no como una invitación al replanteamiento de la responsabilidad global de la UE. Ante el recuerdo de los sucesos de 2005, sería deseable que todo el mundo dijera: ¡Nunca más volver a tratar como animales a los ilegales aterrados! Lamentablemete la UE cuando empezaron otras crisis aún peores como la de Siria  el episodio del 2005 se ha vuelto a repetir en algún otro segmento del ahora reforzado y elevado contorno exterior de la UE.Y la prueba la dan que las nuevas  vallas no están ahora puestas contra subsaharianos sino contra refugiados  persegudos aunque sean europeos.

Alambradas de espino en la Europa sin fronteras parece ser la única solución implementada por los Estados miembros de la  Europa de hoy ante la crisis de los refugiados.Se han levantado ya 11 vallas en Europa. Más de 2.500 ahogados en el Mediterráneo en 2013 y las crisis en las fronteras del Este de Europa y Reino Unido desde 2013, dejan claro algo que no merecen el nombre de solución y menos de solidaridad.

Los refugiados kurdos sirios tienen que burlar una frontera de vallas con espinos en una cerca en la frontera húngaro-serbia, cerca Ásotthalom mientras otros miles cruzan con lo que pueden la frontera entre Macedonia y Serbia con destino a Alemania y Suecia. Merkel vive en sus carnes políticas de la xenofobia alemana: "¡Preocúpate primero de tu propia gente o lo vas a perder todo!".

Reino Unido se prepara para pagarse  más controles y más vallas y un largo muro de cemento de cuatro metros de altura que se construyen no en la costa inglesa sino en Calais(Francia) para impedir que crucen el Canal de la mancha otros miles de “ilegales”. Discusiones entre franceses e ingleses, desde la Cámara de los Comunes hasta el pub, sobre esa fórmula de los muros para detener la oleada, con un deseo común: mantener a raya a los inmigrantes y alejarlos de ambos países. Sarkozy empleado a fondo, con tonos electoralistas.

Salta a la vista, que los europeos criticaron mucho a la UE al principio, por no encontrar una solución al problema, pero el europeo la ha encontrado sin discusión. No ha habido piquetes y manifestaciones para impedir las vallas, ni grandes protestas.En el fondo acuerdo tácito oficial, seguido por muchos. Aunque en la ONU se aparente otra cosa.

Desde que estalló la guerra en Siria, hace ya cuatro años, el goteo de refugiados que llegaban a la UE con destino final Alemania o Suecia se  convirtió en una auténtica riada que desborda a los países más necesitados, pero el flujo languidece muriendo parte de los refugiados o sus hijos en el intento, por hambre o sed por las condiciones durísimas de la travesia del Mediterraneo, el cementerio de Europa. En tierra, las bombas y las balas no son el único motivo por el que se huye de un país o de un continente porque no sólo en Africa, el hambre extremo es todavía más mortifero a veces en Europa. Es el arma más mortífera del planeta, que sumado a los distintos conflictos armados, ha generado el éxodo que llena de cadáveres el Mediterráneo, Siria, Libano. El mayor éxodo humano desde antes de la II Guerra Mundial tiene varias etapas hasta su fin, y entre ellas, los varios obstáculos que sortear.

Desde el Este, el recorrido que siguen los refugiados sirios comienza en la frontera con Turquía. Los que no se pueden permitir jugarse la vida en una lancha neumática, en una frágil patera, para llegar a la isla griega de Kos y de ahí alcanzar la península itálica para seguir hasta Macedonia, tratan de superar el primer obstáculo terrestre: la valla fronteriza en provincia turca de Erdine. Se construyó en 2013 con tres millones de euros de fondos europeos para tapar el único agujero ─de 12, 5 kilómetros─ por el que podían colarse los refugiados, entre los que también hay afganos, irakíes y palestinos.

Pero el resultado es el de un parche en un barco que se inunda. El agua, en seguida, encuentra otra grieta por la que colarse. Y en este caso, la grieta era el país más pobre de la UE. Bulgaria, con 7, 4 millones de habitantes, tiene 1.808 kilómetros de frontera. Una parte importante la comparte con Serbia, siguiente destino antes de la próxima parada: Hungría. Desde que se levantó la valla de Erdine, Bulgaria pasó de recibir unos cientos de refugiados e inmigrantes al año  concretamente 11.500 en 2013. Siguiendo el modelo anterior ─criticado por la UE, que tampoco ofrece otra solución─, el Gobierno búlgaro con ayuda económica comunitaria levantó 30 kilómetros de alambre y concertinas en las localidades fronterizas de Lesovo y Kraynovo. 2014 cerró con 6.000 nuevos refugiados en territorio búlgaro. Como parecía que la valla y el control policial funcionaban, el pasado enero, el Gobierno búlgaro aprobó la construcción de 82 kilómetros adicionales. Problema resuelto para Bulgaria, pero no para la UE.

Malas noticias de Hungría. Los refugiados sirios tiene que cruzar por debajo de las alambrada con cuchillastambien en la frontera entre Hungría y Serbia, cerca Röszke.

No hay, al menos de forma estable por el momento, concertinas entre Grecia y su vecina del norte, Macedonia. El cierre de la frontera búlgara no hizo sino aumentar el éxodo por la vía marítima. El Egeo se convirtió en la única forma de llegar a Europa desde Turquía y se triplicó el número de personas que optó por esta ruta. De 5.800 durante el segundo cuatrimestre 2014 a casi 15.000 durante el tercero. Las islas griegas se han convertido en campos de refugiados que se cobijan en hoteles en ruinas, y el Gobierno heleno ha tenido que fletar barcos para trasladarlos a la península y que sigan su dura ruta hacia el norte rico y desarrollado.

Serbia es la etapa común tanto para las personas que se desplazan desde Macedonia (Sur) como para los que llegan desde Bulgaria (Este). En cualquier caso, es un país de tránsito que no ha perdido ni tiempo ni dinero en tratar de frenar la desesperación humana, a diferencia de Macedonia, cuyos policías han cargado cruelmente contra los miles de refugiados que se agolpaban en la frontera para coger el tren a Serbia, en la localidad de Gevgelija. Hungría es el siguiente destino después de Serbia. Y ante la postura de Serbia, el Gobierno conservador y nacionalista húngaro no está dispuesto a que ningún extranjero más ─sólo un 1, 5% de su población es extranjera─ se quede rezagado en su país durante la travesía. Serán 135 kilómetros de vallado con una altura de cuatro metros. Su construcción va a marchas forzadas y ya está instalada en algunos pasos. Según datos de la oficina de inmigración húngara, en ocho meses de 2015 se recibiron 57.000 inmigrantes ilegales (no distinguen entre refugiados e inmigrantes). 43.000 llegaron en 2014 frente a los escasos 2.000 en 2012.

Marruecos contribuye por voluntad de su monarquia a la vigilancia de unas fronteras que considera ilegítimas que acceden a Ceuta y Melilla

Ceuta y Melilla, las ciudades españolas en la costa africana, siguieron siendo objeto de una “fuerte presión migratoria” aún 8 años después entre 2013 y 2014. El foco oficial de Madrid se puso sobre los inmigrantes subsaharianos y lo que la prensa decidió llamar “asaltos” a la valla fronteriza. Sobre todo en Melilla. Sin embargo, las ONG de la zona advirtieron en repetidas ocasiones de que, en realidad, la presión migratoria estaba provocada por otros refugiados europeos en especial sirios, pero tal tesis es dudosa el martirio sirio no es de 2005 sino de bstante después.

Aún así, España reforzó la triple valla ─de doce kilómetros en Melilla y ocho en Ceuta─ para frenar a esos inmigrantes que, pese a sufrir guerras, matanzas y persecuciones en sus países, “los ilegales no tienen derecho a asilo. Que vuelvan a sus casas”, repetía como rezando el rosario el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.

El CETI melillense se encontraba desbordado ya de subsaharianos que pasaban desde territorio marroquí cladestinamente, saltaban el vallado y los que podían entraban muchos con sangre de las heridas que les producían las concertinas que colocó el ministro del interior, se les controló aún más. La solución se "normalizó" : a los que caían, las fuerzas de seguridad del estado español  les devolvía “en caliente” a los gendarmes reales de Mohamed, dadas las excelentes relacionesde las dos monarquías.  Los que  cerca del mar pegados a las rocas, afrontaban otro peligro adicional: pelotas de goma. Ceuta y Melilla dejaron de ser problema para la UE.Y España podía incluso protestar por lavegonzosa inacción de la UE. ¿Y los subsaharianos?

Para cuando llegaron los sirios la UE se acorazó de inacción. A sabiendas del trato habitual de la recepción en la fronteras de España y Francia, los  ciudadanos sirios y libios, decidieron no intentar cruzar saltando más vallas, sino pasando la aduana de Marruecos con un pasaporte falso. Eran los sirios más pudientes, ya que esta ruta ─en avión desde Turquía a Argelia─ costaba miles de euros. En cualquier caso, Alemania y los países nórdicos son la meta para todos los que intentan llegar. Los sirios y libaneses  necesitados prefirieron en adelante la ruta del mar.Las tragedias de naufragios en aguas libias e italianas del Mediterráneo durante estos dos últimos años han puesto de manifiesto que las dificultades fueron cada vez mayores, por la huida masiva sobre todo por los bombardeos rusos, norteamericanos y de la tierra siria.

Ante el problema al que se enfrentaba hubo sin fín de reuniones de la UE de alto nivel para buscar una solución. Se barajaron cuotas por país y se terminó sin ningún acuerdo firme, y muchos inmigrantes que no querían morir en  aguas del Mediterráneo, acabaron llamando a las puertas de Reino Unido. Muchos han elegido atravesar el Canal de la Mancha, que comunica por carretera subterránea Francia e Inglaterra. Primera etapa, el puerto costero francés de Calais.

Calais, la región francesa por la que se accede al Canal, ha sido tratada con la misma fórmula fallida. A principios de agosto de 2015, el premier británico, David Cameron, y el primer ministro francés, François Hollande, llegaron un acuerdo para frenar lo que Cameron tildó de “plaga”: nuevas vallas con alambre de espino y docenas de cámaras de seguridad adicionales en el extremo francés del Eurotúnel.Se trata que la "plaga" no atraviese el Canal de la Mancha.

Al nuevo "Stop"algunos medios ya lo han bautizado como el "gran muro de Calais" y se construye con un objetivo polémico: intentar detener el acceso de los inmigrantes a la zona del puerto de Calais, desde donde salen los barcos hacia Reino Unido que conectan el norte de Francia con el sur de Inglaterra.

Cuando Hungría levantó el año pasado un muro contra los refugiados en la frontera serbia, a Francia no le gustó. Es cierto que Francia ha proclamado siempre ser tierra de asilo, pero habrá que ver de que asilo. Francia está tratando de resolver el problema que genéricamente le llaman de Calais, que consiste en que los emigrantes llegan a Calais como catapulta para llegar a Reino Unido, la tierra prometida. Pero, resulta que hay miles -se dice que hasta 10.000 en espera- y pese a las críticas internas y de las dudas sobre su supuesta eficacia el problema de Calais se ha solucionado tambien con una valla francesa al principio y un muro despues con la ayuda del Reino Unido. La derecha francesa y la inglesa están en la vanguardia contra los inmigrantes.

La construcción del muro de Calais, empezó hace dos semanas bajo fuertes medidas de seguridad. La estructura, de un kilómetro de largo y cuatro metros de alto discurre junto a la carretera que lleva hasta el puerto, paralela a ella muy cerca de la jungla, el improvisado campo de refugiados e inmigrantes donde malviven unas 10.000 personas, aunque otros dicen que la mitad.

Uno de estos campamentos, conocido como "La Jungla" y ubicado muy cerca del puerto, albergaba el año pasado a unos unas 5.500 personas, incluidos niños y ancianos.Ahora los gendarmes franceses, tras una razzia en "La Jungla"consiguieron rebajar la cifra.

Muchos de estos inmigrantes no desean asilarse en Francia y su presencia masiva en Calais ha causado numerosos problemas para las autoridades de la ciudad, que han fijado en 2.000 el número de migrantes semilegales que oficialmente consideran pueden permanecer allí.

Al nuevo muro, totalmente de cemento aunque revestido con vegetación para reducir su impacto visual, se sumarán los kilómetros de vallas, a veces con alambre de púas (como los que protegen las ciudades de Africa, Ceuta y Melilla, posesión española de que hemos hablado). Las vallas de Calais fueron instaladas, desde verano del 2015 para proteger el túnel bajo el canal, el puerto de Calais y la carretera de circunvalación. Estará equipado con cámaras de videovigilancia y un sistema de iluminación para controlar los intentos de cruce.Los ilegales tratan de colarse en los camiones, con grandes riesgos y triquiñuelas a veces, para atravesar en ellos el canal.Los camiones cruzan en grandes ferris.

El muro, financiado por el Reino Unido, costará 2, 7 millones de euros y deberá estar concluido para finales de año. Su objetivo será evitar las intrusiones nocturnas en la carretera y reducir su atractivo para los inmigrantes. El muro de cuatro metros de alto y un kilómetro de extensión está siendo erigido a ambos lados del camino principal que lleva al puerto de Calais, parlelo a la valla que levantaron los franceses. La construcción se está haciendo con un tipo de concreto suave, sin rugosidades, material resbaladizo que hace más difícil la escalada. Según explicó el ministro británico para asuntos migratorios, el conservador Robert Goodwill ante la Cámara de los Comunes, el coste de la obra no es alto y los recursos provendrán de un fondo de 22 millones para aumentar la seguridad en el puerto.

A la desesperanza de muchos inmigrantes se suman los violentos métodos de los traficantes de personas (mafias) para hacer llegar a los migrantes a Reino Unido, tras el pago de una tarifas en euros.

¿Dinero desperdiciado?. El comienzo de la construcción del muro en Calais ha sido criticado por la Road Haulage Association, organización que agrupa a las empresas de transporte por carretera de Reino Unido."Es una pérdida de dinero. Al construir este muro cerca del puerto de Calais, los problemas se desplazarán un poco más allá", dijo a la BBC Richard Burnett, director ejecutivo de la organización de transportistas.

"Hay otras mafias internacionales de tráfico de personas altamente organizadas, preparadas para bloquear los caminos y crear grandes colas que les den la oportunidad de montarse en los camiones para cruzar hacia Reino Unido. Eso puede ocurrir con la amenaza añadida de violencia", agregó Burnett. Además, indicó que el dinero que se usará para construir el muro estaría mejor invertido en aumentar la seguridad a lo largo de las rutas que conducen hacia el puerto. "Hemos tenido hasta Agosto unos 22.000 incidentes de seguridad, en comparación con apenas 300 en enero. No queremos que la muerte de un camionero o de un conductor sirva de catalizador para que se dé una respuesta apropiada", dijo.Y hasta la UE se asustó porque eso repercutirá en el tráfico de las autopistas de Francia y España.

La secretaria de Interior británica, Amber Rudd, indicó ante el Parlamento de Westminster que, aunque Reino Unido es quien pone el dinero para aumentar la seguridad en Calais, la decisión sobre otras medidas a tomar corresponde a Francia. "Apoyamos a los franceses con dinero. Ahora depende de ellos un sistema para asegurar su frontera en Calais y los alrededores". Vikki Woodfine, una abogada de la firma DWF, que trabaja con muchas de las empresas transportistas, consideró que el muro no es la respuesta."Esto es simplemente una reacción irracional que es poco probable que haga una diferencia a largo plazo, especialmente porque la ruta hacia el puerto de Calais ya estaba rodeada de vallas y de alambre de púas levantadas por Francia", apuntó.

En declaraciones recogidas por el diario británico'The Guardian', François Guennoc, de la ONG Auberge des Migrants, que trabaja en Calais, "este muro solo hará que los inmigrantes tengan que ir más lejos para atravesarlo". La gente siempre encuentra maneras de saltarlo".

Turquía, siempre un problema para todos. La calificación que la UE hace de Turquía como «país seguro» para justificar el ingreso de refugiados de Grecia a suelo turco. Según denuncia Amnistía Internacional la frontera turco-siria se ha convertido no sólo en una zona donde civiles mueren bajo las balas del ejército turco  desde mediados de enero y «casi a diario» se ha deportado forzosamente de vuelta a su país en guerra a cientos de refugiados sirios que habían atravesado la frontera turca El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos denunció ayer la muerte de al menos 16 personas, entre ellas tres menores, a manos de soldados turcos durante los últimos cuatro meses. Se cree que los asesinados intentaban entrar en Turquía huyendo de la guerra.

Aunque la prensa turca ha aireado periódicamente enfrentamientos armados mortales entre contrabandistas kurdos y supuestos miembros del Estado Islámico, en los 911 kilómetros de frontera que Turquía y Siria comparten, la muerte de civiles sirios no tiene excusa. Aun así, organizaciones como Amnistía Internacional ya denunciaban, hace dos años, que entre septiembre de 2013 y agosto de 2014 al menos 17 personas desarmadas murieron por disparos de militares turcos en la linea divisoria.

Los periódicos también resaltaron, hace un año, un peligro fronterizo más. Más de 600.000 minas antipersona en la frontera turco-siria, instaladas en el pasado y no limpiadas en el plazo prometido por Turquía, han provocado numerosas amputaciones de quienes huían del conflicto sirio. En 2014 Ankara alegó problemas como la climatología, o la guerra siria, que provocaba la huida en masa de personas. Eso para justificar el incumplimiento a tiempo del Tratado de Ottawa, sobre minas antipersona. Quienes entonces escapaban de Siria vía Turquía están  desorientados presa del desaliento. Pero la UE a su vez trata tozudamente, con dudosa legalidad según expertos, de retornarlos a Turquía. Y Turquía, denuncia Amnistía Internacional, ya ha empezado a devolverlos a Siria. Entre los devueltos a Siria, hay miles de mujeres y niños. La ONG recuerda que «todas las devoluciones forzadas a Siria son ilegales en virtud de la ley turca, la legislación de la UE y el derecho internacional».«La policía turca ha detenido en las calles a refugiados sirios en la provincia de Hatay –junto a la frontera siria– que estaban sin registrar, los ha metido en un bus y los ha enviado a Siria», resume Andrew Gardner, uno de los descubridores de la presunta ilegalidad. Aunque lo afirme la UE, "Turquía no es, tampoco, país seguro". Diríamos mejor, Turquía es ho un país xenófobo.Y lo peor que puede hacer la UE es aconsejar mal, para salirse de problemas de vida o muerte.

 


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