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Por: Daniel Paez
Miriam Burgués | EFE Washington El presidente estadounidense, Barack Obama, y su Gobierno defendieron ayer sus polémicos programas de espionaje, que han traspasado fronteras y han afectado a la Unión Europea (UE), la ONU y otros países como Japón o México, ante la indignación y la solicitud de información de sus socios europeos.
Lejos de ofrecer disculpas, tanto Obama como su secretario de Estado, John Kerry, dieron a entender este lunes que ese espionaje de las comunicaciones no es algo inusual y que muchos otros países también lo practican."Todos los servicios de inteligencia", en EE.UU., Europa y Asia, "tratan de entender mejor el mundo y lo que está pasando en las capitales (...) a través de fuentes que no están disponibles en el New York Times o en NBC News", argumentó Obama, quien está hoy en Tanzania dentro de su gira africana."Y garantizo que en las capitales europeas hay personas interesadas, si no en lo que tomé para desayunar, al menos sí en cuáles podrían ser mis principales temas de conversación si me reuniese con sus dirigentes", agregó en una rueda de prensa con el presidente tanzano, Jakaya Kikwete, en Dar es Salaam.El escándalo del espionaje comenzó hace algunas semanas cuando Edward Snowden reveló a The Guardian y The Washington Post la vigilancia realizada por el Gobierno de EE.UU. a los registros telefónicos y datos de internet de millones de sus ciudadanos para espiar contactos en el exterior de sospechosos de terrorismo.Pero la polémica ha crecido a raíz de las últimas revelaciones de Snowden sobre el espionaje de EE.UU. a la Unión Europea (UE), -fundamentalmente a Alemania-, la ONU y 38 embajadas de países como Japón y México.Obama sostuvo hoy, sin confirmarlas, que su Gobierno está revisando las alegaciones de espionaje a países aliados y prometió proporcionar a esas naciones "toda la información" que requieran.